El rhipsalis es también conocido como cactus del monte, y pertenece a la familia de las cactáceas. No procede de los desiertos, sino de los bosques tropicales y subtropicales. El nombre deriva del griego rhíps (junco), por sus delgadas ramas, flexibles y entrecruzadas.
Existen muchas variedades oriundas de las selvas tropicales de Brasil. Entre ellas se encuentran Rhipsalis cassutha, Rhipsalis pilocarpa, Rhipsalis puniceodiscus, Rhipsalis burchellii, Rhipsalis oblonga, Rhipsalis rosea. Otras son del África y algunas islas del océano Índico.
CARACTERÍSTICAS de la rhipsalis
Tiene largos tallos colgantes, un tanto aplanados al inicio, pero luego se tornan redondos. Son de un cm de grosor y pueden medir un metro de largo. En sus extremos, en primavera, nacen las flores, que no son espectaculares como la de otros cactus. Generalmente son de tamaño pequeño, blancas, rojas o rosadas, y permanecen dos meses.
Las raíces de la rhipsalis surgen muy rápido, de los ápices de los tallos al ser cortados, entre los meses de mayo a junio. Después de la floración brotan unos minúsculos frutos esféricos de 6 mm de diámetro, blancos traslúcidos de semillas negras. Ostenta una frondosa ramificación comúnmente entrelazada. En ella prevalecen las tonalidades verdes, tanto claras como intensas, y algunas son amarillentas.
Muy pocos ejemplares tienen espinas. Son epífitos porque de origen se desarrollan en las ramas de los árboles, colgando desordenadamente. Ciertas especies se amoldan a vivir sobre piedras.
CUIDADOS de la rhipsalis
No son plantas muy exigentes. Deben sembrarse en tierra húmeda y mantenerse constantemente así, con abundante humus y pedazos de corteza. La temperatura mínima indicada es de 10 ºC, la cual se aumentará cuando inicia el despuntar de las yemas. Requieren semisombra durante todo el año y temperaturas cálidas, no soportan el sol directo porque las quema.
Las heladas también las destruye y de las corrientes de aire también deben protegerse. Mientras crecen, quincenalmente se les debe proporcionar sustrato específico para cactus mezclado con el agua.
En el verano, hay que garantizar la humedad del ambiente. De esta forma se evita que el rhipsalis sea acometido por hongos o insectos como la araña roja y las cochinillas algodonosas. No se les puede proveer de cal puesto que no la toleran. Entre riegos, es imprescindible permitir que la tierra se seque evitando el encharcamiento que las pudre.
REPRODUCCIÓN Y PLANTACIÓN
Se multiplica a través de semillas o esquejes caulinares en épocas de primavera o de verano. Es bastante fácil hacerlo, como todos los cactus necesita abundante iluminación y un poco de sol matutino.
Se desarrollan sobre árboles o troncos, se nutren de las hojas en estado de descomposición almacenadas en las axilas de los árboles. La plantación ha de ser en afluencia a una temperatura de 22 ºC. Posteriormente a la floración se hacen los trasplantes de haber la necesidad.
Quedan muy bonitos colocados en macetas colgantes, en la terraza e incluso en espacios interiores con sistemas de hidrocultivo. De hecho son una de las especies más estimadas para los interiores.
USOS
La rhipsalis es usado como planta de ornato. Por ser colgante produce un bonito efecto decorativo en el hogar, bien sea dentro o en jardines, terrazas o patios. Igualmente en cualquier ambiente público luce excelente. De hecho, sus distintas variedades constituyen una tendencia decorativa en la actualidad.
Asimismo hay quienes consideran que el rhipsalis es una planta que ayuda a disminuir el estrés porque genera un efecto calmante. Las personas que viven rodeadas de ellos en el hogar se sienten menos estresadas y hasta tienen mejores niveles de presión arterial.
ALGUNAS ESPECIES de rhipsalis
- Rhipsalis puniceodiscus: En su inicio esta planta era epifita, o sea crecen en los árboles sin estar plantada en el suelo. No obstante, su estilo de crecimiento permitió que sea cultivada en macetas suspendidas donde lucen espléndidas. Son apropiadas para sembrarla en espacios externos. Crece lánguidamente, los tallos que desarrolla son tubulares, pulposos de color verde. Al madurar procede a florecer.
- Rhipsalis cassutha: Es una planta perenne bastante decorativa, adquiere forma de peluca alborotada en la medida que sus tallos se ramifican se compactas. Florece al terminar el invierno, sus florecillas son blancas. Para un mejor desarrollo necesita exposiciones luminosas sin estar directamente al sol. Algunas, en sus tallos echan raíces blancas delgadas, aéreas.
- Rhipsalis pilocarpa: Esta especie luce y decora grandemente cuando se encuentra en una cesta colgante. Sus pequeñas flores por separado no llaman la atención pero, son abundantes y en conjunto de todas, representan una hermosa composición de color blanco con matices rosa pálido. Este rhipsalis, como los demás, no tiene hojas ni espinas solo los tallos en cuya punta surgen las flores las cuales desprenden una cierta fragancia. Los tallos son finos, cilíndricos y colgantes, revestidos de cortos pelillos cortos brotados de las areolas. Al final se conforma una planta espesa.
Además de las citadas, existen muchas especies de rhipsalis. Se estima que son 35 en total, y están repartidas considerablemente por América Central, algunas regiones del Caribe y en América del Sur. Hasta en África ha llegado alguna especie. Hay quienes las llaman cactus de los hogares.
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