Arbustos 77
Pingüica
La pingüica, conocida científicamente como Arctostaphylos pungens y perteneciente a la familia Ericaceae, es un arbusto significativo en el ecosistema del sur de Estados Unidos y en casi todo México. En México, se le conoce comúnmente como «manzanita» debido a sus frutos pequeños y redondos que recuerdan a una manzana. Esta planta no solo es vital en su hábitat natural, sirviendo como alimento para diversas especies animales, sino que también es apreciada en la gastronomía local para la elaboración de mermeladas. A lo largo de los años, ha captado la atención por sus usos y propiedades medicinales, especialmente en la medicina tradicional mexicana.

Características de la pingüica
El arbusto de pingüica se caracteriza por sus tallos erectos que pueden alcanzar una altura de entre 1 y 3 metros. Su corteza rojiza y lisa es distintiva, al igual que sus ramas cortas de las que brotan hojas coriáceas, de un verde brillante y forma ovalada o lanceolada. Estas hojas pueden medir hasta 4 centímetros de largo, y las nuevas presentan una apariencia lanosa, un rasgo curioso de la planta.
Las inflorescencias de la pingüica consisten en racimos esféricos formados por numerosas flores. Su fruto, una drupa globosa y lisa de entre 5 y 8 milímetros, es carnoso y comestible. El proceso de maduración del fruto comienza al final de la primavera o a finales del verano, pasando de un color amarillo a un tono café rojizo. Los frutos permanecen en la planta durante uno o dos meses.
La pingüica prospera en suelos secos, poco profundos y ricos en grava y arena, con un pH ácido. Para maximizar la absorción de nutrientes y agua, esta planta establece relaciones simbióticas con hongos del suelo. En áreas afectadas por incendios forestales, las semillas de pingüica requieren escarificación para germinar, lo que demuestra su adaptación a estos ambientes.

Usos y propiedades de la pingüica
La pingüica desempeña un papel crucial en el ecosistema al servir como alimento para muchas especies silvestres. En México, los frutos se recolectan para hacer mermeladas, una tradición que data de antes de la llegada de los conquistadores. No obstante, la falta de un cultivo sistematizado ha limitado los estudios exhaustivos sobre sus propiedades.
En la medicina popular mexicana, la pingüica es valorada por sus propiedades diuréticas. Se recomienda su uso en infusiones a partir de sus raíces, hojas o frutos para aliviar síntomas de enfermedades renales. Además, es utilizada para tratar diarreas, reumatismo, hidropesía e inflamaciones.
Importancia ecológica de la pingüica
La pingüica juega un papel esencial en la restauración de suelos erosionados y en la alimentación de la fauna silvestre. Naturalmente, prospera en terrenos pedregosos donde contribuye a la formación de suelo fértil, facilitando el establecimiento de otras especies. En California, se ha observado que arbustos como la pingüica actúan como nodrizas para especies arbóreas como Juniperus sp. y Pinus monophylla, mejorando el suelo y el microclima.

Como especie clave en la gestión de áreas forestales, su capacidad para responder a incendios y restaurar áreas degradadas es notable. Su estrategia ecológica incluye la producción abundante de frutos, dispersión por mamíferos y aves, y germinación dependiente del fuego. Sin embargo, su propensión a intensificar incendios puede desplazar otras especies si no se gestiona adecuadamente.
Conservación y manejo de la pingüica
La gestión de áreas de transición, que utiliza el fuego para promover el crecimiento de pastos, podría aumentar la densidad de pingüica. Su reemplazo en ausencia de fuego puede tardar hasta 50 años, por lo que las prácticas de extracción mecánica podrían ser necesarias para su sustitución. Dada su importancia ecológica, es fundamental desarrollar sistemas de manejo para conservar esta especie valiosa, que no solo es crucial para la supervivencia de varias especies de vida silvestre, sino también para la generación de sustrato en suelos escasos.
Tepezcohuite
Tepezcohuite, conocido científicamente como Mimosa tenuiflora, es una planta que ha captado la atención por sus propiedades medicinales y usos tradicionales. Este arbusto espinoso ha sido empleado desde tiempos prehispánicos por los mayas, quienes lo utilizaban para tratar diversos trastornos cutáneos. En la actualidad, el tepezcohuite ha resurgido en la industria cosmética y farmacéutica, siendo apodado el «árbol de la piel» debido a su eficacia en la cicatrización y regeneración dérmica. Sin embargo, es importante considerar sus efectos alucinógenos, que han sido comparados con los del LSD.

