La Drosera capensis es una de las plantas carnívoras del género Drosera. Se puede encontrar en cientos de países con diversos nombres, entre ellos hierba de la gota, rosolí, atrapamoscas y rocío de sol. Este último obedece a las gotas que se forman a lo largo de sus hojas, y se asemejan al rocío de la mañana.
Esta especie se alimenta de seres vivos como insectos, gusanos, roedores, alacranes, aves, peces y cualquier otro animal que se acerque hasta ella y sea atrapado por sus redes.
No mide más de medio metro, y la sustancia que tiene en sus hojas alargadas, es una pega natural con la que captura a su presa. La mantiene fijada a ella hasta que muere y se la devora.
La Drosera capensis procede de África, Europa y Australia. Además de ella hay otras especies conocidas como la Drosera rotundifolia, D. spatulata, D. cistiflora y la D. binata. Todas son de fácil cultivo y se pueden tener dentro del hogar y en espacios abiertos, siempre y cuando reciban suficiente iluminación.
Características de la Drosera capensis
Como se dijo antes, la Drosera capensis es pequeña, de aproximadamente 30 centímetros. Es perenne, de raíces extensas y carente de tallo, por lo que sus hojas salen de las raíces y se expanden en la tierra.
La mayoría de las droseras tienen hojas delgadas y largas. Sin embargo, pueden variar de forma según la especie. Las de la Drosera capensis miden de 6 a 7 centímetros, y por la orilla tienen una vellosidad llamada tricoma. En sus puntas segregan una sustancia transparente, denominada mucílago, que es pegajosa y «dibuja» una silueta parecida a una gota de agua.
El mucílago es dulce y atrae a los animales, especialmente a los mosquitos, quienes al pasar por allí se quedan pegados hasta que fallecen y la planta los devora.
Las hojas de la Drosera capensis «trabajan» con un doble sistema. Por un lado botan el néctar donde se queda pegada la presa y por el otro expulsan unas enzimas que favorecen la digestión. Seguidamente, se activan las glándulas sésiles que se encargan de absorber los nutrientes del alimento.
flores
Las flores de la Drosera capensis salen de un fino tallo que crece con las hojas, y se mantienen por un día. Por lo general constan de cinco pétalos, son pequeñas y de colores como el blanco y el rojo. Ellas producen unas semillitas diminutas y livianas que se «alborotan» con la brisa y quedan en el ambiente, donde germinan nuevamente.
Cómo atrapa a su presa
Las terminaciones de las hojas de la Drosera capensis permanecen en reposo hasta que pasa un insecto. Basta con un roce para que la planta se active por completo y el animal se adhiera a la sustancia. En milésimas de segundo la hoja se recoge hacia adentro y comienza a botar más mucílago para que el animal no tenga manera de escapar.
Al estar prácticamente cubierto con el néctar, el mosquito se asfixia y muere. Es entonces cuando las enzimas comienzan a destruirlo para que la mata adquiera sus sustentos. Cada especie de drosera reacciona en un tiempo determinado. Por ejemplo, la Drosera capensis tarda hasta media hora entre asfixiar al animal y engullirlo. En otras variedades este proceso sólo tarda unos segundos.
Cultivo de la drosera capensis
La Drosera capensis crece sobre suelos húmedos y musgosos. Se da bastante bien en climas tropicales, semitropicales, templados y mediterráneos, ya sea en invernaderos o jardines. Una de sus ventajas, es que aguanta los cambios bruscos de temperatura, pero de igual forma hay que cuidar su exposición. Se multiplica por la siembra de semillitas o cogollos, que deben plantarse durante la primavera.
Cuidados
La tierra para esta planta no requiere de abonos especiales porque todas las vitaminas que necesita las toma de sus presas. Lo que sí es necesario, es un riego constante para que permanezca húmeda. Se puede ubicar alguna fuente con agua en la base de la maceta.
La planta debe estar en un lugar con suficiente iluminación. De lo contrario puede morir. Si los vellos de las hojas no botan mucho pegamento y éstas se tornan pálidas, es señal de que requiere luz.
Hay que evitar el uso de fertilizantes químicos porque le hacen daño y hacen que sus hojas se quemen.
Propiedades medicinales de la Drosera capensis
Se ha dicho que la Drosera capensis tiene facultad curativa por todos los componentes que posee. Es utilizada desde hace muchos años en la medicina natural para tratar ciertas dolencias.
La plubagina, una sustancia que está presente en esta mata, sirve para curar algunos virus, como los causantes de la gripe, resfriados, asma y alergias. De allí que se emplea como tratamiento para las afecciones de los bronquios y de las vías respiratorias.
También sirve para curar la tos ferina y la tos nocturna, así como determinados problemas gastrointestinales que causan espasmos, retención de líquido, verrugas y afecciones en la piel.
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