Conocido popularmente como Árbol del Amor, Árbol de Judas, Árbol de Judea, Pata de vaca, Algarrobo o Ciclamor, el Cersis Siliquastrum es un árbol ornamental muy atractivo a la vista por su color lila. Este delicado tono contrasta con el marrón oscuro de la madera del tronco. Donde sea que se plante, embellece el lugar.
Sobre el Cercis Siliquastrum se han tejido varias leyendas que explican el significado de sus diferentes nombres. Se dice que en un árbol como este se ahorcó Judas Iscariote. De allí que se le denomine Árbol de Judas. También se ha comentado que por ser procedente de Judea, se le dio el calificativo de Árbol de Judea.
Por otro lado, quienes lo llaman Árbol del Amor, lo hacen básicamente por la hermosura de sus flores y el aspecto acorazonado de las hojas, las cuales han servido de marco para infinidad de fotografías de parejas enamoradas .
Origen y características DEL Cersis Siliquastrum
El Cersis Siliquastrum pertenece a la familia de las Leguminosas. No es muy alto, pero sí muy esplendoroso. Es originario del Mediterráneo oriental, el centro y sur de Estados Unidos y Asia.
Alcanza entre los cinco y seis metros de altura, aunque los más viejos, es decir, los que llegan a mantenerse por 20 años, pueden crecer unos 15 metros.
Es un árbol caducifolio. Su tronco, de corteza lisa, es marrón oscuro, casi negro. Su copa es frondosa, con ramas irregulares y abiertas. A pesar de que se su follaje es poco denso, las flores lo hacen ver voluminoso.
Hojas y flores
Las hojas del Cersis Siliquastrum son simples, alternas, con forma de corazón. Su tamaño va entre los 7 y 12 centímetros de longitud. Tienen ápice redondeado y peciolo largo. Muestran un tono verde pálido en primavera y otro más intenso en verano.
Las flores del Cersis Siliquastrum son hermafroditas, pequeñas y nacen agrupadas en ramos, que van de tres a seis flores. Éstas cubren toda la rama y algunas partes del tronco. Son de color rosa-lila y blanco, con una longitud de uno a dos centímetros. Poseen estambres y pistilos. Nacen antes que las hojas, entre los meses de marzo y abril. Una vez que se secan, quedan en el árbol por largo tiempo.
Mientras, los frutos del Cersis Siliquastrum brotan en largas vainas, con una ala ventral de apenas entre 1 y 2 milímetros. Reflejan un matiz entre rojizo y marrón según el tiempo de maduración del mismo.
Estos frutos del Cersis Siliquastrum son colgantes y se dan en cantidades numerosas. Miden entre 6 y 10 centímetros de largo y 1,5 de ancho. Maduran para el mes de julio y se quedan colgando en el árbol hasta la próxima floración. Tienen una semilla ovoideo-oblonga, comprimida, de color pardo. Cuentan con hilo apical y carecen de endosperma.
Cultivo y cuidados DEL Cersis Siliquastrum
El árbol Cersis Siliquastrum debe ser sembrado en suelos calizos, profundos y bien drenados para su óptimo desarrollo. Aunque aguanta el frío, no tolera las heladas muy prolongadas. Prefiere las temperaturas cálidas y valora su exposición a la luz solar.
Esta especie soporta bastante bien la sequía, pero no sobrevive a los suelos con exceso de agua ni pantano.
El invierno es la temporada ideal para la plantación del Cersis Siliquastrum. Su trasplante se debe realizar a los cuatro años. No se puede esperar más tiempo, puesto que las raíces centrales largas se adhieren e impiden su movimiento. No se recomienda cultivarlo en maceta.
El Cersis Siliquastrum no necesita de poda, al menos que se tenga en jardines y se quiera emparejar su copa, pues las ramas tienden a salir en forma zigzagueante. No requiere de mucho riego, al menos que haya una sequía extrema. En ese caso se puede regar una vez a la semana.
La reproducción del árbol se da por semillas que previamente han pasado por un tratamiento de presiembra utilizando agua caliente o ácido sulfúrico.
Lo malo, es que sufre con el viento y es sensible a las cochinillas y pulgones.
Usos del Cersis Siliquastrum
La madera del Cersis Siliquastrum no es de muy buena calidad, pues tiende a doblarse con el tiempo y hasta se pudre con los cambios de temperatura. No obstante, en la medicina natural sus frutos son procesados para obtener un astringente muy beneficioso. La corteza la utilizan para calmar los dolores de cabeza y para los catarros.
Las flores se han incorporado en la gastronomía de algunas culturas para preparar ensaladas y adornar platos, porque tienen un dulce picor. En algunos países cocinan los brotes de las flores en escabeche con vinagre.
El uso más común del Cersis Siliquastrum es en los jardines, plazas y parques públicos para definir caminos y adornar el lugar. Por esto es uno de los árboles ornamentales más solicitados.
En la época bizantina era uno de los árboles que más se reproducía en Constantinopla, en las riberas del Bósforo, pues su color morado era el preferido de los emperadores.
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