Tiene un romántico nombre que tal vez se deba a su fuerza y durabilidad, pues si se cuida adecuadamente puede permanecer radiante por generaciones. Se trata de lazo de amor, una planta conocida también como cinta, por la forma de sus hojas.
Su denominación científica es Chlorophytum comosum. Es común encontrarla en los hogares, porque es fácil de mantener. Lazo de amor forma parte de la familia de las liliáceas y es originaria de las selvas tropicales de África del sur. Actualmente existen poco más de 200 especies diferentes.
Sus hojas nacen de una roseta basal. Son alargadas, péndulas, afiladas y de color verde con un listón blanco en el centro. Los retoños brotan de unas flores blancas pequeñas. Si se trasplantan correctamente, se desarrollan hasta la adultez.
Esta planta mantiene alejados a sus hijos, pero conserva el vínculo por un buen tiempo. Mientras estos no se fijen en el suelo, dependerán de la madre y ésta se debilitará. Si se desea plantar los hijuelos, se debe esperar a que salgan sus raíces para poder separarlos y garantizar cultivo.
Beneficios extra del lazo de amor
Además de embellecer los espacios, un estudio hecho por la NASA indicó que el lazo de amor purifica el ambiente. Al parecer, esta planta renueva el aire contaminado por monóxido de carbono y formaldehido presente en barnices, aerosoles y cosméticos. Sin duda, es imprescindible considerar tenerla en el hogar.
Otra razón aunque más mística, en su poder energético. Algunos conocedores aseguran que el lazo de amor brinda energías positivas a las parejas, mantiene vivos los sentimientos y contribuye a fomentar uniones duraderas. No está demás alentar al cosmos para atraer esas buenas vibras.
En cualquiera de los casos, la mejor manera de conservarla, es en el interior de la vivienda. La planta se adapta a casi todo tipo de temperaturas, pues soporta desde un área de poca luz hasta una muy fría.
También se puede sembrar en jardines, patios o ventanales. Lo importante es que la luz no le dé directamente. Es preferible que esté en semisombra. Exponerla a los rayos del sol, hará que sus hojas se tornen amarillas y se quemen.
Cuidados del Lazo de amor
Si observa que las hojas se empiezan a quebrar o a marchitar, es señal de que la luz está muy fuerte. Lo mejor será cambiarla a otro sitio, más añejada de las radiaciones directas.
Expertos recomiendan regar la planta al menos una vez a la semana, pero sin exagerar en la cantidad de agua. La tierra siempre debe permanecer húmeda, pero no inundada. Si es posible, conviene emplear agua destilada o filtrada.
Si la tierra está muy seca, debe humedecerse. Si está muy árida podrían dañarse las hojas. Lo mejor para el lazo de amor será usar una botella de riego para calcular la dosis de agua necesaria y no mojarla demasiado. Un síntoma de exceso de riego es la aparición de manchas a lo largo de sus hojas.
De vez en cuando, se puede pulverizar la superficie. Si no hay suficiente humedad en el ambiente, las puntas se secarán.
Aunque es muy resistente, el lazo de amor puede debilitarse o enfermarse por acción de plagas (pulgones o cochinillas) o por factores externos. Si esto sucede, hay que añadir fertilizantes a la maceta para sanarla. Procure que sean porciones pequeñas. De lo contrario, se podría generar el efecto contrario.
El abono para ella no es tan requerido, pero una buena alternativa es añadir humus de lombriz cada 15 días en los meses más cálidos.
Su mejor época
Las estaciones influyen en la apariencia del lazo de amor. Su mejor época, cuando están brillantes y hermosas en demasía, es “a finales de invierno/principios de primavera, a mediados y finales de primavera/principios de verano”. Si durante estas temporadas nota que sus plantas están frágiles, cambie el agua que usa para regarlas y añada un fertilizante orgánico en la tierra.
Para mantener los lazos de amor bonitos arranque con sus manos las hojas marchitas o quebradizas. Trate de rasgar la hoja justo por debajo del punto frágil y no toda la hoja. Quitarlas a mano permite que la parte sana continúe recibiendo aire y luz del sol, algo que en ocasiones se perjudica por recortarla con tijera de jardinería o alicates.
Teniendo en cuenta la velocidad de crecimiento del lazo de Amor, se aconseja trasplantarla dos veces al año. Es importante chequear la base de la maceta para comprobar si las raíces salen de los agujeros de drenaje.
reproducción del Lazo de amor
Como se mencionó anteriormente, los hijuelos de lazo de amor germinan a los extremos de sus tallos y son muy fáciles de trasplantar. Para ello deben enterrarse en un recipiente, contentivo de arena de río, preferiblemente, y substrato universal en una proporción de 1-4 en volumen. Se deben separar de su madre cuando hayan enraizado. En caso de que el tallo que une al hijo no sea muy largo, es vital colocar una base para elevarlo.
Si el interés no es reproducir la mata, se deben cortar los hijos porque el lazo de amor proporciona buena parte de su savia a esos hijuelos, por lo cual no se alimenta bien y adquiere mal aspecto.