La drácena marginata, conocida también como dracaena de hoja fina, es originaria de África, específicamente de Madagascar. Su nombre tan particular proviene del griego Dracaena que se traduce como dragón. Esto explica la razón por la cual los egipcios y griegos le atribuían propiedades mágicas. Este popular árbol decorativo de interiores fue descrito por el botánico inglés, Jhon Gilbert Baker, en el año 1.875. Lo incluyó en su publicación Journal of the Linnean Society Botany.
Características de la drácena marginata
La hermosa drácena marginata es de desarrollo lento y puede tener uno o varios troncos. Alcanza una altura de 1-5 a 2 metros. Sus pétalos son largos, estrechos, puntiagudos y miden de 30 a 90 cm.
Cada hoja de la drácena marginata tiene un borde de color rojo oscuro. Sin embargo, se han visto casos donde ese borde se conjugue con el crema, haciéndola más atractiva a la vista.
De ella brotan pequeñas flores con una tonalidad amarillenta en primavera. Los frutos, que son unas bayas de un matiz anaranjado, nacen en verano.
Esta planta se da muy bien en suelos fértiles y superficies húmedas, que estén bien drenadas. Son de climas cálidos y no soportan mucho el frío. En los meses de más calor deben ser regadas con frecuencia para siempre estén fresca.
uso en la Decoración de la drácena marginata
Esta mata de hoja fina se siembra con frecuencia en casas, jardines, espacios públicos y oficinas. Es muy elegante, no requiere de muchos cuidados y se adapta muy rápido al entorno.
Además de ser muy decorativa, purifica el aire y absorbe el dióxido de carbono. A través de ella se puede evitar el asma y las irritaciones de la piel, porque capta los tóxicos que están en el ambiente.
Cuidado de la drácena marginata
Toda planta requiere de atención, para que no marchiten y puedan mantenerse en el tiempo. En el caso de la drácena marginata se pueden aplicar estos consejos:
- Luz: no se debe exponer a los rayos del sol directamente, porque tiende a quemar sus hojas. Una adecuada iluminación permitirá que crezca más rápido y fuerte. Si sus hojas se tornan amarillas es importante darle un poco más de sombra.
- Riego: se debe regar cuando se observe que la tierra está seca. Si hace mucho calor, se recomienda rociar las hojas. Las hojas que se hayan secado se deben cortar.
- Trasplante: se puede hacer cada dos o tres años, también cuando las raíces salgan por los agujeros de los drenajes. Las plantas que son más jóvenes pueden trasplantarse anualmente, dependiendo de su volumen.
- Poda: si luce un poco marchita, larga o fea se pueden cortar algunos troncos para darle una mejor apariencia. Se puede hacer en primavera.
- Fertilización: este proceso se hace casi todo el tiempo, pero especialmente en primavera y verano, que es cuando las hojas comienzan a crecer.
- Temperatura y reproducción: la temperatura ideal para ella es de 15 centígrados. La reproducción de la Dracaena marginata no es difícil. Sólo hay que cortar unos tallos en la parte superior y colocar en un recipiente con agua. Ya en un mes se ven las raíces, lo que indica que es el momento oportuno para trasplantar.
- Enfermedades: una de las ventajas de la drácena marginata, es que no suele ser atacada por las plagas. Si se le ven algunos puntos blancos en las hojas, sólo hay que limpiarla con un poco de agua y jabón. Si no desaparecen, se puede aplicar un poco de insecticida. Convendría consultar con el especialista para dar con la variedad más adecuada para la especie y los síntomas que presente. Si llegase a presentar rastros de la presencia de cochinillas o arañas rojas, podría bastar con pulverizar un poco de agua caliente.
Señales que dan las hojas
A través de ciertos cambios en sus hojas, la drácena marginata puede «comunicar» el cuidado que necesita con mayor atención. Para que esté siempre verde y linda, hay que prestar atención a esas señales.
- Sequedad en las puntas. Si esto sucede es porque tiene exceso de calor. Habría que pulverizar con agua.
- Desprendimiento de hojas. Esto es muy habitual cuando se trata de las hojas inferiores. Con el tiempo se toman una coloración amarilla y se caen. Esas hojas que se desprenden son las más antiguas. Sencillamente están dando lugar a las más jóvenes.
- Retraso en el desarrollo. Si tiene mucho frío, generalmente la planta pierde hojas y frena su crecimiento. Hay que estar atentos a la temperatura.
- Puntos amarillos o marrones. Si le falta agua tendrá esa apariencia. Incluso las hjas se rizarán. La solución es aumentar el riego.
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