Descripción del tepezcohuite y sus características
El tepezcohuite es un arbusto espinoso que puede alcanzar hasta 8 metros de altura. Sus hojas son alternas y están compuestas de 6 a 9 pares de pinnas, cada una formada por 20 a 40 hojuelas linear oblongas y ligeramente viscosas. Las flores son pequeñas y blancas, dispuestas en densas espigas que pueden medir entre 5 y 8 centímetros de largo. La planta produce vainas oblongas de unos 7 centímetros de ancho y semillas casi ovoides, morenas u oliváceas, que tienen un brillo distintivo y miden de 3 a 5 centímetros de largo.

Hábitat y distribución del tepezcohuite
El tepezcohuite prospera en climas cálidos y húmedos, especialmente en pastizales y matorrales espinosos. Se encuentra principalmente en las partes secas de zonas cálidas y húmedas, integrándose en las selvas bajas espinosas. Esta planta se distribuye desde Brasil hasta el norte de México, con una población abundante en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y el sur de Chiapas. En algunas regiones de México, se considera una maleza difícil de erradicar debido a su capacidad para invadir cultivos de maíz y áreas agrícolas abandonadas.
Usos farmacológicos y cosméticos del tepezcohuite
Las propiedades cicatrizantes de la corteza del tepezcohuite han sido objeto de múltiples estudios científicos. La actividad biológica se debe principalmente a su contenido de taninos y saponinas. Los ensayos clínicos han demostrado la eficacia de los extractos de corteza de Mimosa tenuiflora en el tratamiento de úlceras venosas de la pierna.

La comercialización de extractos de tepezcohuite ha requerido el desarrollo de métodos de control de calidad para asegurar la autenticidad de la materia prima. Los estudios químicos han identificado los taninos como el componente principal de la corteza, representando un 16% de su composición. El polvo de tepezcohuite se utiliza para tratar problemas estomacales e intestinales, así como para elaborar cataplasmas para afecciones cutáneas. Un uso popular es el tratamiento de granos y heridas, mediante un enjuague casero realizado al hervir la cáscara y enfriar el líquido resultante.
Efectos alucinógenos del tepezcohuite
Investigaciones recientes han detectado la presencia de N, N-Dimetriltriptamina (N, N-DMT) en el tepezcohuite, un compuesto que, en presencia de inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), puede producir efectos psicoactivos similares al LSD. Históricamente, los chamanes combinaban el N, N-DMT con plantas que contenían IMAO para preparar una bebida utilizada en rituales, conocida como Ayahuasca.
Innovaciones recientes en el uso del tepezcohuite
En los últimos años, el tepezcohuite ha cobrado relevancia en la industria cosmética gracias a sus propiedades regenerativas y antiinflamatorias. Estudios recientes han explorado su aplicabilidad en productos para el cuidado de la piel, como cremas antiarrugas y tratamientos para cicatrices. Además, se están investigando sus posibles beneficios en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas, aprovechando su capacidad para modular la respuesta inmunitaria.

La creciente demanda de productos naturales ha impulsado investigaciones adicionales sobre el tepezcohuite, enfocándose en su sostenibilidad y en la optimización de los procesos de extracción de sus componentes activos, maximizando así sus beneficios terapéuticos y cosméticos.
Abelia
La abelia es un arbusto ornamental muy valorado en jardinería por su prolongada y atractiva floración, que se extiende desde la primavera hasta bien entrado el otoño. Además, cuando sus flores se secan, la belleza de la planta se mantiene gracias a los cálices y sépalos que adquieren un atractivo tono rosado. Este género abarca más de 70 especies, siendo la más popular la abelia x grandiflora, un híbrido entre la abelia chinensis y la abelia uniflora. Su cultivo es común en regiones de climas moderados debido a su limitada resistencia al frío intenso.
Descripción de la abelia: Sus características
La abelia puede alcanzar los 3 metros de altura, aunque habitualmente se mantiene entre 1 y 1,5 metros. Dependiendo del clima, puede ser de hojas perennes o caducifolias. Las ramas internas son rectas y robustas, mientras que las externas son arqueadas y finas, mostrando un leve movimiento pendular.
