La llegada del verano nos permite apreciar en numerosos jardines, sobre todo en Europa, el espectáculo que tiene para ofrecernos la floración de una especie conocida como vara de oro. Esta planta, cuya altura no suele alcanzar más de un metro, además de sus doradas flores, es muy apreciada por sus variadas propiedades medicinales. Solidago virgaurea es el nombre científico que se le ha asignado a esta planta perteneciente a la familia de las Asteráceas. Sus ramilletes de flores amarillas son inconfundibles y vamos a tratar de conocer más sobre esta especie que concita la atención de botánicos y amantes de las flores.
¿Cómo es la vara de oro? Sus características
La vara de oro es una planta que, en su estado silvestre, crece en los claros del bosque, en matorrales y en la alta montaña. Su presencia ha sido observada hasta los 2800 metros de altura sobre el nivel del mar.
El follaje de esta planta es perenne y crece sobre una destacada base rizomatosa. Rara vez alcanza una altura superior a un metro. Presenta un tallo delgado y erecto pubescente. Aparece ramificado sólo en las inflorescencias.
Las hojas de la vara de oro son alternas y pecioladas en la base. Su forma es lanceolada y las partes superiores de la planta presenta una cantidad más escasa de hojas. Su color es verde intenso.
Sus flores, de un intenso amarrillo dorado, aparecen en forma de inflorescencias que se denominan capítulos. Estos capítulos están conformados por diminutas flores centrales tubulares, mientras que las externas son liguladas.
El fruto de la vara de oro es de los de una sola semilla, denominados aquenios.
Propiedades de la vara de oro
A esta planta es común verla ornamentando jardines, pero, también existen numerosos cultivos destinados a una producción abundante, debido a las extraordinarias propiedades medicinales que ofrece la vara de oro.
La presencia de saponinas, glucósidos de esteroides, la vara de oro posee propiedades diuréticas que estimulan la producción de orina, mejoran la actividad renal y colaboran en la eliminación de arenillas. Para que cumpla estas funciones, debe consumirse en forma de infusiones.
Esta planta posee, además, una importante presencia de taninos. Éstos actúan formando complejos, junto a proteínas y carbohidratos, que ayudan a resecar tejidos dañados. Es decir que la vara de oro cumple una función astringente, utilizada para combatir procesos diarreicos y actuando también como antiséptico. Su uso externo permite limpiar heridas y facilitar su cicatrización.
La vara de oro, en su función medicinal, no debe administrarse a mujeres embarazadas o durante los períodos de lactancia ya que no existen estudios concluyentes sobre las consecuencias que podría acarrear.
Como todo medicamento que cumple funciones diuréticas, tampoco es aconsejable su uso en personas que sufren de hipertensión arterial.
Antes de administrar algún producto en base hay que asegurarse que el paciente no padezca de alergias a las Asteráceas o plantas compuestas.
El cultivo de la vara de oro
Estas plantas pueden ser cultivadas en climas templados y templados fríos, ya que resisten muy bien las heladas. La vara de oro es una planta que puede ocupar espacios de sombra o a pleno sol, en ambos casos su producción floral será siempre abundante.
Sí es necesario para un buen desarrollo de nuestro cultivo de vara de oro que los terrenos que dispongamos para el crecimiento de la planta sean fértiles y bien drenados. Antes de plantar nuestros ejemplares de vara de oro podemos proceder a remover y limpiar de malezas el suelo, mejorándolo con fertilizantes orgánicos.
La reproducción de plantas de vara de oro puede hacerse por medio de semillas. Estas pueden ser colocadas directamente en el suelo donde estarán las plantas. Su germinación se produce con bastante facilidad. De no contar con semillas, la reproducción podrá hacerse por medio de la división de matas. Dado que se trata de plantas rizomatosas, al dividir tendremos una importante porción de raíces que prenderán con facilidad allí donde las coloquemos.
Requiere de un riego moderado durante casi todo el año, pero este debe volverse abundante en la temporada estival. Siempre es conveniente evitar los encharcamientos para proteger la salud de nuestras plantas.
Desde principios del verano hasta el comienzo del otoño, la vara de oro nos brindará sus flores y es en esta época que debe recogerse si le vamos a dar un uso medicinal. Tanto flores como hojas deben ponerse a secar, en un lugar seco y a la sombra.
Las flores y hojas se cas pueden guardarse en frascos herméticos de cristal y alejados de la luz directa del sol.
Deja una respuesta