Su nombre científico es Melia azedarach y es una variedad arbórea de la familia de las meliaceaes, específicamente de la clase magnoliopsida. Se conoce popularmente como cinamomo, paraíso sombrilla,agriaz, árbol del paraíso y lila. Un investigador sueco la incluyó en el género melia, por ser un calificativo antiguo con el que los romanos designaban al fresno de flor. Las hojas compuestas eran parecidas, sin tener ninguna relación desde la perspectiva botánica.
Características del Melia azedarach
Tronco y hojas
El Melia azedarach es un árbol pequeño, que generalmente mide de 6 a 10 metros. Sin embargo algunos ejemplares llegan a los 15 metros. Su tronco es reducido y erguido, de corteza agrietada y tono gris. La copa se asemeja a una sombrilla. No es muy densa, pero alcanza unos cuatro a ocho metros de diámetro.
Esta variedad es de hojas caducifolias, compuestas y bipinnadas. Están dispuestas en forma alternada sobre las ramas, llegando a medir unos 90 cm. Su forma es lanceolada y posee bordes aserrados.
Flores y frutos
Las flores son aromáticas. Presentan un hermoso color lila azulado y desarrollan 5 pétalos, cuya disposición se parece a una estrella. Crecen en forma agrupada, en manojos, concretamente en las axilas de las hojas. Es decir, entre el tallo y la hoja. Cuelgan de un extenso pedúnculo y brotan en los meses de mayo y junio.
Este árbol ofrece unos frutos carnosos, en forma de globo, de 6 a 18 mm, apiñados en racimos colgados. Al inicio su color es verde, volviéndose amarillos y algo blanquecinos al envejecer. Perduran en la mata durante bastante tiempo y es en otoño e invierno que maduran. No son comestibles, de hecho son venenosos.
HÁBITAT del Melia azedarach
El Melia azedarach es nativo del sureste de Asia, en donde llega a crecer a alturas de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Se cultiva en diferentes regiones de este país. Distribuyéndose también en la zona del Caribe, Norte de américa y Oceanía.
CULTIVO
Se dice que el Melia azedarach es un árbol que resiste nevadas leves y veranos calientes. Se adapta a épocas de sequía, a tierras ácidas, alcalinas o salobres. No sobrelleva muy bien las brisas porque sus ramas son bastante frágiles. Se propaga muy fácilmente, bien sea por tallos o semillas.
USOS
El Melia azedarach se emplea en la jardinería como árbol de sombra, por su copa amplia y tupida, así como por su veloz crecimiento. De igual manera por su copiosa, perfumada y atrayente florescencia. Se observa en parques, plazas y al borde de las carreteras. También se usa para adornar pesebres.
De igual forma su madera de gran calidad, posee una solidez promedio y una tonalidad que fluctúa entre un castaño diáfano y rojo intenso. Esta madera tiene bastante semejanza con la caoba, ya que corresponden al mismo linaje botánico. Se le da uso medicinal, como tratamiento para parásitos intestinales.
Se acostumbra a utilizar las semillas en la elaboración de rosarios y collares. Estos se agujerean fácilmente, porque poseen una perforación original en sus puntas. En algunas zonas, al Meliaa zedarach se le denomina árbol santo. De hecho,se le da un valor sagrado en Irán, Malasia y la India.
Las hojas del Melia azedarach se han empleado para teñir lienzos. Anteriormente se utilizaban para oscurecer y vigorizar el cabello, sin llegar a abusar de ellas, pues manchan hasta la piel.
TOXICIDAD melia azedarach
El Melia azedarach es fuertemente tóxico para el hombre y demás mamíferos. Sin embargo las aves logran resistirla, porque forma parte fundamental de la alimentación de la Catita myiopsitta monachus.
Su contenido de neurotoxinas, especialmente de tetranortriterpeno, en una dosis de 0,66 g por kg, puede envenenar a un mamífero adulto. Cuando esto ocurre se presentan síntomas como vómito, dolor ventral, cólicos, problemas pulmonares, intolerancia y descoordinación. En el peor de los casos ocurre un paro cardíaco.
En relación con la toxicidad del Melia azedarach, existe un relato que publicó el Ministerio de Fomento en su Gaceta Agrícola, de fecha abril de 1887. El mismo cuenta que durante la Guerra de la Independencia, los galos sembraron gran cantidad de estos árboles, con la finalidad de embellecer el entorno y ofrecer sombra a los lugareños y tropas.
Algunos de estos se plantaron cerca de una célebre fuente del Puerto de Santa María en Cádiz. Al pasar el tiempo, el agua de la fuente comenzó a causar ciertos efectos dañinos que no ocurría anteriormente. En vista de la emergencia se acudió al farmacéutico de la ciudad, quien afirmó que eran los frutos de los árboles que rodeaban la fuente la causa del mal.
Estos frutos caían en los abrevaderos de la fuente contaminándola. De allí que se procedió a quitar todos los árboles cercanos de Melia azedarach y el agua comenzó a ser apta para el consumo.
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