Las hojas son ovaladas, pequeñas y de un verde brillante, con el haz más oscuro que el envés. Crecen de manera alterna en las ramas, lo que le da a la planta un follaje ligero y bien aireado, sin superar los 6 centímetros de longitud.
Las flores, conocidas por su suave y agradable aroma, son blancas o rosadas y se disponen en inflorescencias de 3 flores en el extremo de las ramas. Cada flor tiene 5 pétalos redondeados y lobulados con una forma acampanada. El fruto de la abelia es un aqueniforme, alargado y coronado por un cáliz.
Origen y usos de la abelia
La mayoría de las especies del género abelia son originarias de China. El nombre se atribuye a un médico llamado Abel, quien la introdujo en Europa. A pesar de que la abelia x grandiflora es un híbrido, su cultivo es más prominente en América, Europa y África, siendo menos común en su lugar de origen, China.
La abelia x grandiflora es ampliamente utilizada como arbusto ornamental en jardines y cercos debido a su excepcional floración prolongada.
Condiciones de cultivo y cuidados
Para un cultivo óptimo, las abelias requieren suelos blandos, bien drenados y abonados. Durante la primavera y el otoño, es beneficioso enriquecer el suelo con abono orgánico. Estas plantas prosperan a pleno sol en climas templados, pero en regiones cálidas o muy cálidas, se debe procurar cultivarlas en sombra parcial. Independientemente del clima, es crucial proteger las abelias del viento, ya que puede dañarlas.
La reproducción se realiza mediante esquejes. Para preparar esquejes, se debe cortar una rama por debajo del quinto nudo, eliminando las hojas, excepto las de los dos primeros nudos. El extremo que se plantará debe untarse con hormonas de enraizamiento antes de colocarlo en tierra abonada. Este proceso se realiza a finales de la primavera y principios del verano.
Las abelias no requieren poda regular, pero puede realizarse para mantener una forma y tamaño específicos. Es recomendable llevar a cabo una poda de rejuvenecimiento después de la floración, generalmente en otoño, eliminando las ramas más antiguas y en mal estado.
En cuanto al riego, es esencial proporcionar agua abundantemente en verano, reduciendo la frecuencia en invierno y primavera. Aunque la abelia es resistente a la sequía, necesita protección contra las heladas, ya que es muy sensible a las bajas temperaturas.
Arándano
El arándano, perteneciente al género Vaccinium, es una planta arbustiva que ha logrado un lugar prominente en la agricultura por sus apreciados frutos comestibles. Estos frutos, junto a las frambuesas, zarzamoras y grosellas, son comúnmente conocidos como “frutos del bosque”. Originario de climas fríos y montañosos del hemisferio norte, hoy en día, el arándano se cultiva en todo el mundo, adaptándose a regiones que replican estas condiciones climáticas. Con más de 450 especies, el arándano no solo es valorado por su sabor dulce, sino también por sus beneficios para la salud.
Descripción del arándano: Características botánicas
El arándano es un arbusto terrestre de tipo rizomatoso, lo que significa que sus ramas crecen de manera subterránea. Sus hojas, de un verde brillante y perennes, se disponen de forma alterna y presentan bordes aserrados o lisos. Están unidas al tallo por un pecíolo corto. Durante el otoño, las hojas adquieren colores vibrantes, lo que convierte a esta planta en una opción ornamental atractiva además de su valor frutal.
Las flores del arándano son acampanadas y varían en colores que incluyen rosado, rojo, blanco o púrpura. Sus frutos, considerados botánicamente como falsas bayas, emergen de un ovario inferior y son comestibles.
El cultivo del arándano: Prácticas y condiciones ideales
Para cultivar arándanos, es esencial considerar las características del suelo. Las raíces del arándano son finas y fibrosas, concentrándose principalmente en los primeros 50 centímetros de profundidad. Por ello, el suelo debe ser suelto, bien drenado y rico en materia orgánica. La preparación del terreno debe incluir la creación de surcos adecuados.
En cuanto al clima, los arándanos prefieren climas moderados, requiriendo entre 400 y 1200 horas de frío a temperaturas cercanas a los 7°C. Este frío invernal es necesario para romper la latencia de la planta. Dado que las heladas pueden dañar los brotes, se recomienda proteger las plantas.
