Se denomina fungicidas a un grupo de sustancias tóxicas que son empleadas para impedir el crecimiento de hongos y mohos en distintos cultivos, y que pueden ser perjudiciales tanto para el hombre como para los animales y las mismas plantas. Se emplean como método preventivo y también como técnica de erradicación, dependiendo del caso.
Una característica particular de los fungicidas, es que todos, por más eficaz que sean, si son utilizados en exceso pueden causar daños fisiológicos a las plantas, a los seres humano, a las especies animales, e incluso al medio ambiente, por lo que resulta necesario regular su uso según las normas establecidas por los fabricantes.
Aplicación de los fungicidas
La aplicación de fungicidas varía de acuerdo a la marca y el tipo. Para fumigaciones focalizadas, por ejemplo, pueden ser rociados, pulverizados, y colocados en revestimientos, mientras que para procedimientos generales, el manejo es más especializado.
Mayormente, los fungicidas agrícolas se espolvorean encima de las semillas, frutos u hojas para impedir la propagación de roya, mohos, tizón, mildiu, oidio, botrytis y otras enfermedades propias de las plantas.
Asimismo, pueden ser esparcidos en otras superficies y materiales como madera, papel y cuero, mediante los procesos de tinción o impregnación. Existe además presentaciones similares a los medicamentos, que son empleados para tratamientos específicos.
En la actualidad, existen tres enfermedades graves causadas por hongos y que son combatidas a través de fungicidas. Estos padecimientos son la roya del trigo, el tizón del maíz y la enfermedad de la patata. Esta última fue la causante de la hambruna de la década de 1840 en Irlanda.
Tipos de fungicidas
Los fungicidas se clasifican de acuerdo a su modo de acción, su campo de aplicación y su composición. Una de las divisiones más reseñadas en los libros y páginas web es la siguiente:
- Fungicidas protectores: También son llamados de contacto y se aplican antes de que lleguen las esporas de los hongos, y actúan solamente en la superficie de la planta evitando que germinen los esporangios y que penetren en las células. Se aconseja cubrir la mayor parte de la planta con este producto para mayor efectividad.
- Fungicidas erradicadores: Estos se conocen como sistémicos y se emplean en plantas que ya han sido invadidas por los hongos. Se absorben a través de las raíces o el follaje, y se movilizan por toda la planta.
- Fungicidas translaminares: También son productos sistémicos, y tienen la capacidad de movilizarse del lado superior de la hoja hasta el lado inferior, pero no así de hoja a hoja. Este tipo de fungicidas tiene como propiedad afectar varias etapas de la vida del hongo, por lo que es muy efectivo para su eliminación.
Composición de los Fungicidas
Otro modo de clasificar los fungicidas es de acuerdo a su composición, ya que es esto lo que determinará el rango de acción, así como el tipo de hongo que atacará y la forma de hacerlo.
Algunos de los ingredientes de los fungicidas son compuestos de cobre como el cloruro de cobre, el oxicloruro de cobre, el óxido cúprico, el quinolinato de cobre-8, el carbonato de cobre básico, el cromato de cobre, el oleado de cobre y la mixtura de Burdeos, la cual se conoce como caldo Boldelés, y fue desarrollada en el año 1882 con una dosificación de cal muerta y sulfato de cobre. Se trata del primer fungicida con eficacia comprobada, esto hizo que creciera su popularidad y que por muchos años fuese utilizado en una gran variedad de árboles y plantas.
Los compuestos de estaño, como el acetato de fintina, cloruro de fentina, óxido de estaño de butilo y Plictran, también forman parte esencial de los fungicidas más efectivos del mundo. Al igual que el cloruro, cromato, naftenato y oleato de zinc.
Permanganato potásico, cloruro de cadmio, sulfato ferroso, neo asozin, rizoctol, urbacid y naftaleno de cromo son otros «ingredientes» de los fungicidas que protegen los cultivos de hongos y otros agentes perjudiciales.
Importancia de los fungicidas
La importancia de los fertilizantes radica principalmente en la protección de cultivos en todo el mundo, para poder garantizar la alimentación de quienes dependen de las plantas y sus productos. En un sentido general, existen cuatro razones por las cuales los productores los utilizan:
- Sirven para controlar enfermedades comunes en las plantas durante el establecimiento y desarrollo del cultivo.
- Son útiles para aumentar la productividad de los cultivos, asimismo para recuperar las partes dañadas y, con esto, revalorizar los mismos.
- Funcionan para mejorar el periodo de almacenamiento y calidad de las plantas y el producto final.
- Han sido utilizados para reducir la contaminación por micotoxinas en el trigo que afecta la fusariosis de las espigas. No obstante, la mayoría de los fungicidas que se emplean hoy en día no son lo suficientemente eficientes para ser usados en el manejo de este tipo de micotoxinas.
Deja una respuesta