El helecho es una planta de las denominadas vasculares, es decir que cuenta con un sistema de vasos que transportan ele agua y los nutrientes. Pero a diferencia de muchas otras especies vegetales, el helecho carece de flores y de semillas. Son plantas que crecen en zonas de mucha humedad y una de las características más importantes de los helechos son sus grandes hojas, llamas frondas.
Descripción del helecho, sus características
Debido a la enorme variedad de helechos – se han registrado casi 10 mil – existen algunas variedades a las que se denominan helechos verdaderos, una de ellas y la más común y conocida es el helecho leptosporangiado. Estas plantas presentan una fronda compuesta y bipinnada, es decir que la hoja presenta divisiones y a su vez, cada gajo presente divisiones o pinneados.
Los helechos pueden presentarse como plantas rastreras, trepadoras, áreas, erectas y hasta acuáticas.
Biológicamente, el helecho se presenta en 2 fases durante su ciclo de vida. El primero de ellos es el denominado esporofito y es la fase del helecho tal cual lo conocemos, con sus grandes frondas. En determinadas épocas del año, las frondas presentan unos pequeños bultos o protuberancias, llamadas soros, en ellos se encuentran las esporas. Cuando estas esporas llegan a la madurez, son esparcidas por el viento y allí comienza la segunda fase, denominada gametofito. En esta fase el helecho es una planta muy diminuta, mide menos de 2 centímetros y posee forma de corazón.
En su fase de gametofito, el helecho posee, en su parte inferior, órganos sexuales femeninos, denominados arquegonios y masculinos, que se conocen como anteridios. Es en esta etapa se produce la reproducción sexual de los helechos.
Reproducción sexual del helecho
Ahora que conocemos las partes y las fases que componen el helecho, vamos a analizar cómo se reproduce esta planta tan particular.
La fase denominada como esporofito es una fase de tipo asexuada. Es durante este período que podemos ver al helecho tal y cual como lo conocemos, con sus grandes frondas. En el envés de las frondas aparecen los soros, que contienen las esporas. Cuando los soros llegan a su madurez, liberan las esporas que son diseminadas por el viento.
Cuando las esporas del helecho encuentran las condiciones de hábitat adecuado, esto es suficiente calor y humedad, comienza a germinar. De este proceso de germinación nacerá una pequeña planta sexuada o gametofito, que se la conoce con el nombre de prótalo. Esta fase es la menos conocida del helecho.
Éste prótalo no guarda ninguna similitud de formas con relación al helecho que estamos acostumbrados a ver. Se trata de una estructura de forma acorazonada, plana y que cuenta con unos rizoides que brotan de su cara inferior. Junto a estos rizoides, están presentes los órganos sexuales que ya hemos descripto.
La fecundación del óvulo, que se encuentra en el arquegonio, sólo es posible con la presencia de agua. Es por eso que el helecho es una planta que requiere mucha humedad para desarrollarse. El agua provoca que ambos órganos sexuales se hinchen y, posteriormente, se abran, permitiendo la reproducción. El helecho, en esta fase, es una planta monoica, es decir que cuenta con ambos sexos, pero en algunas variedades, cada órgano sexual se presenta en prótalos separados.
De cada prótalo fecundado surgirá un esporofito y el prótalo que le dio origen, morirá.
Cultivo del helecho
Si bien en las zonas tropicales y con abundante humedad, el helecho se reproduce de manera natural, es posible cultivar helechos en el hogar. Este proceso se realizará a partir de sus esporas, que retiraremos de los soros cuando éstos estén completamente maduros, esto lo sabremos porque adquieren un color marrón oscuro o negro.
Raspamos cuidadosamente los soros sobre una hoja de papel blanco, cuidando de no dañar las frondas. Una vez obtenidas las esporas, debemos sembrarlas inmediatamente.
En una bandeja, que pude ser plástica, colocamos turba bien abonada, mezclada con arena. Regamos bien y esperamos que el agua drene y no haya encharcamientos. Una vez realizada esta tarea, esparcimos de manera uniforme las esporas que hemos obtenido de otros helechos. No debemos cubrir las esporas con tierra, simplemente tapamos la bandeja con una tapa de plástico o acrílico transparente.
La bandeja debe ser colocada en un lugar bien cálido y con abundante luz solar. Periódicamente hay que asegurar que el sustrato se mantenga con los niveles adecuados de humedad, para ello utilizaremos, de ser posible, agua destilada.
Al cabo de unos días comenzarán a nacer pequeñas plántulas, que irán formando matas. Cuando estás plantas han adquirido un tamaño cercano los 3 a 5 centímetros, se separan en porciones y se colocan en macetas individuales, siempre manteniendo una buena humedad en el sustrato.
El helecho es una planta que se encuentra en la tierra desde hace más de 300 millones de años, desde el período devónico. En condiciones ambientales adecuada, el helecho es muy resistente y conforma un ornamento adecuado para jardines e interiores.
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