Existen varias formas de clasificación de las plantas. Estas pueden agruparse según su altura, el diseño de sus hojas, el tipo de flor o la presencia o no de órganos. A menudo los botánicos las engloban en dos clases: plantas dicotiledóneas y monocotiledóneas.
Tanto las monocotiledóneas como las dicotiledóneas poseen flor, es decir, son angiospermas. La diferencia fundamental entre ambas, es que a la primera cuando germina le brota solo una “hoja primitiva” (cotiledón) y a la segunda dos o más.
Existen más de 200 mil especies de dicotiledóneas, de hecho, son las más abundantes de las angiospermas. En total se conocen unos 250 mil especímenes de plantas que florean. Éstas conforman la clase más cuantiosa de los vegetales con sistema vascular.
Características de las plantas dicotiledóneas
Su origen data de más de 100 millones de años. A mediados del Cretáceo su evolución ya era considerable. Se han adaptado a diferentes ambientes como el acuático, terrestre y epífeto (sobre otras plantas). Se pueden hallar en todo el planeta.
Su forma varía, pues se consiguen desde chicas y medianas, como los arbustos, hasta árboles inmensos que miden unos 100 metros de alto. Algunas especies de dicotiledóneas son las Rosáceas, Leguminosas y Rutáceas.
La raíz de las plantas dicotiledóneas surge en lo que inicia la germinación y sigue su crecimiento. Esto no ocurre con las monotiledóneas. A medida que aumentan su tamaño las hojas toman su forma. Pueden ser tipo corazón, como cintas largas, con bordes simples o dentados, todo depende de la especie.
Estructura de las plantas dicotiledóneas
Una característica estructural de las dicotiledóneas es que cuando es cortada una de sus ramas se pueden observar “anillos anuales”. Éstos se forman por el floema y el xilema. Igualmente, el tronco y las ramas se hacen más gruesos, formando así la leña o la madera.
Sus flores suelen poseer entre cuatro y cinco pétalos. En ellas se puede ver la diferencia entre la corola y el cáliz. En cuanto al polen, este posee tres poros. De la raíz principal pueden emerger otras raíces.
Como ocurre con las plantas traqueófitas, las dicotiledóneas presentan esporofitos y gametofitos. Es decir, que tienen dos generaciones de células múltiples. Estos se organizan en órganos y tejidos.
Sistema de reproducción
Su sistema de reproducción es sexual. El evento ocurre de una sola fertilización doble. Es entonces cuando aparecen las frutas, las flores y las semillas. El polen fecundado es liberado por sus dos núcleos testiculares. Uno de ellos llega a la ovocélula y el otro a la binuceada. Tras este proceso se crea el endosperma.
Las flores están creadas para generar los frutos y las semillas. El proceso puede darse de tres maneras: por polinización cruzada, por autopolinización o por apomixis (asexual). Cuando los insectos polinizan la hoja carpelar se cierra. Esto también sucede para proteger los óvulos de la mordedura de otros insectos.
Especies populares
Aguacate, Manzano, Cactus, Algodón, Naranjo, Rosal, Victoria amazónica, Tomate, Guayaba, Peral, Árbol de eucalipto y Papaya son algunos ejemplos de plantas dicotiledóneas. Entre los más sembrados está el Arces (Arces sp). Éste se da en climas templados. Existen unos 160 tipos de éste árbol. El japonés es el más común.
La Buganvilla en flor (Bouganvillea sp) es una trepadora que abunda en Suramérica. Esta dicotiledónea puede medir unos 12 metros de alto. Durante la primavera embellece los paisajes por sus llamativas flores blancas, rosadas o anaranjadas. Para su cultivo necesita climas benévolos, es decir, ni muy calurosos ni muy fríos.
Los Rosales amarillos (Rosa sp) están catalogados como los arbustos con las flores más hermosas del reino vegetal. Es tanta su belleza, que además de sus casi 100 especies, también se han creado híbridos espectaculares. Su fácil cuidado y resistencia al frío (-5°C) hace que sean los reyes de innumerables jardines.
Valor de las plantas dicotiledóneas
Las plantas con flores como las dicotiledóneas representan la clase más sustancial para el ser humano, los animales y el planeta. Las angiospermas son proveedoras fundamentales de alimentos y otros recursos necesarios para la subsistencia.
El cultivo de estas plantas es figura clave del sector agrícola mundial. Pero no solo los hombres se benefician de sus frutos y semillas, sino también los animales. Muchas especies sirven de pasto para el ganado y criaturas silvestres.
A partir de los tallos, cortezas y frutos también sirven de materia prima para la industria. Tras procesar estos recursos se elaboran piezas para construir viviendas, abrigos, papel, plástico, fármacos y tóxicos.
Ornamento y ecología
La hermosura de muchas de las flores que poseen las dicotiledóneas es aprovechada para embellecer el paisaje de casas, avenidas y parques. Deleitarse con el aroma y colorido que brinda la naturaleza es un valor muy preciado en la sociedad.
Sin embargo, su aporte al ambiente va más allá. Ecológicamente, gracias a las dicotiledóneas se evita la erosión de los suelos y se protegen los espacios frente a la incursión de los mares. Igualmente, es un medio de seguridad ante los embates del viento.
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