El humus de lombriz es un abono muy beneficioso para las plantaciones. Se consigue gracias a la biotransformación de los residuos animales que provienen de la lombriz roja de California, convirtiéndose de esta manera en un producto 100% natural y de muy fácil asimilación por la mayoría de las plantas.
Su calidad es altamente reconocida, no sólo por los aportes que es capaz de brindar, sino también por su carencia de fitotoxicidad. Ademas, cuenta con una gran riqueza orgánica y es muy fácil de manejar. Se reconoce, entre otras cosas, porque es de un color pardo oscuro, no deja residuos al tacto y es inodoro.
Más características del Humus de lombriz
Siendo más específicos, el humus de lombriz son las deposiciones de las lombrices. En el mundo se conocen muchas variaciones de estos anélidos invertebrados, pero sólo dos o tres de ellas han sido adaptadas a la práctica de la lombricultura. Una de las más utilizadas es la llamada lombriz de California (Eisenia foetida), que adoptó ese nombre por haber sido descubierta por el californiano Thomas Barret, quien comenzó a experimentar con ellas en los años 20.
La lombriz californiana requiere de la interacción con otro miembro para reproducirse. Posee seis pares de riñones y cinco corazones. Impresiona por su capacidad de nutrición, ya que diariamente puede ingerir lo equivalente a su peso, en diferentes materiales. No representa peligro para el hombre, pues no contrae ni transmite enfermedad alguna al manipularla.
Muchos investigadores han calificado al humos de lombriz como una maravilla de la naturaleza, y una bendición para la recuperación de la tierra. Su ph neutro, junto con los ácidos húmicos y fúlvicos que contiene, su capacidad de reciprocidad catiónica, y su habilidad para retener el agua y los nutrientes, lo convierten en un sorprendente fertilizante natural. Se compone básicamente de flora microbiana con nitrógeno, fósforo y potasio, y como se dijo, cuenta con ácidos fúlvicos que favorecen el enraizamiento.
estudios sobre lombrices
Los egipcios reconocieron la importancia de las lombrices. Ellos se percataron de sus beneficios para la tierra y Cleopatra les dio el título de animales sagrados. Quien fuera capaz de dañarlas recibían castigos muy severos.
Aristóteles también percibió la importancia de las lombrices y, siglos más tarde, se comprobó lo que el filósofo ya sabía y había repetido en cuantiosas oportunidades: que las lombrices son capaces de procesar grandes cantidades de restos orgánicos.
Asimismo, los romanos mostraron un interés especial por estos animales y, en el siglo XIX, determinaron su función principal. Charles Darwin también las estudió, y lo hizo durante 40 años. Su último libro se refirió a la acción de las lombrices sobre la tierra.
Beneficios del humus de lombriz
Aunque en párrafos anteriores se han señalado algunos beneficios del humus de lombriz, podemos mencionar otros más significativos a nivel físico, químico y biológico. A nivel físico hay que destacar que el humus de lombriz interviene favorablemente en el proceso de germinación de las semillas, incide significativamente en la capacidad de retención de nutrientes y agua, mejora las condiciones y manejo de los suelos, y reduce la erosión de los mismos.
Sus ventajas químicas se centran en su contribución para la asimilación de nutrientes que aumentan su contenido orgánico, mientras que a nivel biológico, el humus de lombriz colabora disminuyendo el impacto ocasionado por el trasplante, elevando la flora microbiana beneficiosa y la resistencia de las plantas a determinadas plagas y enfermedades, recuperando la porosidad del suelo (dejando que el agua drene de manera más fluida), aumentando la floración, cantidad y dimensión de los frutos, y retrasando el envejecimiento de los tejidos vegetales.
Principales usos del Humus de lombriz
El humus de lombriz es muy empleado y se puede aplicar a todo tipo de cultivo, por los beneficios ya mencionados. Puede ponerse en contacto directo con las raíces, sin ningún tipo de riesgos. Al contrario, por su extensa colonia bacteriana, facilitará el cambio de la materia orgánica que permitirá a la planta asimilarla de una manera más fácil, sobre todo aquellas plantas jóvenes o que fueron trasladadas de un lugar a otro.
El humus de lombriz es muy aplicado en la agricultura, los viveros y jardinería. No existe cultivo alguno en que la utilización de este tipo de fertilizante,100 % natural y puro, esté contraindicado. Su costo no es muy elevado y es de los más provechosos, de allí su alta demanda en el sector.
Elaboración casera de Humus de lombriz
Aunque es un proceso demorado que requiere de grandes atenciones, hay quienes dicen que el humus de lombriz puede fabricarse directamente en casa. Lo primero es juntar al menos unas 1000 lombrices rojas californianas. Una alimentación apropiada (una vez al mes), una temperatura de 20 a 25 grados y una humedad de 90% a 95%, ayudarán a que esta población se reproduzca muy rápidamente.
Una vez adquiridas las lombrices, es preciso ubicarlas en un compostador con sustrato. Seguidamente hay que cubrir con papel periódico o un paño de algodón, para que adquieran la humedad necesaria. Con el paso de los días se irá notando cómo el envase se va llenando de desechos que no son consumidos por las lombrices, debido a su falta de dentadura. De nueve a doce meses es el tiempo que podrían demorarse en convertir ese excremento en humus.
Antes de usar el material obtenido, hay que quitar cuidadosamente las lombrices, sin dañarlas, recoger el humus, extenderlo en una explanada para que se seque al sol, tamizarlo y secarlo un poco más. Realmente hay muchas sugerencias para esto. Lo ideal es asesorarse.
Cantidades sugeridas
Se pueden emplear de 50 a 100 gr de humus de lombriz por planta terrera, entre medio y un kilogramo por cada 100 metro cuadrado de terreno, de 3 a 7 kilos en árboles de frutas, dependiendo de su tamaño, medio kilo por metro cuadrado de rosales, 30 gramos-cuatro veces al año-en plantas de macetas, y 5 kilos por metro cuadrado de grama o césped. Estos datos son referenciales. Siempre es propicio consultar a un especialista.
Deja una respuesta