Charles Darwin llamó a este árbol “fósil viviente”. Se la considera la especie superior viva más antigua del planeta. El ginkgo biloba ha sido testigo de la evolución de todas las especies que poblaron la tierra. Originario de China, el ginkgo, como se lo llama comúnmente, es considerado mágico y sagrado. La industria farmacéutica le ha otorgado un lugar destacado debido a sus numeroso propiedades medicinales, comercializándose en distintas presentaciones y destinado a numerosas dolencias, principalmente las vinculadas con el sistema circulatorio. Por otro lado, es considerada como una hermosa planta ornamental, gracias a los colores que adquiere durante el otoño.
Descripción y características del ginkgo biloba
Es un árbol caducifolio dioico, es decir que existen ejemplares masculinos y femeninos. Pertenece a la familia de los ginkgoacáceas. Posee una altura promedio que alcanza los 30 metros. Los ejemplares masculinos presentan una copa de forma piramidal, en cambio los femeninos son más redondeados en la parte superior, siendo ésta más ancha. El tronco del ginkgo es erecto y la corteza presenta un gris claro y surcos bien marcados.
Sus hojas son coriáceas, de color verde amarillentas. Miden 12 cm de largo y 10 de ancho, poseen dos lóbulos por lo que se las llama bilobuladas y de allí el nombre biloba. Desde el pecíolo parten nervios en forma de rayos.
Las flores de estos árboles se presentan diferentes, según se trate de un ejemplar masculino o de uno femenino. En los masculinos las flores son amarillas y abundantes, apareciendo en amentos, en cambio en los ejemplares femeninos, las flores, también amarillas, nacen aisladas o en parejas sobre largos pedúnculos. Es admirado el proceso de floración del ginkgo que se produce en otoño.
Los frutos – en realidad falsos frutos – son drupas comestibles, de forma ovoide o redondeada y que llegan a medir 5 cm. Cuando el fruto madura es de color amarillo y posee un olor bastante desagradable, dentro de este, existen una o dos semillas protegidas por un hueso duro, similar a la nuez.
Propiedades farmacológicas del ginkgo
La medicina tradicional de China, desde hace milenios, ha utilizado esta planta por sus acciones terapéuticas, y las hojas del árbol se usan en la herbolaria moderna.
A partir de las hojas del ginkgo biloba se obtiene un extracto sumamente rico en flavonoides que, al ser consumidos, mejoran considerablemente la circulación sanguínea, haciendo más eficiente la irrigación de los tejidos orgánicos.
Esto constituye un beneficio para las personas de mayor edad o que sufren trastornos producto de la senilidad, ya que sus organismos pierden capacidad para irrigar adecuadamente los tejidos – especialmente el cerebro y eso provoca la pérdida de memoria, cansancio, confusión, depresión y ansiedad – El consumo de Gingko colabora en contrarrestar estos síntomas.
Existen numerosas investigaciones que demuestran que estos flavonoides ayudan a reducir la tendencia de las plaquetas a aglutinarse, morigerando, de esta manera, la posibilidad en la formación de coágulos en venas y arterias y por lo tanto disminuyendo el riesgo de una trombosis. Estos flavonoides ayudan en la recuperación de accidentes cerebrovasculares y crisis cardíacas.
Los flavonoides del ginkgo actúan efectivamente para neutralizar los radicales libres que participan en el proceso del envejecimiento. Cumplen su función ayudando a oxigenar el cerebro ya que aumentan el uso de la glucosa y la producción del Adenosín Trifosfato (ATP). En este sentido, se han realizado numerosos estudios para comprobar los beneficios del ginkgo en enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y demencia senil, sin embargo, los resultados han sido negativos, por eso se insiste en que los pacientes que padecen este tipo de enfermedades no deben suplantar sus tratamientos por el ginkgo.
Se encuentra en estudio, aún, su uso para combatir la fibrosis pulmonar.
Los aspectos simbólicos del ginkgo
La referencia de Charles Darwin hacia el ginkgo biloba, considerándolo un fósil viviente, no es más que una profunda representación científica del enorme valor que las tradiciones chinas le asignan a este árbol. Para los chinos el jardín es una clara representación de la vida, y en él, el ginkgo representa la dualidad. El bien y el mal; hombre, mujer; el cielo y la tierra; luz y oscuridad; ying y yang.
Es en otoño que el ginkgo se muestra con todo su esplendor, cuando explotan sus flores amarillas. Es la mejor época para contemplar la belleza de estos ejemplares milenarios que aún se mantienen en pie.
El ginkgo y la vida
En Hiroshima, en 1946, un año después de la explosión de la bomba nuclear, fue hallado un ginkgo biloba, a un kilómetro del epicentro del estallido. En la primavera de ese año, comenzó a brotar, ofreciendo un maravilloso contraste de vida ya que el templo que se encontraba al frente mismo del árbol, fue totalmente destruido por la explosión. Ese ejemplar se convirtió en todo un símbolo del renacimiento y en una prueba irrefutable de como la vida triunfa sobre la muerte.
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