La fauna y la flora se caracterizan por su inmensa variedad. Los descubrimientos no cesan, y cada día surgen nuevas especies dignas de conocer e investigar. En el caso de las plantas, una de las más populares en el mundo es el lentisco, cuyo nombre científico es Pistacialentiscus.
Llamado comúnmente como mata charneca o entina, el lentisco forma parte de la familia de Anacardiaceae y es más apreciado de lo que se piensa.
La principal característica del lentisco es su tronco, que es bastante resistente y le otorga la posibilidad de sobrevivir por muchos años. Generalmente, este árbol se desarrolla muy bien en climas mediterráneos y de altas temperaturas, pero los ambientes gélidos tampoco afectan su crecimiento.
Este tipo de arbusto cuenta con unas 10 especies, y tiene gran presencia en la zona mediterránea, las islas Canarias, México, el sur de Estados Unidos y Asia Central, donde se le han dado otras denominaciones como Pistacia mexicana, Pistacia vera, Pistacia atlántica y Pistaciachinensis, por mencionar algunas.
Cuidados del lentisco
Si alguien se muestra interesado en cultivar un lentisco, no debe preocuparse por la aplicación de grandes normas o procedimientos porque esta planta suele crecer y desarrollarse sola, sin cuidados especiales.
Cualquier suelo le sirve a la planta de lentisco, incluso las zonas costeras, por lo que no resulta extraño ver un árbol de esta especie cerca de la playa. Los expertos aseguran que el lentisco soporta sin contratiempos la salinidad.
A pesar de no requerir grandes atenciones, lo ideal es que se le proporcione ocasionalmente una fertilización apropiada con estiércol orgánico para que se despliegue mucho más rápido, en especial cuando llega la temporada de invierno. Se habla de un 20 por ciento más de crecimiento del lentisco si se utilizan estos productos de jardinería.
Asimismo, el lentisco necesita de un riego regular, aunque no muy constante, precisamente porque se adapta muy bien a los suelos de cualquier clima. La recomendación es a no encharcar demasiado el terreno para no propiciar un daño en las raíces.
El lentisco posee unas hojas de un color verde intenso que le dan un aspecto brillante, lo que lo convierte en una buena opción para lucir en vergeles y patios. Es bueno que sean espacios de importantes proporciones para que pueda crecer con libertad.
Características y reproducción del lentisco
El lentisco es una especie muy amigable. Se reproduce mediante la plantación de semillas, que es el método más eficaz para obtener un crecimiento óptimo. Conviene asesorarse un poco, puesto que la semilla del árbol tiene un envoltorio impermeable que dificulta la germinación. Esta se puede conseguir con un proceso de escarificación que trata de ablandar la cubierta de la simiente para que pueda gestarse sin dificultad.
El arbusto del lentisco llega a alcanzar hasta ocho metros de altura, aunque lo regular es que mida unos cuatro metros. Con el paso del tiempo, el tronco y las ramas se vuelven más gruesos y fuertes, por lo que puede ser un árbol bastante longevo. Cuando comienzan a brotas las ramas, éstas son rojizas, y con los días se tornan grises.
Muchos se sienten atraídos por las pequeñas flores que muestra el lentisco, las cuales suelen aparecer en la temporada de primavera. Van de tono amarillo hasta el rojo intenso. Crecen en ramilletes apretados de unos tres milímetros de tamaño. También produce una frutilla roja y aromática que sirve de alimento para ciertos animales. Ésta es apta para el consumo solo cuando se vuelve negra, señal de que ya ha madurado.
Las hojas en ocasiones son utilizadas para la elaboración de infusiones que sirven como tratamiento de padecimientos de la salud como gripe y dolencias.
Capacidad de resistencia
La planta del lentisco es capaz de soportar un sol intenso y un frío prolongado de hasta 6 grados bajo cero. Aunque la mayoría de los arbustos generalmente requieren de vigilancia constante, el lentisco ni siquiera necesita ser podado con frecuencia. Uno de los atributos de este árbol son sus esplendorosas ramas, sus particulares flores y su extraño fruto, así que vale la pena dejarlo crecer.
Lo que sí es fundamental, es mantener alejadas las plagas que pudieran causarle enfermedades. Es oportuno aplicar sustancias fungicidas bajo sugerencia de los conocedores, a fin de evitar complicaciones.
Ante cualquier cambio de apariencia de la planta, es indispensable buscar ayuda en los viveros, donde los expertos pueden proporcionar consejos para recuperarlo y embellecerlo nuevamente.
La variedad de lentiscos se puede determinar porque todos lucen diferentes entre sí. Mientras unas plantas son más pequeñas y de hojas rojizas, otras son más altas y con ramas muy largas. Es un árbol fácil de conseguir, y es ideal para las personas que no tienen mucho tiempo para dedicarles.
De una de las especies del lentisco se deriva el conocido pistacho, un fruto seco predilecto en buena parte del mundo.
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