En la Antigua Roma, los emperadores lucían una corona confeccionada con 2 ramas de laurel. Era el símbolo del triunfo y ponía de manifiesto las campañas victoriosas que cada emperador lograba para engrandecer ese gigantesco imperio. El laurel o Laurus nobilis, tal su denominación científica, es un árbol que se encuentra presente en la cocina, en usos medicinales y que originalmente proviene de las zonas del Mediterráneo.
Conociendo el laurel, sus CARACTERÍSTICAS
El laurel puede ser un arbusto o un árbol dioico, es decir que existen ejemplares masculinos y femeninos. De hojas perennes, puede llegar a medir entre 5 y 10 metros de altura, posee un tronco recto con una corteza de color gris y copa frondosa.
Las hojas de laurel son azuladas, se ubican en las ramas de manera alterna, su forma es lanceolada o levemente oblongas, aromáticas, suele presentar, en ocasiones, bordes ondulados. Su ápice es agudo y más atenuado en su base. Poseen una longitud que va desde los 3 a los 9 centímetros y un pecíolo más bien corto. En el haz, la hoja presenta un color verde lustroso, siendo más pálido en el envés.
Las flores de esta planta se disponen en umbelas sésiles de 4-6 flores de 4 pétalos que aparecen en marzo-abril, y son amarillentas. Las flores masculinas cuentan con 8 a 12 estambres que miden alrededor de 3 milímetros, y están provistos de 2 nectarios opuestos. En cambio, las flores femeninas disponen de 2 a 4 estaminodios apendiculados y ovario subsésil.
Posee un fruto en forma de baya de forma ovoide que mide 15 milímetros. En la madurez, esta baya adquiere una coloración negra. Es acuminada y con pericarpio delgado. Dentro de la baya existe una sola semilla de 9 por 6,5 milímetros. Madura a principios de otoño.
Usos y propiedades del laurel
Las hojas de laurel constituyen un condimento muy apreciado en toda la gastronomía europea, pero paulatinamente se ha ido extendiendo su uso a todo el mundo. En la cocina mediterránea no falta en, prácticamente, ninguna presentación. Con el tiempo, el laurel, ha sido adoptado en la cocina norteamericana y de Centroamérica, sobre todo en México donde se lo utiliza bajo la denominación de Laurel de Castilla. Su uso es muy amplio, sobre todo en sopas, guisos y estofados, pero también se utiliza para sazonar carnes, pescados, mariscos y vegetales. Las hojas se utilizan enteras o en forma de bouquets, que luego son retirados antes de servir. Suele ser comercializado presentándose triturado o molido para aprovechar mejor sus aromas y sabores.
El laurel posee un amplio uso medicinal. Su principal acción terapéutica es como tónico estomacal, ya que sirve para estimular el apetito, es un agradable digestivo y posee propiedades carminativas y colagogas. De los sus frutos se puede obtener un aceite esencial, conocido como manteca de laurel que es utilizado para el tratamiento de inflaciones articulares y en casos de pediculosis. Su uso debe estar supervisado por profesionales de la salud, ya que la ingesta excesiva de laurel puede resultar tóxica para el organismo.
La madera del árbol de laurel es apreciada por su dureza y se utiliza en aquellos trabajos que requieran un fuerte soporte, como vigas o empalizadas.
Cultivo del laurel
El laurel es una planta que prefiere los climas cálidos o templados, ya que no soporta las heladas. Las áreas frescas y húmedas son las más adecuadas para su normal crecimiento. El suelo donde se dispondrán para el cultivo, los ejemplares de laurel, deben ser bien abonados y poseer buen drenaje, puede tolerar cierta sequedad de suelo, pero no en exceso. Es un árbol adecuado para ser plantado en suelos con pendientes.
La mejor forma de reproducir al laurel es mediante esquejes. Estos deben ser cortados y preparados en primavera, para que su enraizamiento se produzca durante el verano. Es un árbol que toma su tiempo en crecer por ello es conveniente mantener nuestros pequeños árboles en macetas, durante su primer año de vida.
Para obtener los esquejes, debemos recurrir a árboles adultos, de por lo menos 3 años de edad, y que estén sanos. De las ramas jóvenes, cortaremos los esquejes de unos 15 centímetros de largo, quitamos la mayor parte de las hojas y con un cuchillo bien afilado vamos a sacarle punta, como si se tratara de un lápiz, al extremo que pretendemos que enraíce. Esto hará que haya un mayor contacto entre la savia y el suelo.
Colocamos nuestros esquejes en macetas, con buenas condiciones de humedad y luz. Al cabo de 15 días comenzará a enraizar y a partir de ese momento debemos mantener el suelo húmedo, pero sin excedernos y evitando la luz plena del sol. Es conveniente en la época invernal proteger las macetas de las heladas y los fríos intensos.
Una vez que hemos trasplantado nuestros árboles a su lugar definitivo de crecimiento, debemos mantener un riego moderado, evitando los encharcamientos que podrían producir la pudrición de las raíces. El riego puede ser más espaciado en otoño e invierno.
El laurel es un excelente árbol de ornamentación y podremos disponer de sus hojas durante todo el año, a medida que las necesitemos para dar sabor y aroma a los más variados platos.
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