Métodos de reproducción del arándano
Existen varios métodos para la reproducción de arándanos, cada uno con sus ventajas y desventajas:
- Esquejes: Se recomienda tomar esquejes de aproximadamente 10 centímetros de largo de ramas tiernas. Estos deben plantarse en la parte superior de los surcos, a una distancia de un metro y medio entre plantas y dos metros entre surcos. Este método se realiza al final del otoño o durante el invierno, aunque no todos los esquejes logran enraizar exitosamente.
- Acodos: Este método implica enterrar la punta de una rama tierna a unos 6 centímetros de profundidad durante el verano. La rama enraizará y, al cabo de un año, se debe separar de la planta madre en primavera para trasplantarla.
- Plantas con raíces: Este es el método más recomendable para asegurar un crecimiento saludable y la producción de frutos.
Riego y fertilización
En regiones lluviosas, el riego adicional no es necesario. Sin embargo, en áreas con veranos secos, es vital regar los arándanos con agua sin cloro ni sodio. En cultivos extensivos, se aconseja el riego por goteo, lo que permite también la fertilización de las plantas.
A partir de mediados de la primavera y durante el verano, es beneficioso aplicar fertilizantes en polvo específicos para azaleas sobre la superficie cubierta por las ramas del arándano.
Cuidados y poda
El arándano requiere ciertos cuidados para optimizar su crecimiento. Mantener el suelo libre de hierbas es crucial, preferiblemente de manera manual para evitar dañar las raíces. Durante los primeros dos años, es aconsejable podar las flores para fomentar un crecimiento más vigoroso.
Las podas son esenciales para el desarrollo del arándano. Durante los primeros tres años, solo se eliminan las ramas interiores en verano. Después, en invierno, se realiza una poda que mejora la fructificación, eliminando ramas de más de tres años para favorecer el crecimiento de frutos en las ramas jóvenes.
Valor comercial y cosecha
El valor comercial de los arándanos se determina por su firmeza y grado de madurez. Los frutos deben cosecharse cuando presentan un color brillante y una textura firme. Si se dejan madurar en exceso, se vuelven blandos, siendo aptos solo para la elaboración de zumos y mermeladas, pero no para su comercialización en fresco. Mantener estas condiciones asegura que los arándanos conservan su calidad y atractivo en el mercado.
Laurel
En la Antigua Roma, los emperadores lucían una corona confeccionada con ramas de laurel, símbolo del triunfo y las campañas victoriosas. El laurel, conocido científicamente como Laurus nobilis, es un árbol originario de las regiones del Mediterráneo. Hoy en día, su presencia es común en la cocina y en usos medicinales, siendo apreciado por sus múltiples propiedades.
El laurel es un árbol dioico, lo que significa que existen ejemplares masculinos y femeninos. De hojas perennes, puede alcanzar entre 5 y 10 metros de altura, con un tronco recto y corteza gris. Sus hojas son azuladas, dispuestas de manera alterna en las ramas, y presentan una forma lanceolada u oblonga. Son aromáticas, y ocasionalmente tienen bordes ondulados. Las hojas miden de 3 a 9 centímetros de largo, con un pecíolo corto, y su color verde lustroso en el haz se torna más pálido en el envés.
Flores y Frutos del Laurel
Las flores del laurel se organizan en umbelas sésiles, con 4-6 flores de pétalos amarillentos que florecen en marzo y abril. Las flores masculinas tienen de 8 a 12 estambres y dos nectarios opuestos, mientras que las femeninas poseen estaminodios y un ovario subsésil. El fruto es una baya de forma ovoide que adquiere un color negro en su madurez, a principios de otoño. Cada baya contiene una semilla, madura a principios de otoño y es utilizada en diferentes aplicaciones.
Usos y propiedades del laurel
Las hojas de laurel son un condimento esencial en la gastronomía europea y su uso se ha extendido globalmente. En la cocina mediterránea, el laurel es un ingrediente casi omnipresente. En América del Norte y Centroamérica, especialmente en México, se le conoce como Laurel de Castilla. Se utiliza en sopas, guisos, estofados, carnes, pescados, mariscos y vegetales, a menudo en forma de bouquets que se retiran antes de servir. Comercialmente, se puede encontrar triturado o molido.
