El espino, también conocido popularmente como espino blanco, es una planta de la familia de las Rosáceas que puede encontrarse en Europa, norte de África, al oeste de Asia con una fuerte presencia de numerosas variedades en la región del Himalaya y en América del Norte. La importante presencia de espinas en sus ramas y sus agradables flores blancas le han conferido al espino una función de seto en campos, como divisorio natural para retener al ganado. Al espino blanco se le atribuyen, además, algunas propiedades medicinales. El nombre científico de esta planta es Crataegus monogyna.
Características del espino
El espino blanco puede adoptar las características de un árbol o de un arbusto de extenso follaje. Es de hojas caducas y puede llegar a medir unos 10 metros de altura. El tallo corto presenta una corteza gruesa con profundas grietas de color naranja. Su copa extendida se conforma con una multiplicidad de ramas provistas de espinas.
Las hojas del espino blanco son profundamente lobuladas, en algunos casos llegan hasta el centro de la hoja y con una gran apertura angular. Miden entre 2 y 4 centímetros de largo y presentan un color verde negruzco en el haz, mientras que el envés es de color verde pálido.
Este árbol florece durante la primavera y sus inflorescencias son corimbos que reúnen entre 5 y 25 flores pequeñas juntas. Las flores miden apenas 1 centímetro de diámetro y están provistas de 5 pétalos de un color blanco intenso donde contrastan numerosos estambres de color rojo. Aunque muy suave, las flores ofrecen una delicada fragancia.
Los frutos son pequeñas bayas de color rojizo que miden 1 centímetro de longitud y se asemejan a una cereza. Dentro del fruto reside una sola semilla. Estas bayas constituyen un alimento fundamental de numerosas aves que, luego en sus deposiciones expanden las semillas de la planta.
Usos del espino
El principal destino que tienen asignados estos árboles o arbustos es como setos en los campos agrícolas. Al contar con un ramaje bien cerrado y numerosas espinas se lo utiliza como barrera natural para impedir el paso de ganado y de personas.
También se han desarrollado una importante variedad de especies híbridas de espino, destinadas a la ornamentación de jardines. Una de estas variedades conocida como Paul’s Scarlet ha cuenta con unas hermosas flores dobles de color rosa oscuro.
Propiedades dEl espino y los beneficios para el corazón
Debido a sus propiedades vasodilatadoras de las arterias coronarias, esta planta es utilizada desde hace muchos años para combatir o prevenir enfermedades cardíacas. Estas propiedades favorecen la circulación de la sangre y la capacidad cardiotónica del corazón, colaborando para que el corazón bombee sangre con mayor fuerza.
El espino blanco facilita la irrigación sanguínea en el miocardio – el músculo cardíaco – disminuyendo las posibilidades de un infarto de miocardio. Por esto mismo, se lo recomienda en aquellas personas que ya han sufrido este tipo de dolencias, fortaleciendo la recuperación del músculo.
En aquellos pacientes que sufren de arritmias o taquicardia, el espino, a través de sus propiedades colabora en la regularización del ritmo cardíaco. Las insuficiencias cardíacas leves pueden ser mitigadas con el uso de esta planta gracias a sus propiedades cardiotónicas y como resultado secundario de esto, colabora en mejorar aquellas dolencias que derivan de esta insuficiencia como, por ejemplo, la retención de líquidos.
Los minerales presentes en el espino: calcio, potasio y magnesio, asociados a los flavonoides, son excelentes para regularizar los inconvenientes relacionados con la presión arterial, por eso se lo recomienda en casos de hipertensión e hipotensión.
El espino y el sistema nervioso simpático
El sistema nervioso simpático es aquel que actúa de manera “automática”, preparando el organismo para el estrés, que aparece cuando nuestro cuerpo se ve amenazado, provocando una reacción. El miedo o una alerta ante una situación de peligro, es la reacción que hace que actuemos frente a este tipo de situaciones. Cuando los niveles de estrés se mantienen elevados y por períodos de tiempo prolongados podrían ser perjudiciales para la salud.
El espino blanco, al igual que otras plantas como la valeriana o la pasionaria, colaboran en reducir los niveles de estrés, evitando que nuestro organismo se mantenga inquieto, provocando insomnio, ansiedad, bruxismo, etc.
Un colaborador del aparato respiratorio
La presencia de pectinas en las flores del espino blanco actúa como un poderoso emoliente, recomendado para aliviar y suavizar el tracto respiratorio. Su función es suavizar la garganta y mejorar el funcionamiento de las vías respiratorias. Por su parte, la corteza de estas plantas posee funciones antifebriles.
Las propiedades medicinales de las distintas variedades de espino que se conocen en Europa son utilizadas desde la antigüedad, figurando en numerosos tratados de hierbas medicinales en Alemania. Si bien es una panta que ofrece pocas contraindicaciones, siempre se recomienda su uso bajo supervisión de un profesional de la salud.
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