En gran parte de México se celebran las festividades de los Santos y de los fieles difuntos. En estas conmemoraciones, es común ofrendar y adornar los panteones con flores. Entre ellas, la cempasúchil, también llamada flor de muerto, adquiere un papel destacado.

Puede parecer una paradoja que una flor de intenso color naranja y aroma penetrante sea tan central en estas fechas; sin embargo, es especialmente en el 1 y 2 de noviembre cuando se intensifica su uso. Su presencia está tan arraigada que la producción nacional alcanza cifras considerables: se cultivan aproximadamente 1.500 hectáreas y se generan más de 13.900 toneladas al año.
Esta planta, científicamente llamada Tagetes erecta, pertenece a la familia Asteraceae. Etimológicamente, cempasúchil proviene del náhuatl cempāxōchitl, que se interpreta comúnmente como “flor de veinti pétalos”; también se asocia con Xóchitl, que significa flor. Otras variantes de su nombre son tagete, cempoal Xóchitl, cempoal, cempasúchil o tapayola.
En la ofrenda y en las decoraciones del Día de Muertos, el cempasúchil añade color y significado. Su aroma fuerte ayuda a guiar a los espíritus de regreso al mundo de los vivos, mientras que su vibrante color naranja simboliza el sol, la vida y la renovación. Sus pétalos se utilizan para crear senderos de color que guían a las almas hacia las ofrendas, y para adornar imágenes, calaveras de azúcar y otros elementos de la ofrenda.

Importancia cultural y simbólica
El cempasúchil es símbolo central de las festividades del Día de Muertos. En la tradición, su color naranja intenso representa el sol y la vida, y su fragancia ayuda a guiar a las almas hacia los altares y ofrendas.
Su presencia en altares y recorridos de pétalos, así como su uso para adornar imágenes, calaveras de azúcar y otros elementos de la ofrenda, refuerza su función ritual y estética durante las conmemoraciones. Aunque la flor puede presentarse en tonos amarillos y naranjas, abarca una gama que va desde el amarillo pálido hasta el naranja intenso.
CARACTERÍSTICAS del cempasúchil
El cempasúchil es una planta herbácea que puede comportarse como anual o perenne, dependiendo de la especie y del clima. Alcanza una altura de 60 cm a 1 m y presenta un aroma característico. Su raíz es tubular, pivotante, ramificada y fibrosa, de poca profundidad. El tallo es estriado, liso o levemente lanoso. La planta pertenece principalmente a Tagetes erecta, aunque existen variedades de menor porte.