El laurel tiene un amplio uso medicinal. Actúa como tónico estomacal, estimulando el apetito y facilitando la digestión. También posee propiedades carminativas y colagogas. Del fruto se extrae un aceite esencial conocido como manteca de laurel, utilizado en el tratamiento de inflamaciones articulares y pediculosis. Sin embargo, es importante que su uso sea supervisado por profesionales, ya que en exceso puede ser tóxico.
La madera del laurel, apreciada por su dureza, se emplea en trabajos que requieren soporte fuerte, como vigas o empalizadas.
Cultivo del laurel
El laurel prefiere climas cálidos o templados y no tolera heladas. Las áreas frescas y húmedas son ideales para su crecimiento. Requiere suelos bien abonados y con buen drenaje, aunque puede tolerar cierta sequedad. Es adecuado para ser plantado en suelos con pendientes.
La reproducción del laurel mediante esquejes es un método eficaz. Los esquejes deben cortarse en primavera para enraizar en verano. Se recomienda mantener los árboles jóvenes en macetas durante el primer año de vida. Se obtienen esquejes de 15 cm de largo de ramas jóvenes de árboles maduros y sanos. Estos se plantan en macetas con condiciones óptimas de humedad y luz. Una vez enraizados, el riego debe ser moderado para evitar encharcamientos y pudrición de raíces.
El laurel no solo es un árbol ornamental excelente, sino que también permite disponer de sus hojas durante todo el año para dar sabor y aroma a una variedad de platos.
Jara
La jara, conocida también como cistus, es una flor muy llamativa e ideal para ser cultivada en zonas de clima mediterráneo. Además de su belleza ornamental, aporta numerosos beneficios para la salud, tanto que ha sido catalogada como el “antibiótico de la naturaleza”. Su capacidad de crecer en terrenos difíciles y su resistencia a diversas condiciones climáticas la convierten en una planta valiosa tanto para jardinería como para usos medicinales.
Comúnmente, las flores de jara (Cistus ladanifer) son de color blanco, generalmente con una mancha roja en sus pétalos. También se encuentran en tonos rosa, lila, púrpura, amarillo y rojo, con un tamaño que varía entre 5 y 10 centímetros. Sus hojas brotan enfrentadas, con una forma lanceolada, un tono verde intenso y un olor que se asemeja al del bálsamo.

Características de la jara
Las ramas superiores de la jara son viscosas, y el arbusto en sí puede alcanzar hasta 3 metros de altura. Desprende una sustancia llamada ládano, que antiguamente se usaba como medicina y hoy día es muy demandada por la industria cosmética para la producción de fijadores.
La jara se desarrolla espontáneamente en tierras con poca cal y en laderas. Esta especie florece regularmente entre los meses de abril y junio. El fruto, de color amarillo, se asemeja a una cápsula y se divide en 10 compartimientos.

Las flores son hermafroditas y se componen de cinco pétalos grandes con textura rugosa. Al poco tiempo de abrirse, se desprenden y caen, pero crecen con tal abundancia que la planta casi siempre está florecida.
El árbol es leñoso y arbustivo, formando masas compactas que cubren casi en su totalidad el territorio donde habitan. Sus grandes cantidades de estambres producen polen, lo que hace a la planta muy atractiva para las abejas de miel y otros insectos.
El cistus requiere mucho sol, pero también puede resistir el invierno, siempre que no haya nieve. Es un arbusto que rara vez enferma, aunque debe tenerse cuidado si surge una planta rastrera amarilla alrededor, ya que puede parasitar sus raíces.
Varios tipos de jara
Existen varios tipos de jara. El Cistus albidus es un árbol que mide entre 50 y 100 centímetros de alto. No tiene muchas ramas. Sus hojas son de color blanco, en contraste con sus flores rosadas. Es muy popular en jardines.
El Cistus clusii es un arbusto de 1 metro de altura con hojas similares a las del romero. Sus flores son muy pequeñas, con cinco pétalos blancos, y su fruto tiene forma de cápsula.

Otra de sus variantes, el Cistus ladanifer, puede alcanzar hasta 2,5 metros de altura. Sus hojas son estrechas y alargadas, impregnadas de una sustancia pegajosa que le da un aspecto brillante.
