El fresno americano es un árbol propio de América del Norte. Aunque no es una especie muy demandada para fines ornamentales, ofrece una visual muy atractiva por la coloración que adquieren sus hojas al llegar el otoño. De verde pasan a ser amarillentas, rojizas y hasta púrpura.
Se trata de una planta ideal para espacios abiertos como bosques, campos o jardines amplios, donde se pueda expandir su copa en forma de globo, y ofrecer una agradable sombra.
El fresno americano o fresno blanco, como también se le llama, se identifica científicamente como Fraxinus americano. Esta terminología proviene de su género (Fraxinus), que pertenece a la familia Oleaceae.
Existen diversas variedades de este árbol, entre ellas biltmoreana, crassifolia, curtissii, juglandifolia y microcarpa. Igualmente suele compararse con la especie Fraxinus pennsylvanica, por su gran parecido. Sin embargo, las hojas de este último son iguales por ambos lados, mientras que las del americano son más brillantes en la parte superior que en la inferior.
Características del fresno americano
Frondoso y caducifolio, así es el fresno americano. Puede crecer hasta 40 metros de altura, tamaño que alcanza a los cinco años de haber sido plantado. Tiene un tallo recto, de madera fuerte, resistente y de corteza semilisa. Posee algunas grietas de marrón intenso a grisáceo.
Sus hojas están compuestas por folíolos (de 5 a 9), con una forma entre ovalada y alargada. Son opuestas, con bordes semidentados. Miden de 2 a 3 centímetros de ancho por 12,5 centímetros de largo en la mayoría de los casos. Cuentan con peciolos muy cortos, de 6 a 12 milímetros de longitud.
Son de un verde muy intenso, aunque cuando están brotando, sus folíolos se ven color marfil. Para la temporada de otoño e invierno estas hojas se colorean de rojo y amarillo, ofreciendo una imagen muy atractiva. Luego caen para permitir un nuevo brote en primavera.
Flores y frutos
En el fresno americano las flores no tienen mayor encanto. Las mismas retoñan antes de que salgan las hojas nuevas, en primavera. Se ubican en la parte axilar de la hoja y no tienen pétalos. Esta especie tiene astas de ambos sexos, las cuales deben polinizarse para que surjan las flores y después los frutos.
Una vez que se han unido las ramas, del fresno americano surge un fruto tipo sámara, alargado, que puede medir entre 3 y 5 centímetros de largo, con terminación de punta delgada. Contiene en su interior una cantidad de pepitas que miden hasta dos centímetros de longitud.
Cultivo del Fresno americano
El fresno americano crece con rapidez, pero para ello requiere de suelos húmedos y bien nutridos. Aunque también puede desarrollarse en terrenos pobres, su frondosidad no será la misma que cuando se planta en tierras bien hidratadas. Se multiplica por semillas, las cuales deben sembrarse cerca de la época de primavera, y no en el otoño.
Cuidados
Este árbol es muy resistente a los cambios de temperatura. Se adapta bien al calor y al frío, por lo que es bastante longevo. Llega a tener un ciclo de vida de hasta un siglo.
Mientras está en pleno desarrollo, el fresno americano debe estar expuesto a la luz directa del sol. Del resto no necesita mayores cuidados. Puede podarse en sus primeros años, y ya después no será necesario, porque su copa abierta adquiere una buena forma. Se puede regar con frecuencia, pero evitando la creación de charcos para no ahogar sus raíces.
Cuando se siembra en macetas, antes del primer año debe ser trasplantado para que pueda crecer sin obstáculos que lo limiten, ya sea una pared, alguna estructura u otro árbol. Lo ideal es abrir un hueco en el suelo y plantarlo con suficiente tierra, y luego colocar agua para hidratarlo. Este proceso es muy fácil, ya que no exige mayores condiciones ambientales para que sus raíces peguen.
El fresno americano pocas veces sufre de enfermedades y plagas.
Usos del fresNO AMERICANO
El fresno americano proporciona muy buena sombra, por lo que es común verlo plantado solo o en grupos en parques y jardines abiertos, a pesar de que no es una especie propiamente ornamental. Igualmente, es sembrado con frecuencia en calles y avenidas para «dibujar» alineaciones. Cuando es así, deben ubicarse a una distancia de seis a ocho metros entre cada ejemplar para darle espacio a su desarrollo.
La madera del fresno americano es de las más buscadas por su dureza y resistencia. La utilizan habitualmente para construir muebles, instrumentos, mangos de herramientas, estructuras para interiores de viviendas y hasta para hacer bates de béisbol.
Propiedades del árbol
Las pepitas o semillas del fresno americano las emplean como complementos en los regímenes alimenticios, para perder peso y combatir la obesidad. No obstante, debe hacerse bajo sugerencia médica. Mientras, las raíces del árbol, procesadas en infusión, tienen propiedades astringentes. Sirven para controlar la sudoración, como diurético y para ayudar en la limpieza de los intestinos.
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