El liquidámbar es uno de los árboles más bonitos y representativos del otoño en los países donde se dan las cuatro estaciones.
Comúnmente se le llama árbol del ámbar, estoraque, ocozol y árbol del estoraque, pero etimológicamente se le denomina Liquidámbar styraciflua, que significa «ámbar líquido», debido a la resina aromática que se saca de su corteza. Es «rico en sustancias gomosas» y pertenece a la familia de las Hamamelidáceas.
Características del Liquidámbar
Posee hermosas hojas en forma de arce que durante la estación otoñal se tiñen de tonos amarillos, rojos y burdeos, sobre todo cuando reciben gran cantidad de sol y frío, pero sin lluvias.
Los llamativos colores que brinda, convierten al liquidámbar en un árbol muy buscado para decorar plazas y jardines. Tiene una altura promedio de 10 a 40 metros y una anchura de unos 10 metros.
La forma que toma, se semeja a la de un cono o pirámide. Cuando es joven, su porte es estrecho o cónico, pero cuando envejece se va ensanchando. El tronco tiene hendiduras profundas y corchosas en su corteza, algo que caracteriza a esta especie.
Floración
Durante la primavera, el liquidámbar empieza a florear, pero sus flores no son vistosas, por lo que carecen de uso ornamental. Lo más curioso de este proceso, es que brotan flores tanto femeninas como masculinas. Las primeras son globosas y alargadas, parecidas a un péndulo, mientras que las segundas son un poco más redondeadas y se hallan juntas en racimos terminales.
Los frutos del liquidámbar tienen apariencia capsular y tienden a abrirse por dos valvas. Crecen en grupos globosos. Tienen numerosas semillas comprimidas, con un ala membranosa en uno de los extremos. Miden aproximadamente cuatro centímetros de diámetro. Son como una especie de esferas de color marrón, repletas de espinas y cuelgan después de que se caen las hojas.
Al principio, el liquidámbar tarda bastante en desarrollarse, pero luego del tercer o cuarto año de sembrado el proceso se hace mucho más rápido. Cuando llega a la edad madura se estanca.
Como no necesita ser podado regularmente, el liquidámbar es un árbol que se planta en calles y parques, pues generalmente no daña los cables ni la arquitectura de los sitios públicos. También se puede sembrar en el césped de los jardines o patios, ya que tolera los embates del clima, brinda sombra y frena la acción del viento.
Cultivo del liquidámbar
Quien se anime a cultivar este árbol, deberá tomar en cuenta que sus raíces son muy delicadas, por lo que no es conveniente plantarlo hasta que estén muy bien desarrolladas.
Aunque el liquidámbar es fuerte, no es recomendable sembrarlo en zonas donde el clima y suelo son muy secos. Tampoco en suelos poco profundos y en lugares pequeños que no le brinden el espacio necesario para alcanzar su gran tamaño.
Para que el árbol crezca de manera perfecta, lo ideal es que la tierra donde se cultive sea húmeda o con un buen sistema de riego. El liquidámbar se da efectivamente en áreas donde el agua se encuentra a poca profundidad. De igual manera se aconseja que el terreno sea ácido, para que despliegue todo su colorido durante la estación otoñal.
Como dijimos anteriormente, no amerita ser podado continuamente, pues perdería su espectacular forma de pirámide con ramas que se multiplican desde la base del tronco. Lo que si se acostumbra, es a eliminar la madera muerta o seca al comienzo del otoño y las que vayan apareciendo cuando ya ha perdido sus hojas. En las zonas donde hace mucho frío, es importante no excederse con la poda, pues se vería debilitado.
Para su reproducción, se deben seguir ciertas pautas según la estación. En otoño se multiplica a través de sus semillas. Por esquejes en el verano y por acodo en primavera.
La recolección de las semillas del liquidámbar tendrá que hacerse al madurar sus frutos, ya que se deshacen y se abren rápidamente. La semilla tiene letargo interno, por lo que será apropiado someterla a un tratamiento antes de sembrarlas.
Propiedades del liquidámbar
El liquidámbar es muy famoso porque de su corteza interna se obtiene un aceite llamado estoraque, el cual tiene diversos usos medicinales. Con él se preparan bálsamos y pomadas de gran uso comercial y casero.
Entre las afecciones que se tratan con el aceite están ansiedad, bronquitis, gripes, tos, cortes en la piel, ahogo y sarna.
También se usa como un efectivo expectorante en casos de catarro crónico, asma y bronquitis, pues tiene poderosos beneficios contra las enfermedades respiratorias.
Otros usos incluyen el tratamiento contra la gonorrea, leucorrea y lesiones cutáneas como parasitosis, eccemas y ulceraciones.
Para preparar el bálsamo de estoraque se deben hacer incisiones en el tronco del árbol y recolectar el aceite o resina.
Muchas personas también lo utilizan para perfumar y desodorizar el ambiente haciendo vapores al calentar el aceite del liquidámbar, similar a los sahumerios que se preparan con las hojas de eucaliptos.