Más pequeña es la Cistus laurifolius, cuyas hojas son más anchas y onduladas. Sus flores, con pétalos blancos y una mancha amarilla, son más pequeñas y tienen menos olor.
Sobre la siembra y cultivo de la jara
El cultivo de la jara es más o menos similar para todas sus variedades. En general, requieren un suelo bien drenado y no prosperan en áreas pantanosas. Si están muy expuestas al viento, es recomendable colocar estacas para apoyarlas. Se podan solo en invierno y el despunte se realiza tras la floración para que se desarrollen más frondosas. Si la corteza está madura, es mejor no cortarla. Si la planta es vieja o está desgarbada, conviene desecharla. Los nuevos brotes pueden ser atacados por pulgones y moho gris, por lo que requieren cuidados especiales.
Los trasplantes no siempre son exitosos, pero si se desea intentarlo, se debe hacer en primavera y con todo el cepellón. La multiplicación puede realizarse con semillas recogidas a finales del invierno y plantadas en primavera, o con esquejes semileñosos recogidos en verano.
Numerosos beneficios de la planta
La jara es comúnmente recolectada para fines medicinales, utilizando sus hojas y la oleorresina de las sumidades. La esencia de ládano contiene ladaniol, un elemento conocido por sus propiedades terapéuticas, útil en el tratamiento de problemas gástricos, úlceras y mala digestión. También actúa como sedante y regulador del sistema nervioso.
Desde hace siglos, la jara se emplea para preparar infusiones que actúan contra las infecciones gripales y los resfriados, gracias a una sustancia que inhibe la neuraminidasa, limitando la capacidad de propagación del virus.
La jara fortalece el sistema inmune y eleva las defensas del organismo. Es antiinflamatoria y antioxidante, y ayuda a combatir el virus H5N1, conocido por causar la gripe aviar. Es antibacteriana y antiviral.
Además, se considera que la jara es anticancerígena, ya que los tés preparados con ella evitan el crecimiento progresivo de las células del cáncer de pecho. Para consumirlos, se hierven las hojas en una taza de agua.
Actualmente, algunos laboratorios producen la jara en forma de jarabe y comprimidos, comercializándola como medicamento para la tos. También se utiliza en la producción de fragancias, debido a su olor rico y complejo, similar al aroma del ámbar gris.
La madera de la jara, por ser bastante dura, es útil para fabricar piezas o herramientas para el rozamiento, y también funciona perfectamente como leña.
Precauciones con su uso
Si bien la jara no tiene efectos secundarios conocidos, es importante tomar ciertas precauciones. No debe consumirse en caso de enfermedades autoinmunes, ya que su capacidad para potenciar el sistema defensivo podría intensificar la acción destructora del organismo contra sí mismo.
Tampoco debe ingerirse en cantidades excesivas, ya que puede resultar tóxica para el hígado. En el caso de mujeres embarazadas, lactantes o niños pequeños, es fundamental consultar a un médico antes de su uso, ya que pueden ser más susceptibles a intoxicaciones y sus consecuencias.
Chicalote
La flora nos ofrece un sinfín de especies hermosas e interesantes. Una de ellas es el chicalote, una planta reconocida por el color verde azulado de sus hojas y la textura rugosa de su flor, que bien podría confundirse con una de papel. Además de su atractivo visual, el chicalote posee propiedades medicinales y ha sido objeto de estudios científicos que buscan explorar sus posibles beneficios y riesgos.
Características del Chicalote
El chicalote produce frutos con cápsulas largas llenas de espinas que, al madurar, liberan semillas negras que facilitan su reproducción. Este arbusto, cuyo nombre científico es Argemone platyceras, pertenece al género Argemone de la familia Papaveraceae. Es conocido también como cardo santo mexicano, cardo amarillo, adormidera amarilla y cardo blanco.
A pesar de que hay quienes afirman que las púas y el líquido amarillento que brota de su tallo pueden resultar tóxicos y causar edema generalizado, desde tiempos ancestrales se ha utilizado para preparar purgas, narcóticos, emplastos y otras sustancias para tratar cataratas, sarna, tos, dolor de muelas, cólicos y problemas vesiculares, entre otras afecciones.
En 2013, se realizaron diversos estudios que indicaron la presencia de compuestos efectivos para evitar la propagación de células tumorales, aunque esto aún no se ha comprobado de manera concluyente.
