El cultivo de la vid existe desde tiempos remotos. Es tan antiguo como la humanidad misma. El fruto de la vid es la uva, exquisito, comestible y vinificable. El proceso de cosecha y recolección de uvas, destinadas principalmente para la elaboración de vino, se conoce como vendimia.
En el pasado, la vendimia fue un atractivo ritual donde se involucraba a toda la familia, lo que le concedió un significativo valor histórico y antropológico. De hecho, es considerada un importante acontecimiento de trabajo, cooperativismo y convivencia social.
La vendimia se realiza cuando se ha alcanzado la maduración total de la uva, es decir, cuando las sustancias que han ido modificando sus concentraciones tienen un nivel óptimo. Los contenidos de azúcares y ácidos determinan cuál es el momento adecuado, siendo las primeras horas de la mañana las más indicadas para la recolección.
La vid se cultiva en zonas templadas a nivel mundial. Más de la mitad de las plantaciones se encuentran en Europa. Le sigue Asia, continente donde se produce una gran proporción de uva para la fabricación de productos no vinificados. Los continentes América, África y, en menor porcentaje, Oceanía, han experimentado un incremento de la superficie sembrada.
Vendimia, símbolo de alegría
Desde la antigüedad, la vendimia es considerada un símbolo de alegría, pues representa el final de una ardua y paciente labor en las viñas, seguido del trabajo realizado en las bodegas y laboratorios, donde especialistas elaboran el vino, orgullo de todos los involucrados en esta interesante faena, en la que se cuida el desarrollo de la vid durante todo el año, principalmente en los meses previos a la vendimia.
En muchas regiones del mundo, la vendimia es un festejo a la vida y a la esperanza. Sus pobladores se organizan para celebrar el proceso de recolección de la uva. Por ello, en el transcurso del tiempo, se ha establecido como tradición, la celebración de grandiosas ceremonias y festivales en épocas de vendimia. Estos eventos, también conocidos como las fiestas del vino, son muy famosos en varios países como España, Argentina y México.
Factores influyentes en la vendimia
Es importante conocer que la vendimia no se efectúa al azar, es decir en cualquier época. Se deben considerar varios factores para decidir cuál es el momento perfecto para recolectar la uva. Hay que tener en cuenta la zona donde se produce el fruto, pues cada una tiene su época de cosecha. Así, en el hemisferio norte la vendimia se lleva a cabo de julio a octubre, y en el hemisferio sur de febrero a abril.
Otro aspecto influyente para la vendimia es el tipo de uva o de maduración, que puede ser corta, media y larga. Cada una de ellas es diferente. Por ejemplo, las uvas blancas maduran antes que las uvas negras.
Asimismo, la vendimia depende del tipo de vino que se desea elaborar. Según cuál sea, las uvas requieren condiciones particulares en cuanto a su forma de recolección y tratamiento. Un vino general es diferente a uno refinado. Por ello, se ha de estar pendiente de las cantidades de azúcares y sustancias ácidas que inciden en la conservación del producto final deseado.
Se pudiera adelantar la vendimia con la finalidad de obtener vinos más ligeros en alcohol, con más sabor a la fruta o mayor aroma. Del mismo modo, se puede retrasar para sacar vinos con más grado alcohólico o con más color (vinos tintos), si se deja madurar la uva al máximo.
La fecha de vendimia también se determina por las condiciones climáticas, la capacidad de admisión de la bodega y la forma de recolección, que puede ser manual o mecanizada.
Formas de vendimia
Los métodos o formas básicas de recolección de las uvas son dos:
- Vendimia manual: Es la recolección de uvas realizada por muchas personas. Consiste en cortar los racimos de las uvas, uno por uno, sólo con la ayuda de una tijera especial.
Como ventajas de esta forma se citan: selección de la uva durante el proceso de vendimia y en la bodega, y ningún riesgo de oxidación del mosto o extracto de la fruta. La uva también permanece entera, no se rompe ni oprime, y es utilizada para la producción de vino de elevada calidad y espumoso. La desventaja es que acarrea mayores dificultades de planificación, mayor costo y esfuerzo humano. - Vendimia mecanizada: Se refiere a la recolección de la uva mediante el empleo de equipos y herramientas mecanizados, como las vendimiadoras. Entre las ventajas destacan: planificación precisa para la vendimia, menor costo y mayor rapidez. Lo malo es que no permite la selección de la uva, registra altas posibilidades de daños físicos a la planta, y requiere atención en el transporte de la uva, que debe ser el mínimo posible para que no se maltrate.
Sugerencias para la vendimia
Al realizar la vendimia es pertinente no recoger la uva mojada, ni hacerlo en las horas más calientes del día, para impedir fermentaciones indeseadas. Tampoco se eligen los racimos muy verdes, putrefactos, afectados por hongos, rotos, pegados al suelo o con tierra, para evitar impurezas.
El racimo se debe cortar de 30 a 60 cm antes de la base del sarmiento o tallo de la vid, para no perjudicar la yema de donde sale. Luego deberán colocarse en contenedores de poca profundidad, para que no se aplasten y poder conducirlos rápidamente a los lugares donde será realizada la vinificación, evitándose maceraciones y fermentaciones.
Riesgos durante la vendimia
Durante la vendimia los recolectores están sometidos a una serie de riesgos, que están relacionados con los siguientes aspectos:
- Condiciones del lugar de trabajo.
- Cargas y posturas forzadas.
- Tormentas eléctricas.
- Uso de herramientas manuales.
- Manejo de maquinarias.
- Exposición a temperaturas ambientales extremas.
- Picaduras y mordeduras.
- Golpes y contusiones.
- Heridas.
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