Es una de las 2 mil especies de la familia de las Annonáceas. Su forma se compara con la de un corazón y abunda en las zonas cálidas de Perú, Colombia, Ecuador, España, Portugal, Australia, Nueva Zelanda y otros países de América Tropical y Europa. La chirimoya es una fruta carnosa y dulce, con un aroma similar al de la canela. Proviene de un árbol llamado chirimoyo, que llega a medir 8 metros de altura.
La chirimoya (Annona Cherimola Mill), pertenece al género Annona. La planta que la produce, tiene ramificaciones bajas, con hojas ovales, envueltas por una partícula gamuzada. De ellas brotan pequeñas flores que crecen solas, en pares o en grupos de tres. Se cosecha en otoño, hasta principios de la primavera.
La zona limítrofe entre Ecuador y Perú figura como lugar de origen de la chirimoya, aunque también se mencionan a Chile y Colombia, como cuna de las primeras plantaciones.
Fue con el descubrimiento de América, cuando se introdujo en Oriente y África, y se le bautizó como “manjar blanco”.
Características de la Chirimoya
La chirimoya es verde por fuera y está repleta de hoyos, parecidos a las escamas de los reptiles. Internamente es blanca, y se conforma de unos grumos gelatinosos que cubren unas semillas negras, ovoides y brillantes. En su madurez, puede alcanzar los 80 milímetros de tamaño, y el kilo de peso.
La costa granadina, entre Almuñecar y Motril, en España, destaca actualmente como una de las principales regiones de producción, aunque también se cultiva en Chile, Costa Rica, México, Guatemala, Argentina, Israel y EE.UU, entre otras naciones.
Se da muy bien en los climas frescos, pero relativamente secos, con temperaturas entre 14ºC y 24ºC. El crecimiento de la planta es lento durante los primeros cuatro años, pero luego se desarrolla rápidamente. Se propaga por injertos, y los sembradíos requieren de efectivos métodos de prevención de plagas y enfermedades. La mosca de la fruta y los hongos, amenazan constantemente con acabarlos.
Cantidad de nutrientes
Luego de dos o cuatro días de ser recogida, la piel de la chirimoya adopta una tonalidad amarillenta y, en ocasiones ennegrecida, que refleja su madurez. Es ese el momento idóneo para su consumo.
Además de agua, la chirimoya contiene hidratos de carbono, minerales, vitaminas del grupo B y vitamina C. Este último compuesto fortalece el sistema inmune, y fomenta la producción de colágeno y la formación de huesos, dientes y glóbulos rojos. Como si fuera poco, promueve la absorción de hierro y actúa como antioxidante. Se dice incluso que retrasa el envejecimiento.
La chirimoya también aporta potasio, un mineral importantísimo para la transmisión y generación del impulso nervioso y la actividad muscular normal.
Asimismo, está compuesta de fibra, que mejora el funcionamiento del intestino, evita el estreñimiento, controla los niveles de glucosa en la sangre y reduce el colesterol.
Es rica en calcio, fósforo, hierro, vitamina A y proteínas. Es por ello que suele ser recomendada a individuos con anemia, descalcificación, osteoporosis, patologías renales e inconvenientes con la concentración y la memoria.
Más propiedades y usos de la chirimoya
Lo mejor de la chirimoya, es que se trata de una fruta de fácil digestión, por lo que es aprovechada por personas convalecientes, ancianos, niños en etapa de crecimiento y embarazadas.
Para los regímenes dietéticos es muy apropiada, puesto que disminuye la ansiedad, pero su ingesta debe ser regulada, dado su alto contenido de fructosa y calorías.
Los pacientes con problemas de hipertensión o dificultades cardíacas, pueden incluirla en su plan alimenticio, ya que es un alimento con bajos niveles de sodio.
Adicional a ello, la chirimoya surte un potente efecto reductor de la fatiga, el decaimiento y la depresión. Es tranquilizante y muy beneficiosa para el control de los comportamientos compulsivos.
De sus semillas se extraen algunas sustancias que son utilizadas para la elaboración de productos para el tratamiento de migraña, gota, cálculos y piojos. Son empleadas también para la preparación de insecticidas. En las regiones rurales las pulverizan, las mezclan con ceniza y las pasan por un tamiz para conseguir este resultado.
Ingesta y mantenimiento de la Chirimoya
La chirimoya al natural, es deliciosa
La mejor manera de conservarla es en el refrigerador, a una temperatura de 8 a 15 ºC, siempre y cuando esté madura. De lo contrario, se retrasará ese proceso.
Su sabor se asemeja al de la frambuesa, la fresa y el cambur. Para protegerla de la oxidación, se puede aderezar con unas gotas de jugo de lima o limón.
En puré, cremas, zumos, helados, o mermeladas es también muy sabrosa. Hay quienes la emplean para la preparación de rellenos para tortas o pastelillos.
Su ingesta puede ser a cualquier hora del día, aunque sugieren no hacerlo tras una comida abundante o copiosa para no causar gases o reacciones intestinales por el exceso de azúcar.
Al momento de comprar la chirimoya, es vital asegurarse de que no esté partida. Su olor debe ser fresco.
En algunos sitios la venden envasada, siendo las de etiqueta roja las de mejor calidad.
Si se consigue verde, se puede poner a madurar en casa, en un sitio libre de humedad.
La manipulación debe ser muy cuidadosa. Su concha es muy sensible al tacto.
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