El sépalo es una estructura vegetal presente en las plantas angiospermas, que conforma la envoltura o verticilo más extremo de la flor, es decir, del cáliz. Se estima que la palabra sépalo «nace» del término científico Sepalum, y proviene a su vez de la analogía con Petalum (hojas modificadas con gran variedad de tonos que forman parte de la corola de la flor).
Por otro lado, se ha dicho que el origen de la voz Sepalum deriva de los vocablos separis, separ (diferenciado o separado) y par, parís (igual y equiparable). Otros autores sostienen que habría surgido del griego “skepas o skepe”, que traduce protección, cubiertas o barrera, especialmente contra los vientos.
Características del sépalo
Los sépalos son hojitas de apariencia herbácea y textura rugosa. Generalmente son verdes, pero en ocasiones toman coloraciones diversas, que los hacen parecerse a los pétalos. Es por esto que el cáliz recibe el nombre de petaloide en el caso de las azucenas (Lilium candidum), tulipanes (Tulipa gesneriana) y el granado (Punica granatum).
Se ubican en la parte exterior de la flor. Le siguen los pétalos y los estambres, y en el centro se hallan los carpelos. Los sépalos, junto con los pétalos, conforman la parte estéril de la flor. A las «fracciones» que los componen, se les conoce como tépalos.
Tipos de Sépalos
Existen dos tipos de sépalos, que se diferencian por su morfología. Los sépalos que permanecen libres o separados entre ellos, se denominan Dialisépalos (Diali significa libre). Mientras, los que están más o menos soldados por sus bordes laterales, se llaman Gamosépalos (gamo se refiere a soldadas).
Los sépalos también se diferencian por la duración en la flor. Pueden ser efímeros o fugaces, cuando se desprenden al momento de la flor abrirse. Un ejemplo es la flor de la amapola (Papaver rhoeas), perteneciente a la familia de las papaveráceas. Asimismo, pueden ser deciduos, es decir, mantenerse hasta la fecundación de la flor.
Por último están los sépalos persistentes que, como su nombre lo indica, son aquellos que persisten incluso después de la fecundación. Se quedan con los frutos, como es el caso del manzano Malus domestica de la familia de las rosáceas.
Utilidad del Sépalo
Los sépalos funcionan como envolturas florales que protegen a los órganos reproductores (androceo, gineceo) y a otras piezas que conforman la flor. Lo hacen en sus primeras etapas de desarrollo, cuando aún la flor está en fase de capullo. Hay ocasiones en que las flores carecen de envolturas florales, y se califican como flores desnudas o aperiantadas, como sucede en el trigo y en el maíz.
Según el número de sépalos de una flor, se puede identificar su especie. En la mayoría de las flores se muestran muy reducidos, con una apariencia similar a la de unos dientes o crestas.
Cuando las flores son polinizadas, lo ideal es que los insectos lleguen al néctar de la flor pasando antes por los estigmas y los estambres. Eso es básicamente lo que hacen los sépalos. Evitar que ellos entren a extraer el polen sin hacer esa ruta.
Curiosidades del sépalo
Hay algunas flores como el caso específico del Clavel (Dianthus caryophyllus), de la familia de las Caryophyllaceae, que sobre la base del cáliz normal posee otro secundario y más pequeño, que recibe el nombre de calículo o calicillo.
Los sépalos tienen una estructura semejante a la de las hojas, por lo que además de su función principal de envolver y proteger los órganos sexuales de la flor, también pueden, en forma muy reducida, realizar la respiración, la fotosíntesis (cuando son verdes) y transpiración, de la misma manera que las hojas.
¿otros componentes de la flor?
Hay personas que, por desconocimiento, confunden a los sépalos con otras partes de la flor. Por ello, a continuación se identifican algunas de ellas:
- Corola. Se compone de los pétalos, que se vislumbran de distintas formas y tonalidades. Su aroma y matiz atrae a los insectos.
- Sépalos. Como se dijo, son de pequeñas dimensiones. Mucho más pequeños que los pétalos y son verdes. Son los protectores de la flor. Al conjunto de ellos se le denomina cáliz.
- Estambres. Son fáciles de distinguir, porque están en el medio de la flor. Constan de un filamento, es decir, una parte larga que culmina en una maza (antera). Dentro de la antera se hallan los granos del polen o piezas reproductoras masculinas, que salen al exterior cuando las anteras se abren.
- Pistilos o carpelos. Poseen ovario, estilo y estigma. El ovario o elemento reproductor femenino, yace en el fondo de la flor. De él brota un tubo que se conoce como estilo y este a su vez, tiene una punta amplia que viene a ser el estigma. Este último contiene una sustancia viscosa que atrapa los granos del polen.
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