Originaria de Sudáfrica, el jazmín azul, también conocida como Plumbago auriculata, es uno de los arbustos ornamentales más populares en los jardines por sus exquisitas flores de un hermoso color azul cielo. El plumbago hace referencia a un género de unas 20 especies de plantas fanerógamas que crecen en los climas cálidos y templados. Su nombre tan particular proviene de la Antigua Grecia donde se creía que esta planta era capaz de combatir los efectos del envenenamiento con plomo. Hoy el cultivo de estos arbustos se ha extendido a todas las regiones que permiten, por su clima, su supervivencia.
Características del plumbago
Este género está integrado por plantas herbáceas y por arbustos cuyas medidas pueden ir desde los 50 cm y son capaces de alcanzar una altura máxima de 2 metros. Las hojas son espirales, simples, enteras, de 0,5 a 12 cm de largo, con una base y frecuentemente con márgenes pilosos. Las flores son blancas, azules, púrpuras, rojas o rosadas, con la corola tubular y cinco pétalos. Las flores se disponen en inflorescencias llamadas racimos. En el caso del plumbago auriculata, el más extendido en su cultivo, el azul de sus flores es tan profundo que de él se extrae un pigmento de uso industrial.
El plumbago posee un que cáliz tiene pelos glandulares que secretan un mucílago pringoso que les permite atrapar y matar insectos; Se desconoce el propósito de este mecanismo, si es el de protección que les permita evitar ciertos tipos de polinizaciones no deseadas, que puedan efectuar los insectos, o si estamos en presencia de una especie de las denominadas subcarnívoras.
Cultivo del plumbago auriculata
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de plantar el jazmín azul, es elegir cuidadosamente el lugar donde estará situado para crecer. El plumbago auriculata debe ser plantado en un espacio bien soleado, pero procurando que esté protegido de los vientos y corrientes de aire ya que sus ramas se quiebran con suma facilidad. Para ello se recomienda colocarlos contra algún muro o en las esquinas de los jardines. El plumbago necesita un lugar donde recostarse y pese a no ser una trepadora posee una tendencia a adherirse a los muros. En los meses de invierno es conveniente proteger al plumbago de las heladas, cubriéndolos con algún material que permita la respiración de la planta.
Para multiplicar el plumbago, existen dos métodos, ambos muy efectivos. El primero de ellos consiste en sembrar sus semillas en macetas, al final del inverno. Estas tardarán aproximadamente 10 días en germinar. Para ello usaremos tierra bien fertilizadas con una buena dosis de humedad, debemos asegurarnos que el suelo no esté aplastado y que dificulte, de esta manera la germinación y el nacimiento de los tiernos brotes.
Otro método es utilizar esquejes. Los mismos deberán ser tallos tiernos con hojas, cortados del tallo principal del plumbago. Podemos sumergir durante algunas horas el esqueje en un fertilizante líquido para facilitar el enraizamiento. Colocamos nuestros esquejes en un almácigo y si deseamos, podemos protegerlos con un frasco de vidrio o una botella plástica. Al cabo de un par de semanas, estarán en condiciones de ser trasplantados a su lugar definitivo. La variedad alba del plumbago auriculata nos proporcionará flores blancas y si queremos darle más vistosidad a nuestro jardín podemos combinar ambas variedades.
Cuidados a tener en cuenta
El plumbago, por ser un arbusto de climas templados y cálidos requiere de un riego diario durante los meses de primavera y verano. En aquellas zonas donde los vientos son más fuertes, debemos tener la precaución que la tierra no se seque. Rápidamente podremos saber si a nuestras plantas de plumbago les falta agua, ya que sus hojas tomarán un color amarillento. Durante el otoño y el invierno el riego puede ser más esporádico.
Es conveniente, cada 10 días, agregarle a nuestro riego, algún tipo de fertilizante líquido. De esta manera estaremos proporcionando todos los nutrientes necesarios para que las plantas de plumbago puedan crecer saludables. La aplicación de fertilizante se hará durante la primavera y el verano, no siendo necesario en otoño e invierno.
El plumbago es objeto de permanentes ataques por parte de pulgones, ácaros y hormigas. Para evitar que nuestras plantas sean consumidas por estas plagas podemos recurrir a un método fácil y natural. Para ello colocaremos en rociador agua y un poco de jabón líquido y pulverizaremos todas las partes que hayan sido atacadas y los alrededores de la planta. Pronto veremos como las plagas desaparecen y el plumbago recupera rápidamente su lozanía.
Esta planta nos proveerá de hermosas flores durante casi todos los meses del año a excepción del invierno.
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