El chicalote se desarrolla principalmente en la ciudad de México y también en algunas naciones de América Central. Prefiere climas semiáridos, secos o templados. A menudo se le considera una “hierba mala” ya que no suele formar parte de los jardines, prosperando en zonas agrícolas, áridas y solitarias como los bordes de carreteras o terrenos abandonados. También se encuentra en ambientes tropicales de ciertas regiones. Puede alcanzar un tamaño de 30 cm a 1 m de altura y, en condiciones favorables, su ciclo de vida dura de uno a dos años.
Propiedades Medicinales del Chicalote
El chicalote ha sido utilizado tradicionalmente para aliviar molestias oculares como picazón, hinchazón, dolor, lagañas, carnosidades y cataratas. Se destila una especie de leche que se coloca por las noches dentro del ojo, aunque se recomienda consultar a un especialista antes de su aplicación.
Además, se usa para tratar la sordera, aconsejándose triturar los frutos y colocarlos en un paño limpio o en un trozo de algodón sobre la oreja por varios minutos. En regiones mexicanas como Michoacán, se reporta su utilidad en casos de expulsión de placenta, heridas, ronchas, diabetes, infecciones cutáneas, paludismo, convulsiones, hemorragias, como purgante y cicatrizante.
A pesar de su “fama” en el ámbito de la medicina natural, siempre es importante consultar a un médico antes de utilizar remedios caseros para evitar posibles complicaciones.
Precauciones y Efectos Adversos
Algunas pruebas indican que los alcaloides presentes en la planta pueden producir dolores estomacales y diarrea. Estudios han demostrado que el aceite de la semilla de la flor fue contraproducente en pollos y monos, causando enrojecimiento de la piel y otras reacciones adversas. También se realizaron pruebas en humanos, donde una persona experimentó dolor interno, inflamación de las extremidades inferiores, constipación y fiebre tras ingerir una porción del aceite.
Se especula que podría tener un efecto narcótico y alucinógeno. Es crucial ser precavido e informar al médico sobre el uso de tratamientos naturales, ya que ciertas patologías pueden agravarse al consumir tés, infusiones o cremas provenientes de hierbas.
Origen e Historia del Chicalote
El uso del chicalote data del siglo XVI, cuando el Códice Florentino lo recomendó para molestias oculares. Francisco Hernández aseguró que era beneficioso para bajar la fiebre, sanar úlceras genitales, afecciones respiratorias y molestias articulares. En el siglo XVIII, Vicente Cervantes confirmó estas propiedades, señalando que «purga los humores pituitosos, mitiga las inflamaciones de los ojos y disipa las nubes que principian a formarse en ellos».
A lo largo de los siglos, se han documentado sus propiedades antidiarreicas, antidisentéricas, antivirales, antigonorreicas, astringentes, diuréticas, emetocatárticas, hipnóticas, pectorales y analgésicas. Se dice incluso que potencia el crecimiento del cabello. Varios de estos efectos han sido respaldados por la Sociedad Farmacéutica de México.
Método de Reproducción
La reproducción del chicalote es sencilla, llevándose a cabo a través de las semillas que se pueden diseminar en el terreno definitivo o en macetas para luego trasplantarlas. Es una planta que requiere poco riego y fumigación. La mejor época para sembrarla es en otoño, y lo ideal es elegir espacios soleados y suelos ligeros, siempre alejados del frío intenso para que pueda mantenerse por más tiempo.
Zarzamora
De un enigmático color negro, fuerte aroma y un sabor un tanto ácido, la zarzamora es un fruto versátil que puede consumirse solo, en crudo, o acompañado con helado, yogur y nata. Además, es ideal para ser procesado en compotas, macedonias, pasteles, vinos y otras deliciosas preparaciones culinarias.

No solo su sapidez encanta a muchos, también se le atribuyen diversas propiedades beneficiosas para la salud, como combatir la diabetes, las anginas o las úlceras. Muchas de las sustancias que contiene tienen efectos anticancerígenos. Asimismo, su extraordinaria riqueza en vitaminas A y C, además de su contenido de potasio, la convierten en un diurético ideal. Su consumo proporciona una gran cantidad de fibra al organismo y es bajo en calorías.
