La pandorea es una planta conocida como trepadora, enredadera, escandente o bejuco, porque tiene la propiedad de no poderse mantener erguida por sí misma, necesitando una base para “encaramarse” o trepar, que puede ser otra planta, un muro o un peñasco. Para subir utiliza raíces adventicias o se enrosca alrededor del soporte, llamándose entonces voluble. No es parásita. Asciende para recibir más luz; o bien, para encontrar el lugar ideal para su desarrollo.
Aunque es trepadora, tiene características de arbusto. Es densa y de crecimiento ágil. Dentro de las numerosas variedades de este género es el más usado en jardinería, para cubrir muros, pérgolas u otras estructuras. Se adapta perfectamente en macetas grandes, pero siempre requerirá de un apoyo, especialmente en su etapa joven, para levantarse recta, ya que sus tallos son muy delgados y no aguantan su propio peso.
Esta planta es muy solicitada también por sus hermosas flores, que desprenden un sutil perfume muy agradable. Se presentan en ramilletes, en forma tubular o de trompeta, de un color rosa pálido o blanco. En su cuello y cáliz refleja un tono rosa muy intenso, casi rojo. Además su periodo de floración es muy prolongado, desde comienzos de la primavera hasta iniciación del otoño.
Características de la pandorea
El nombre científico es Pandorea jasminoides o Bignonia jasminoides. La denominación común es bignonia blanca o pandorea. Pertenece a la familia Bignoniácea, del Orden Lamiales, subclase o clase Asteridae. Es originaria de Oceanía, Australia y Malasia. Sobrevive a una temperatura de 25ºC.
La pandorea conserva sus hojas todo el año, son opuestas imparipinnadas, con 5 a 7 folíolos semi coriáceos, muy brillantes de color verde oscuro, oval lanceolados con acumen o no. En cuanto a las flores, son perfumadas, atrompetadas con cáliz de alrededor de 8 mm y corola de 6 cms de largo y 6 cms de diámetro, acabadas en 5 lóbulos pronunciados. Tienden a ser de color blanco o rosa pálido con garganta roja; hay variedades blanco puro y otras color rosa, con garganta púrpura. Florece a pleno sol, y especialmente en la parte alta de la planta. La parte baja, con el tiempo, se va quedando despoblada. En otoño, la pandorea produce unos frutos de unos 10 cm de longitud, llenos de semillas. Se presentan en forma de cápsula oval gruesa, de 8 cms de longitud, que al madurarse “lanzan” las semillas.
Requerimientos
La pandorea exige de una exposición a pleno sol, pero igualmente puede sobrevivir muy bien en una semisombra, en este caso producirá más hojas que flores. No tolera las heladas. Su riego en verano debe ser abundante, porque el suelo requiere estar siempre húmedo, pero no encharcado. Durante el invierno debe ser más moderado.
Crece muy bien en tierras drenadas, poco ácidas, y ricas en humus. En la florescencia es preciso abonar mínimo cada 15 días, con mantillos mineralizados ricos en fósforo, potasio y nitrógeno. Debe tenerse presente, que al finalizar la floración es recomendable podarlas para darles una bonita forma y ayudar a fortificar sus raíces.
Reproducción de la Pandorea
La pandorea se reproduce a partir de semillas que deben ser propagadas en primavera; aunque también lo puede hacer por brotes. Realizándolo de esta forma, se fijan con más facilidad y rapidez en la tierra, durante cualquier época del año.
Enemigos y tratamientos de la Pandorea
La pandorea resiste el ataque de plagas y enfermedades. Sin embargo, el clima primaveral, con elevado salto térmico en las horas diurnas y nocturnas, así como las lluvias muy frecuentes, pueden favorecer la aparición de enfermedades causadas por hongos.
No deja de ser molestada por la mosca blanca, la botritis, la araña roja y la cochinilla harinosa. Se debe tratar preventivamente con un hongocida sistémico, manejado antes de que las flores engruesen excesivamente. Para finales del invierno es aconsejable brindarle un tratamiento insecticida de amplio espectro con el fin de prevenir la embestida con áfilos y cochinillas. Estos tratamientos deben efectuarse cuando el jardín no haya florecido porque podría afectar el crecimiento de otras especies o de ella misma. Siempre es importante consultar a un especialista para no sobrepasar las dosis.
Usos de la pandorea
La pandorea posee un carácter ágil en su desarrollo y una destreza para irse liando sobre una valla, pérgola o una pared. Uno de los folíolos se transforma en zarcillo, que emplea para aferrarse a cualquier superficie, lo que la convierte en un ejemplar perfecto para cualquier jardín soleado, terrazas y tapias. Llega a medir de 4 a 5 m de longitud, sin olvidar que requiere de soportes que le faciliten su “acción” de trepar. Del mismo modo se puede cultivar en hermosas vasijas para adornar azoteas, glorietas y balcones, los cuales perfumará con su suave fragancia. Pero ninguna variedad prospera en el interior de una vivienda o cubierta totalmente, ya que necesita de aire libre y sol, o al menos una semi sombra luminosa.
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