Opuntia es un género de cactus, con más de 300 especies, que tiene gran presencia en las zonas áridas de Perú, México, Argentina, Italia y España, aunque también se halla en Estados Unidos y la Patagonia. Estas plantas, de la familia Cactáceas, suelen crecer de forma silvestre y llaman la atención por sus flores de diferentes colores, que le dan un gran valor ornamental. Por lo general son abiertas, grandes y adoptan tonalidades como naranja, rojo, púrpura y amarillo.
Características de las opuntias
La mayoría son verdes, con pencas (clabodios) anchas e inclinadas, que poseen espinas de hasta 10 centímetros de largo. Miden de 30 a 60 centímetros de largo, por 20 o 40 centímetro de ancho. Su espesor es de 2 a 3 cm. Cuentan con una cutícula que impide su deshidratación.
Estas matas producen frutos que crecen a partir de las flores que se originan al final de cada rama. A estos se les llama tunas y muestran una forma ovalada. Por lo general miden unos cinco centímetros de longitud y pasan del verde al rojo, amarillo o naranja cuando están maduras.
Su sabor es dulce y refrescante, pero las pequeñas semillas que guardan en su interior pueden hacer que su ingesta se torne molesta, pero no dañina para el organismo. Se deben pelar con cuidado, ya que su cáscara cuenta con diminutas espinas. Cultivar una opuntia puede ser muy fácil. Buscando la asesoría precisa y tomando en consideración estas recomendaciones, el resultado será exitoso.
Las opuntias más conocidas son: Opuntia ficus indica, Opuntia littoralis, Opuntia microdasys, Opuntia monacantha, Opuntia ovata y Opuntia tomentosa.
Cultivo de la opuntia
Las opuntias llegan a crecer como unos árboles, por lo que conviene sembrarlas en el suelo. Una de sus ventajas, es que soportan el sol y la sequía. Para ellas hay que seleccionar un espacio amplio, donde haya suficiente claridad. Si es preciso, donde entren los rayos del sol de manera directa.
El suelo no será un problema, porque se adaptan a casi todos los tipos. Sin embargo, se recomiendan los de textura arcillosa y arenosa, de origen calcáreo, con un buen drenaje. La profundidad debe ser de uno 30 cm, para que la siembra dé buenos resultados. En cuanto al pH, debe ser neutro o alcalino.
Reproducción de las opuntias
Se pueden multiplicar por semillas, pero lo mejor es hacerlo por esquejes, tomando en cuenta que durante el primer año de crecimiento necesitarán agua una vez por semana, para que se desarrollen como es debido.
La sugerencia de los agricultores es ubicar un cladodio de la planta madre. Luego del corte, hay que garantizar que la zona cicatrice y que los sitios de pérdida de humedad queden sellados.
Debes saber que la pieza obtenida suberiza y el agua que almacena le será suficiente para promover la transpiración y favorecer la aparición de raíces y brotes al ser dispuesta en el suelo. Una buena opción es colocar varias penas en un vivero, en bolsas o camas almacigueras, para luego plantar en el terreno definitivo al cabo de nueve o 12 meses.
Es preciso escoger las pencas que no tengan plagas ni enfermedades, que se vean vigorosas, y que hayan mostrado buena producción de frutos. Para una siembra de grandes proporciones, se puede recurrir a los surcos o tresbolillo (colocación en filas paralelas).
procedimiento más simple
Si eliges una maceta, debes asegurarte de que el drenaje sea bueno. Corta un esqueje con una tijera de jardinería, que esté muy cerca de los tallos. En un recipiente, con 30 centímetros de tierra, coloca la planta en el centro, riega y ubica en un lugar iluminado, pero que no tenga contacto directo con el sol, por ahora. En unas dos semanas, las raíces comenzarán a salir. Durante el verano, la opuntia debe regarse dos veces a la semana, mientras que el resto del año, cada 10 días.
Para que la planta sea más productiva, se aconseja podar para que la estructura de la penca abra y aproveche mejor la luz. En el primer año hay que quitar las ramas que se vean hacia abajo. de forma horizontal y desde la base. Posteriormente, hay que sumar los cladodios que van hacia adentro. En cuanto a la fertilización, te podemos decir que es muy delicada. Según la etapa, puede requerir estiércol vacuno.
Cuidados de la opuntia
La opuntia y la mayoría de las especies de cactus son resistentes al clima y a otros factores externos. Muy pocas veces resultan afectadas y crecen sin ningún problema. Sin embargo, como toda planta, existen plagas que pueden dañar todo el cuidado que hemos puesto en el arbusto. En el caso de la opuntia, puede ser atacada por cochinillas (un insecto blanco que se pega a los tallos).
Para eliminarlas, se recomienda utilizar aceite de parafina o mojar un algodón con agua y jabón, para luego aplicar en las zonas donde aparecieron los animalillos. Asimismo, el riego constante y sin drenaje adecuado puede hacer que aparezcan hongos del tipo Phytophthora, que hacen que las raíces de la planta se pudran.
Si tu opuntia está muy mustia, dañada o con poco color, te recomendamos que cortes algunas ramas y las siembres aparte, porque probablemente, el cactus muera pronto. Muy importante es utilizar tierra porosa (similar a la arena de río).
Versatilidad de la opuntia
Muchos cactus son utilizados en otros ámbitos de la vida diaria, aparte de la jardinería. La especie Opuntia ficus es una de ellas. Este tipo de arbusto es empleado para la elaboración de medicamentos que sirven como astringente, antiinflamatorios, digestivos, antioxidantes y diuréticos.
La Opuntia ficus tiene acciones hidratantes cuando se aplica como crema facial, por lo que es común su uso como ingrediente principal en la cosmética. Pero eso no es todo. En muchos hogares se aplica para impermeabilizar techos, espesar mezclas y contribuir a que las paredes absorban adecuadamente las pinturas.
Las opuntias son muy diversas, así como sus componentes. Buena parte de ellas son ricas en potasio, zinc, hierro, cobre, calcio, fósforo y sodio. En todo caso, te sugerimos que antes de consumir o utilizar esta planta como remedio casero, informes a tu médico de confianza, a fin de evitar posibles complicaciones de salud.
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