La coliflor es una planta que pertenece a la especie Brassica oleracea, de la variedad Botrytis. La conocemos por su presencia como alimento para consumo humano. Sus características hacen de esta variedad de col, una planta que es cultivada en casi todo el mundo, siendo China el principal productor mundial de coliflor. Por pertenecer a la familia de las crucíferas, se encuentra emparentada con el nabo, y el repollo. También guarda un parentesco con el brécol o brócoli.
Conozcamos la coliflor: Sus características
Es una planta anual, y en algunos casos, bianual. Presenta características físicas muy particulares. La coliflor cuenta con una cabeza o corazón de color blanco, se trata de una inflorescencia que está conformada por numerosas flores que se encuentran sin desarrollar, unidas a un eje central. Este cogollo, como se lo llama a esta parte de la coliflor, está rodeado por hojas gruesas y grandes de color verde grisáceo. El tamaño de este cogollo puede alcanzar los 30 centímetros de diámetro y un peso de más de 2 kg. Debe su color blanquecino o, a veces amarillento, a que esta inflorescencia carece de clorofila y se encuentra en desarrollo. Si se la deja crecer, la inflorescencia de la coliflor, puede alcanzar el metro de altura y flores completamente desarrolladas.
Sólo la parte del cogollo es la que se consume en esta variedad de col. El principal componente de la coliflor es el agua y es un alimento bajo en hidratos de carbono, grasas y elementos proteicos, es por ello que la coliflor realiza un escaso aportante de calorías. Las virtudes de la coliflor, radican en que es un alimento rico en fibras, vitamina B&, ácido fólico y vitamina B5. Posee minerales como el potasio y el fósforo. La combinación de su alto contenido de agua con el potasio y la baja presencia de sodio, convierte a este alimento en un excelente diurético que colabora en la eliminación de los excesos de líquidos del organismo. Su consumo es recomendado para los casos de hipertensión arterial, retención de líquidos y baja producción de orina.
Entre las contraindicaciones que presenta el consumo de coliflor, es conveniente señalar que su alto contenido de fibras, sumadas a la presencia de niveles de azufre, puede provocar flatulencias y problemas de digestión en algunos organismos. No es recomendado su consumo, en las personas que sufren de gastritis, úlceras gástricas y problemas de digestión lenta.
Cultivo de la coliflor
La reproducción de estas plantas se realiza mediante semillas. Éstas deben ser plantadas en semilleros, a un centímetro de profundidad. Al cabo de 4 semanas y cuando los retoños han alcanzado unos 10 centímetros de altura se trasplantan a la huerta. Deben ser colocados en surcos, colocando cada planta a una distancia de medio metro, unas de otras. Los surcos deben estar separados por una distancia de 60 centímetros entre sí.
La coliflor necesita de terrenos arcillosos, que permitan retener la humedad del suelo. Esta planta se siente más cómoda en suelos de pH neutro o ligeramente ácidos. En las tareas previas de preparación del terreno, es conveniente colaborar con sus valores nutricionales, agregando estiércol o compost, que aportan los valores requeridos de nitrógeno que necesitan este tipo de cultivos. Para colaborar con un buen desarrollo de nuestras coliflores, es conveniente eliminar permanentemente la hierba de los alrededores, esto evita la competencia por los nutrientes del suelo y el uso de herbicidas nocivos.
Desde el momento de trasplantar la coliflor al huerto, debe dotársela de un riego que permita que la planta disponga de una humedad abundante, sin embargo, es importante evitar el encharcamiento. El agua puede acumularse en la base del surco, pero nunca en la parte superior porque esto podría provocar que las inflorescencias se pudran.
Dado que existen variedades de coliflor que se adaptan a las diferentes épocas de año, es posible plantarlas en cualquier estación y esto nos permitirá disponer de ellas durante todo el año.
El consumo de coliflor
A pesar que cuando esta planta se pone a hervir, despide un olor levemente desagradable, su sabor es suave, ligeramente dulzón y constituye un excelente acompañamiento para una gran variedad de platos.
La coliflor se puede preparar al vapor, asada, frita, estofada, hervida o gratinada. Puede servirse como acompañamiento de otros platos, como legumbres o arroz. Constituye un ingrediente básico en la preparación de sopas y caldos de verduras. También se puede usar como acompañante de algunos pescados, como el bacalao, o incluso puede formar parte de tortilla.
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