Para garantizar el cuidado de la tierra y el saludable desarrollo de las plantaciones destinadas al consumo, agricultores y productores utilizan diversos métodos y técnicas. El riego por aspersión es uno de los más importantes para la hidratación adecuada de las plantas y de la superficie.
El riego por aspersión implica la utilización de elementos de bombeo, tuberías e hidrantes. Estos sistemas permiten rociar agua en forma de lluvia uniforme, pero de baja intensidad, sobre toda una parcela. La intención es garantizar que el vital líquido se infiltre en el mismo punto donde ha caído.
Para realizar un riego por aspersión exitoso, el aspersor a emplear debe estar dotado de dos boquillas, cuyos chorros formen ángulos horizontales de 25º a 28º. Gracias a ello podrá tener un buen alcance, sin que el viento distorsione la dirección del agua en exceso.
Riego por aspersión En la historia
Desde tiempos remotos se utiliza el riego a través de un recipiente con asas. No obstante, ese pequeño y sencillo sistema sólo cubría espacios reducidos. La necesidad de un abordaje mucho más amplio y una mayor efectividad, llevó a crear el riego por aspersión que, sin duda, es la versión moderna de esa técnica ancestral.
Hace casi 300 años, con la invención de la bomba hidráulica que funciona por vapor, y la intervención del herrero e inventor inglés Thomas Newcomen, se pudo adaptar motores eléctricos. Gracias a ellos se pudo desarrollar el método que hoy se aprovecha en miles de sembradíos a nivel mundial, con múltiples beneficios.
Gran variedad
Existen diversos tipos de sistemas para rociar el agua en los campos, adecuados para cada terreno. Entre ellos se tiene:
- Sistema por desplazamiento radial. Se basa en la colocación de una tubería sobre ruedas, la cual se desplaza formando un círculo sobre un mismo punto, que recibe agua de un tubo enterrado en la tierra o de una motobomba. Cada vez que realiza un giro completo, el aparato dispersa una última lluvia uniforme sobre el sembradío, y repite su proceso.
- Riego de desplazamiento frontal: Formado por un tubo aspersor, dispuesto a lo largo del sembradío, transversal a los surcos en el suelo, aplica agua en áreas de forma rectangular. El líquido proviene de un canal ubicado de forma paralela al campo.
- Riego localizado: Dispuesto superficialmente para verter agua en un punto cercano a las raíces, con aspersores muy pequeños.
- Riego por cañon aspersor: Armado con una tubería flexible, que puede enrollarse o desenrollarse, dotada de un aspersor muy grande colocado en un extremo.
- Riego estacionario: Dispositivo superficial para aplicar agua en un área fija, ya que cuenta con tuberías.
Ventajas del riego por aspersión
El sistema de riego por aspersión guarda similitud con el agua de lluvia, por lo que la distribución del agua en pequeñas gotas favorece el ahorro del vital líquido. Incluso más que otras técnicas. Según sus distintos componentes, es posible colocarlo tanto en zonas pequeñas como en grandes.
El riego por aspersión es fácil de automatizar y resulta ideal para la aplicación de fertilizantes, pesticidas y demás productos para el cuidado de las parcelas, sin dañar el mecanismo. Adicionalmente, se adapta a casi todas las dosis de riego necesarias, sin requerir la nivelación previa del terreno.
Asimismo, es muy útil para césped y jardines con plantas de porte bajo. Lo mejor, es que se puede programar para que funcione en cualquier momento del día y por el tiempo que se considere oportuno.
Para liberar los rastros de suciedad también es útil, pues las cortinas de agua son capaces de arrastrar los desechos. Inclusive, puede alejar a los mosquitos y plagas.
La posibilidad de regular la intensidad del riego es otro punto a su favor. De hecho, se puede dividir el terreno por secciones para ajustar la presión a los requerimientos de cada una.
desventajas
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, como el dice el refrán. El dispositivo es considerablemente más costoso, pues implica componentes como: bombas hidráulicas de alta presión, aspersores, tuberías, etc. Asimismo, es importante verificar continuamente la estabilidad de la presión del agua.
La limpieza de este tipo de aparatos es otro punto esencial, pues tiende a tupirse con facilidad, sin mencionar que el agua esparcida se evapora con mayor rapidez. La constante humedad a su alrededor puede fomentar la proliferación de hongos y la fuerza del impacto del agua sobre el suelo puede solidificarlo, dificultando la siembra. De allí la importancia de tomar medidas.
Por otro lado, este sistema no es apropiado para cultivos de gran masa vegetal, pues el agua tiende a quedarse en las ramas y hojas, sin llegar al suelo, con lo cual se afectan las raíces. En sembradíos de tomate, por ejemplo, sugieren emplear microaspersión por la altura del agua que es más baja.
Requiere de una buena planificación, para poder acertar en la ubicación de los aspersores y la toma de agua de la cual partirá la red de tuberías y el cuerpo de bombeo.
Uno de los aspectos menos favorables, es que el viento puede perjudicar la uniformidad del riego.
Componentes del riego por aspersión
El sistema de distribución de agua por rocío precisa de ciertos elementos. Estos son algunos de ellos:
- Turbina o bomba. Se trata de una bomba hidráulica que funciona a través de un motor, conocido también como “motobomba”, que se encarga de extraer agua produciendo un vacío, para luego sacarla a presión por medio de tuberías. Sin embargo, no es necesaria su instalación si la reserva de agua se encuentra en una ubicación elevada, ya que la presión natural hará lo propio.
- Aspersor. Este aditamento permite que el agua disparada a presión se convierta en pequeñas gotas, que se repartirán de forma uniforme por el lugar. También recibe el nombre de emisor o boquilla.
- Tubería. Tubos que pueden ser tanto de metal como plástico, por los cuales se traslada el agua hasta el aspersor. Antes de decidirse a instalarlo, tome en cuenta que puede ser capaz de eliminar ciertos tratamientos que haya aplicado sobre la plantación, si no es programado correctamente. De igual forma, fuertes vientos pueden afectar la uniformidad del desplazamiento de la reserva hídrica a la planta.
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