Se conoce como fertilizante o abono a aquellas sustancias de origen animal, mineral, vegetal o sintético, que contienen gran cantidad de nutrientes, y son utilizadas para mantener, enriquecer, estimular y mejorar características físicas, químicas y biológicas del suelo o sustrato, a fin de estimular el desarrollo de las plantas.
Una muestra natural y ecológica del fertilizante es el tradicional estiércol. Se compone de remanentes de la agricultura como el forraje y el guano. Este último es elaborado con las heces de aves como la gallina.
Las plantas no precisan, cómo los humanos, de agregados complicados para su alimentación, de vitaminas o aminoácidos. Ellas simplifican todo lo que necesitan, y sólo demandan unos pocos ingredientes químicos en una presentación de fácil absorción. Es así como el nitrógeno, por ejemplo, logra administrarse con eficiencia en forma de urea, nitrato, mezclas de amonio o amoniaco puro.
USOS DE Los FERTILIZANTEs
Tanto los agricultores, como las personas en general, manejan fertilizantes periódicamente para favorecer el desarrollo de los cultivos, ya sea que trate de un pequeño jardín o de una gran plantación, La ventaja es que existe una inmensa variedad de abonos para que prosperen en óptimas condiciones de suelo y clima.
Las plantas toman sus nutrientes del aire y del suelo. Si este abastecimiento es considerable, los cultivos progresarán bien y ocasionarán mayor rendimiento. Si alguno de los nutrientes indispensables es insuficiente, la evolución es limitada y los beneficios de la siembra muy reducidos. Por ello, se hace necesario el uso de fertilizantes, para proveer a los cultivos de los nutrientes faltantes y alcanzar alta productividad, el doble o el triple de lo esperado.
Las substancias químicas permiten establecer fertilizantes pocos costosos que originan el crecimiento de las plantas. Los fertilizantes comerciales y de consumo masivo son rigurosamente reglamentados por los gobiernos e instituciones, con el fin de garantizar la protección a las personas que los manipulan, a las personas expuestas y al medio ambiente.
CLASIFICACIÓN de los Fertilizantes
Se pueden diferenciar tres tipos de fertilizantes: Químicos, orgánicos e inorgánicos.
Fertilizantes químicos
Son nutrimentos hechos por el hombre generalmente de origen mineral, animal, vegetal o sintético, los cuales se pueden clasificar en:
- Fertilizante químico-inorgánico: de origen mineral, extraído de la tierra (nitrato), o químico. Ordinariamente es de acción rápida, y provoca el crecimiento y fortalecimiento de las plantas cuando se emplean sobre su superficie.
- Biofertilizantes: es una sustancia que posee microbios vivos. Al ser aplicados en la superficie de las plantas o suelos, se establecen en la raíz o dentro de la planta, suscitando el crecimiento de la misma, al aumentar la provisión o disponibilidad de nutrientes
Fertilizantes orgánicos
Pueden ser de origen mineral, vegetal, animal o mixto. Se obtienen a partir de procesos naturales en donde la mano del hombre no interviene, o lo hace escasamente. De estos, las plantas logran significativas cantidades de nutrientes, y se conocen desde tiempos ancestrales.
Como ejemplo de este tipo de fertilizantes están los abonos que se crean con estiércol de los animales de crianza o corral como vacas, borregos, aves, y otros. Asimismo, se tienen el yeso agrícola, los restos de cosecha, la harina de sangre y la harina de hueso.
También existen productos procedentes de desechos o restos de materia vegetal como cáscaras, remanentes de cultivo, conchas de frutas y otros, de los cuales se preparan o componen de forma específica abonos como la llamada composta.
De igual manera hay fertilizantes que tienen su principio en distintos métodos como la fermentación o la descomposición a través de cuerpos vivos; a decir el Bocashi, materia orgánica fermentada, o el Humus, derivado de la lombricomposta, Todos estos son de acción tardía, pues suministran nitrógeno orgánico que es convertido en inorgánico por los microorganismos que se encuentran en el suelo antes de que sea absorbido por las raíces. La celeridad de acción obedecerá al tipo de terreno y a las condiciones de temperatura y humedad.
Fertilizantes Inorgánicos
Estos fertilizantes son creados por el hombre y aportan más nutrientes que los fertilizantes orgánicos. Estos nutrientes principales son cantidades concentradas de nitrógeno, potasio y fósforo.
El nitrógeno refuerza la formación de las proteínas y la clorofila; el potasio ayuda a las plantas a resistir mejor las enfermedades y fortalece los tallos; y el fósforo beneficia el proceso de fortalecimiento de las raíces. Estos elementos desempeñan funciones esenciales para las plantas y el desarrollo de las mismas.
Algunos ejemplos de fertilizantes inorgánicos son: rocas y minerales naturales que se muelen y pulverizan muy finamente, ya que cuanto más pequeño es el tamaño, más expedita es su acción.
La importancia y necesidad de todos los tipos de fertilizantes citados es innegable. Por ello, si llegase a observarse que el suelo no está apto para el cultivo, o que las plantas no producen buenas cosechas, debe recurrirse a estos productos para nutrirlo y obtener mayor fertilidad.
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