El árbol de tilo es uno de los ejemplares más conocidos, por todas las bondades que tiene para ofrecer. De él se extrae una de las infusiones más consumidas a nivel mundial, para la prevención y tratamiento de múltiples enfermedades.
El tilo pertenece a la familia de las Malvaceaes, y corresponde al género Tilia. Las variedades más comunes son la Tilia Cordata (tilo silvestre) y la Tilia Platyphyllos (tilo común). De la simbiosis de estas dos surge la Tilia Europaea, que es la más utilizada, y se consigue por los nombres de tilo, tilo híbrido, tillón o tila.
Características del Tilo
Se dice que el Tilo es nativo de Asia, Europa y parte de América del Norte, aunque ya ha sido introducido en casi todo el mundo para su cultivo.
Este árbol es de copa amplia y frondosa, muy empleado para la ambientación de espacios amplios, como parques y bosques. Se ve tanto en la ciudad, como en el campo, puesto que proporciona una buena sombra. Sus flores y hojas emanan un aroma muy singular, que resulta muy relajante. Su ciclo de vida puede alcanzar los 900 años.
Este espécimen puede llegar a medir hasta 40 metros de altura. Su tallo es grueso, recto, de color oscuro y corteza agrietada. Ésta se va marcando con el pasar de los años y va desarrollando unas protuberancias en forma dispersa, que resulta distintivas de este árbol.
Otros rasgos
El tilo tiene hojas verdes y caducas. En el borde posee dientes pequeños y continuos, que miden unos 20 centímetros de ancho. Su forma es semiovalada y en el inicio del nervio que las atraviesa, cuenta con unas hebras blancas.
Las flores de esta planta expiden un aroma bastante intenso. Son hermafroditas y «nacen» en racimos pequeños -como el puño de una mano. Cuentan con una bráctea larga que brota del centro, cinco pétalos e igual número de sépalos. Su coloración es entre blanca y amarilla. Se ven a mediados de año. A medida que van saliendo, se dejan secar en la sombra, para luego ser almacenadas en envases bien sellados, en lugares alejados del sol y la humedad.
Este árbol echa un fruto parecido a una nuez, ovalado, de unos ocho milímetros de longitud, que contiene en su interior una semilla.
Hábitat y cuidados del tilo
El tilo se adapta a cualquier tipo de suelo, especialmente los húmedos. El riego debe ser el necesario para mantener la planta fresca, más no se debe ahogar con el exceso de agua.
Es común ver a este tipo de arbusto en parques, jardines abiertos y hasta en vías principales, donde es sembrado para dar sombra. Una de sus principales ventajas, es que es resistente a la contaminación del ambiente.
Debe sembrarse a cierta distancia de otras plantas, porque las raíces tienden a salir de la superficie, deteriorando el suelo y todo lo que tienen a su alrededor.
Las hojas que se desprenden del árbol de tilo, al caer en la tierra y descomponerse, sueltan una sustancia cargada de nutrientes y minerales, que sirve de abono para la tierra.
Para su reproducción se deben sembrar semillas en la época de primavera. Tardarán pocos meses en germinar.
A la planta de tilo se le debe cuidar de plagas y enfermedades como roya, un hongo que maltrata las hojas y el tallo. También se debe proteger de la cochinilla algodonosa y los taladros (gusanos que comen madera).
Componentes de la planta
Las flores de la mata de tilo albergan una cantidad de elementos que favorecen al organismo. Entre sus componentes están los mucílagos, flavonoides, taninos, saponinas, tocoferol, azúcares y aminoácidos.
Usos medicinales del tilo
Del árbol de tilo se utilizan todas sus partes (tallo, corteza, hojas, flores) para preparar remedios. Con ellas se hacen infusiones que proporcionan efectos sedantes, diuréticos, antiinflamatorios y antiespasmódicos.
Se utiliza para calmar la tos, mejorar la indigestión, la hipertensión y el insomnio, así como para calmar la migraña y los problemas respiratorios.
El tilo también se emplea para:
- Calmar los nervios
- Relaja y desinflama los músculos
- Calmar la taquicardia
- Bajar la fiebre
- Aliviar el resfriado, la gripe, la bronquitis y el asma
- Aumentar la sudoración en el cuerpo
- Contrarrestar los dolores de cabeza, cuello, cervical y abdomen
- Incrementar las defensas
- Favorecer la función de los riñones
- Reducir el picor causado por insectos, y aliviar las heridas y quemaduras del sol.
Cómo se prepara el tilo
El tilo puede ser consumido en infusión. La misma se prepara colocando de cinco a diez hojas en una taza de agua caliente. Hay que dejar reposar y beber varias veces durante el día.
Con él también se puede hacer un cataplasma, machacando las hojas y las flores. Su uso es conveniente para casos de reumatismo.
El agua aromatizada de tilo es muy provechosa. Se elabora dejando hervir agua y agregándole varias hojas. Cuando haya enfriado un poco, se puede colocar en una tina para lavar y desinflamar los pies.
Las hojas, flores y corteza son procesadas para cremas, aceites, ungüentos y productos de belleza, como mascarillas y champú.
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