Las hojas son caducifolias; son opuestas en la zona inferior y alternas en la superior. Pueden medir hasta 20 cm de largo y entre 1,5 y 5 cm de ancho. Presentan de 11 a 17 foliolos; son pinnadas y sus bordes son aserrados.
Los colores de la flor van del amarillo intenso al naranja. En las cabezas florales, agrupadas en cabezuelas, se puede observar variabilidad entre variedades: algunas presentan múltiples hileras de pétalos, y otras una única hilera; esta clasificación es más común en cultivares y no siempre se aplica universalmente. En general, los pétalos son lisos; algunas flores pueden presentar bordes encrespados u ondulados, aunque son poco comunes.
El periodo de floración es prolongado y suele extenderse durante todo el verano y el otoño, dependiendo de las condiciones climáticas. El fruto y la semilla son aquenios (fruto seco e indehiscente formado a partir de un ovario con una única semilla). Miden entre 7 y 10 mm de largo, son planos y suelen estar cubiertos por vellos rígidos.
- Usos ornamentales y culturales: En México y en otros países de América Latina, el cempasúchil es símbolo de Día de Muertos; sus flores naranjas decoran altares, tumbas y ofrendas, y su color vibrante guía a las almas de los difuntos.
- Usos culinarios y artesanales: Los pétalos son comestibles y se emplean como colorante natural y para decoración en platillos. En algunas cocinas regionales se añaden a ensaladas, arroces y postres para aportar color y aroma suave.
- Cuidados y cultivo: Prefiere pleno sol y suelos bien drenados. Es resistente a la sequía moderada y se adapta a climas cálidos. Se multiplica por semillas y puede cultivarse en huertos, parterres y macetas grandes. Requiere riego regular durante la germinación y el establecimiento.
- Polinizadores y biodiversidad: Atrae abejas y mariposas, favoreciendo la biodiversidad del jardín y la salud de otros cultivos vecinos.
Hábitat y distribución
El cempasúchil (Tagetes erecta) es originario de México, donde crece de forma silvestre en climas cálidos y templados. En su hábitat natural suele hallarse en bordes de caminos, junto a cultivos y en zonas abiertas con buena exposición solar. Es una planta anual en la mayor parte de las regiones templadas y se adapta a suelos bien drenados y fértiles. Requiere riego moderado y protección frente a heladas ligeras.
En México, la planta se encuentra especialmente en varios estados y es frecuente en jardines y huertos, tanto por su belleza ornamental como por su uso simbólico durante las festividades del Día de Muertos.
- Distribución en México: Morelos, Aguascalientes, Oaxaca, Sinaloa, Chiapas, Ciudad de México, Puebla, Jalisco, San Luis Potosí, Tlaxcala y Veracruz.
Además, se observa en muchos países de Centro y Sudamérica, donde crece de forma silvestre en ambientes abiertos y campos agrícolas.
- Venezuela, Bolivia, Costa Rica, Honduras, Cuba, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Puerto Rico.
- Como cultivo: se cultiva ampliamente en China, Australia, India, Zambia y Sudáfrica, entre otros países, tanto para fines ornamentales como para su uso en festividades locales y ramos florales.
USOS más comunes
Sus aplicaciones más habituales se sitúan en el ámbito de la medicina y la ornamentación, remarcando su presencia desde la era prehispánica.
Se emplea para aliviar problemas estomacales, dolores menstruales, malestares respiratorios, afecciones hepáticas, condiciones de la piel y problemas de la vista.
La flor de cempasúchil también se atribuyen propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antioxidantes. Sus componentes antimicrobianos pueden actuar frente a microorganismos como Bacillus cereus, Campylobacter coli, Alcaligenes faecalis y Escherichia coli, entre otros.
Los pétalos contienen carotenoides de gran valor, especialmente luteína. Esta sustancia ayuda a prevenir dolencias oculares como cataratas y degeneración macular, contribuyendo a la salud visual cuando forma parte de una dieta equilibrada.
Además, la planta ha inspirado aplicaciones agroindustriales: se han desarrollado fertilizantes derivados del cempasúchil para la agricultura sostenible y bioplaguicidas que no dañan el medio ambiente ni la salud humana.
En la actualidad, el cempasúchil se utiliza en la fabricación de pastas, sopas, mantequilla y bebidas, así como como pigmento natural en colorantes y adobos. En México y otros países, es emblemático en las decoraciones de Día de Muertos, donde su color naranja intenso guía a las almas y aporta un aroma característico a altares y ofrendas.
Cultivo
La forma más práctica de obtener cempasúchil es por semillas, eligiendo la variedad deseada. Siembra en un terreno adecuado con buen drenaje; puede ser en suelo llano, franco o arenoso, o en recipientes. Lo fundamental es lograr un espaciado suficiente para que las plantas se desarrollen sin competencia.
Requisitos básicos de cultivo:
- Exposición: pleno sol, con al menos 6–8 horas de luz diaria.
- Suelo: suelto y bien drenado; puede tolerar suelos moderadamente arenosos o ligeros, siempre que drenen bien. En suelos pesados, mejora la estructura con compost o arena gruesa.
- Siembra y trasplante: se puede sembrar directo al suelo o en recipientes. Siembra superficial a 1–2 cm de profundidad; espacia las semillas o plántulas a 25–30 cm entre plantas.
- Riego: regular pero sin encharcamientos. En periodos secos, regar a primera hora de la mañana para reducir enfermedades fúngicas.
- Fertilización: aporta un fertilizante equilibrado (N-P-K) al momento del trasplante o al inicio de la floración; evita excesos de nitrógeno que fomenten el crecimiento de hojas a expensas de las flores.
- Deshierbe y manejo de plagas: mantener el área libre de malezas y vigilar plagas comunes como áfidos y trips; intervenciones simples pueden ser suficientes, recurriendo a métodos ecológicos cuando sea posible.
- Protección contra heladas: las temperaturas muy bajas pueden dañar las plantas jóvenes; en climas fríos, aplaza la siembra o utiliza cubiertas.
Calendario y rendimiento:
- En climas templados, la siembra suele realizarse en junio o julio para obtener floración en octubre y noviembre, coincidiendo con festividades y decoraciones.
- En regiones cálidas o bajo invernaderos, se puede cultivar durante todo el año, favoreciendo múltiples cosechas.
- La germinación suele ocurrir entre 7 y 14 días; la planta joven se establece en las primeras 2–3 semanas. Por lo general, el cempasúchil florece entre 60 y 90 días después de la siembra, dependiendo de la variedad y las condiciones ambientales.
LEYENDA DE LA FLOR DE CEMPASÚCHIL
Una leyenda muy hermosa, transmitida de generación en generación, explica el origen de la flor de cempasuchil. Según la tradición, esta planta simboliza la historia de amor entre Xóchitl y Huitzilin, dos jóvenes mexicanos que, cada día, subían la montaña consagrada al dios Tonatiuh para entregarles un manojo de esta flor.
En tiempos de guerra, Huitzilin partió a combatir. Meses después, Xóchitl recibió la dolorosa noticia de su muerte. Desesperada por reunirse con su amado, pidió al dios Tonatiuh que los reuniera. En respuesta, Tonatiuh permitió que los rayos del sol rozaran la piel de Xóchitl, transformándola en una hermosa flor de tono amarillo. Un colibrí, atraído por su belleza, se acercó y, según la leyenda, era Huitzilin quien se había reencarnado en ese ave. Cuando el colibrí tocó la flor, ésta se separó en sus veinte pétalos.
Hoy, la flor de cempasúchil es símbolo fundamental de las tradiciones del Día de Muertos. Se usa para adornar ofrendas y los caminos de las ceremonias, ya que se cree que su color vibrante y su fragancia guían a las almas de los seres queridos hacia el hogar de los vivos. Aunque tradicionalmente se representa en tonos amarillos y naranjas, la variedad puede presentar gamas que van desde el amarillo pálido hasta el naranja intenso.
- Personajes y símbolos: Xóchitl y Huitzilin, cuyo vínculo inspira la flor y su color; Huitzilin a veces se interpreta como la reencarnación del amado en un colibrí.
- Significado cultural: amor, memoria, muerte y renovación; la flor marca el camino de las almas durante las celebraciones del Día de Muertos.
- Usos prácticos: decoración de altares y ofrendas, creación de senderos de pétalos y arreglos festivos que guían a las visitas de los fieles.
- Variantes regionales: existen versiones regionales de la leyenda en distintos estados de México, con ligeras variaciones en nombres y detalles.
- Contexto botánico: la cempasúchil es una flor de la especie Tagetes erecta; suele presentar colores que van del amarillo al naranja y se utiliza ampliamente en artesanías y adornos para festividades.























