Conocida también como “flor del pájaro” o “ave del paraíso”, la Strelitzia reginae se distingue por sus vistosos brotes naranjas y azules que se asemejan a los de un ave exótica. Su nombre científico se inspira en la reina consorte Carlota de Mecklemburgo Strelitz, esposa del monarca inglés Jorge III, quien fue una gran aficionada de la botánica.
El primer vocablo (Strelitzia) es una adaptación del apellido de la soberana, y reginae es una palabra latina, cuya traducción al español es “de la reina”.
Origen de la Strelitzia reginae
La Strelitzia reginae proviene de tierras sudafricanas, y se desarrolla espléndidamente en ambientes tropicales o subtropicales. Se llevó a Europa en 1773, acompañada de otras especies de la misma región, para agrandar el Jardín Botánico de Kew, cerca de Londres.
Pertenece a la familia Strelitziaceae, compuesta por siete variedades repartidas en tres géneros de fácil diferenciación por la apariencia e inflorescencia de sus hojas. Por lo general crecen envueltas en una bráctea verde con apariencia de embarcación.
Entre los miembros de la Strelitziaceae destacan el árbol del viajero de Madagascar (Ravenala madagascariensis), el platanillo de Sudamérica (Phenakospermum) y la banana salvaje (Strelitzia nicolai).
Características de la Strelitzia reginae
Los pecíolos de la Strelitzia reginae son grandes, ovalados y tienen un matiz verde grisáceo. Es característica la manera alterna en la que se desarrollan. Pueden alcanzar el metro y medio de altura.
Es una planta perenne que no tiene tronco, sino varios tallos herbáceos de considerable grosor que “nacen” verticalmente de un rizoma grande y subterráneo.
Las hojas miden entre 50 centímetros de longitud y 30 centímetros de anchura. Son verde oscuras, lustrosas y largas.
De la Strelitzia reginae brotan entre 5 y 8 flores que surgen de una bráctea que recuerda el pico o las plumas de un pájaro, de allí su nombre “ave de paraíso”.
Sus sépalos naranjas y amarillos, en contraste con sus pétalos azules, la convierten en una delicia para la vista, especialmente cuando son “abordados” por las aves que disfrutan de su néctar.
La Strelitzia reginae florece desde finales del invierno a mediados de la primavera, aunque si se mantiene en invernaderos puede hacerlo durante todo el años. Es tan llamativa y duradera, que se emplea con frecuencia para la elaboración de arreglos florales, dotando de delicadeza y estilo a la composición.
Sembrándola en el jardín, se asegura un toque tropical y distintivo para todo el espacio. Funciona muy bien de manera individual, sin embargo, suele agruparse para aprovechar la belleza de sus colores.
Cuidados de la Strelitzia reginae
Su resistencia a las ventiscas, la hace una excelente opción para zonas verdes en áreas de la costa. Se da muy bien en lugares soleados, con una temperatura entre 18 y 21 ºC.
Tolera la sequia. Se le debe regar cada 10 días en época de crecimiento y una vez al mes en temporada de floración. Entre riego y riego se debe dejar secar la tierra, por lo que en invierno se suelen espaciar aún más las fases de incorporación de agua.
En cuanto al suelo, es importante asegurar que esté drenado, y que tenga un pH de 7,5. Debe ser un terreno hondo, compuesto por fertilizantes y arena.
La planta en sí se mantendrá más sana y elegante si se abona con regularidad, ya sea con compost o abonos sin altas dosis de nitrógeno porque, de lo contrario, afectará su floración.
Se aconseja hacer un aclareo cada ocho años. El procedimiento consiste en eliminar las ramas que abunden exageradamente o que no crecen con naturalidad, para que no se agote o empobrezca.
Con la atención adecuada, las limpiezas y deshojados, es posible tener una Strelitzia reginae hermosa y radiante por 20 años.
Siembra y cultivo de la Strelitzia reginae
Para incrementar su linaje, puede cultivarse por la separación de brotes o por semillas. Si se escoge este último método, se deben remojar las simientes en agua por un día entero, para que se aclimaten. Luego, se cambian a un recipiente con agua a 50 grados y se mantienen allí por media hora.
Cuando se sequen, pueden introducirse en una vasija con arena y turba a una profundidad de 2 centímetros. Es necesario colocarlas en oscuridad absoluta, a una temperatura entre 2º y 25ºC.
Al germinar o cuando la planta haya alcanzado unos 10 centímetros, se puede trasplantarse cada hijo a su maceta, proporcionándole abono líquido en el riego cada 15 días. Es posible que tarde unos cuatro años en florecer.
Para que el proceso resulte exitoso, es recomendable adquirir las semillas en un vivero especializado.
La mejor época para la reproducción es en primavera. Quien desee hacerlo por el método de división, debe desprender el hijuelo del rizoma, sin alterar las raíces, y plantarlo en una maceta en solitario. Las dimensiones del envase deben ser de unos 50 centímetros. Una vez colocada allí, la planta debe dejarse tres días sin regar para que cicatrice.
Cuando se colocar directamente en el suelo ella se autoreproduce. Lo que se debe cuidar en estas situaciones, es que no se desarrolle como una planta invasora.
Plagas
Si se destiñen las hojas de la Strelitzia reginae hasta tornarse plateadas, es posible que alojen arañas rojas. Esto suele ocurrir en las temporadas calurosas.
Si la flor está delgada es probable que esté infectada de gusanos blancos. Es fácil distinguirlos, porque tienen un extremo oscuro y se encuentran próximos a su raíz.
Cuando toma una coloración amarillenta, puede estar albergando cochinillas. Estas plagas absorben su savia y minimizan su crecimiento, causando serios estragos en la Strelitzia reginae.
Los organismos más peligros para esta mata son los nematodos o gusanos microscópicos, que se ocultan dentro de las raíces. Ellos reducen la floración de la Strelitzia reginae, por lo que es fundamental desarraigar la planta para comprobar si existen agallas o nódulos en las raíces.
Antes de aplicar cualquier procedimiento de erradicación de plagas, es importante consultar a un especialista.
Usos de la mata
Es común ver a la Strelitzia reginae como protagonista de las decoraciones de fiestas con aires tropicales. Asimismo, suele emplearse para bordear y ambientar los patios, como planta arbustiva, y como ornamento de fincas y casas de campo, donde suelen disponerse en materos de gran tamaño. Es excelente para los arriates, donde destaca entre la espesa vegetación. En distintas ciudades de América crece de forma silvestre.
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