Características de la Zarzamora
La apariencia de la zarzamora es poco común. Es una baya oscura y brillante, formada por la unión de múltiples frutos más pequeños, cada uno con una semilla en su interior. Perteneciente a la familia de las rosáceas, su nombre científico es Rubus Fruticosus, y el arbusto que las produce, conocido como zarza, crece silvestre en muchas regiones.
Los tallos de la zarza suelen desarrollarse erguidos, pero se extienden sobre el suelo con el paso del tiempo. Son aristados y algunos presentan espinas. Pueden alcanzar una longitud de hasta 4 metros y sus flores son blancas o rosadas, con cinco pétalos. Sus hojas son caducas y alternas, compuestas por 3-7 foliolos ovalados o elípticos con un interesante borde zigzagueante.

Esta planta posee raíces largas que crecen a poca profundidad. Sus brotes nacen con facilidad y pueden ser aislados para plantarse por separado en otro lugar. Su fruto es verde al inicio, luego se torna rojo, y una vez alcanzada la madurez total, obtiene su característica tonalidad negra.
Variedades de Zarzamora
La zarzamora puede crecer en solitario o agrupada en racimos, dependiendo de las condiciones climáticas. Esto sucede aproximadamente entre los meses de junio y agosto. Sus frutos crecen principalmente de manera silvestre. Entre las variedades más conocidas destacan la zarzamora común, la zarza de los rastrojos, la zarzamora enana y las moras Logan.
La zarzamora común, cuyo nombre científico es Rubus Ulmifolius, es la más tradicional y la que más se menciona. Se diferencia de las demás por la época en que germina y el sabor de su jugo. La zarzamora de los rastrojos, conocida científicamente como Rubus Caesius, produce frutos más pequeños que maduran antes que los de la zarzamora común. Por otro lado, la zarzamora enana, Rubus Chamaemorus, produce pequeños frutos dorados, ideales para mermeladas y pudines. Aunque pueden confundirse, la variedad Rubus Loganobaccus ofrece frutos más ácidos en comparación con las moras Logan, que suelen encontrarse enlatadas.
Origen y Distribución
El origen de la zarzamora se remonta a tiempos muy antiguos. Sus antecedentes se sitúan en Europa y Asia, aunque muchas especies tienen otros puntos de partida. La especie común es frecuente en el oeste y centro de Europa, así como en el norte de África. Se estima que fue conocida por griegos y romanos.

En cuanto a su producción, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) menciona que sus cultivos son muy requeridos por sus bayas, principalmente la especie común. Con un 72%, países de Asia como Turquía, China, Afganistán e Irán lideran el mercado de producción, seguidos por Europa. Otras naciones como Canadá, Estados Unidos, Rumania y México, compiten por un lugar destacado entre los productores.
Beneficios de la Zarzamora
Además de su delicioso sabor ácido, la zarzamora ofrece múltiples beneficios para la salud:
- Puede combatir efectivamente diarrea, gastroenteritis y cólicos menstruales.
- Malestar con fiebre: el néctar de este fruto no solo refresca y tonifica, sino que también revitaliza a quienes presentan debilidad.
- Afecciones en la faringe o laringe: es un aliado contra llagas e inflamaciones de las encías, así como contra estomatitis, faringitis y amigdalitis.
- Cuando los frutos están maduros, poseen un alto contenido de vitamina C, lo que ayuda a mejorar resfriados, tos y constipaciones.
- Actúa como astringente.
- Su poder diurético evita la retención de líquidos.
- Desinflama y protege la piel.
- Mejora las hemorroides.
- Previene el reumatismo.
Aspectos del Cultivo
A pesar de que la zarzamora proviene de una planta silvestre, es posible cultivarla. Se da en climas templados y húmedos, aunque no todas las variedades sobreviven a la sequía. Un poco de calor a principios del verano es aprovechado para su completa maduración.
- Los suelos de bosque, húmedos y bien drenados, son apropiados para ella, aunque no es muy exigente.
- Es importante dar soporte a los tallos para evitar que toquen el suelo y se enreden, facilitando así la recolección. Este procedimiento se llama entutorar.
- Cuando la zarza da sus frutos, generalmente se seca. Por ello es vital remover las ramas muertas. La poda de invierno ayuda a adelantar los brotes.
- La multiplicación de la zarzamora no presenta inconvenientes, ya que al mantenerse al ras del suelo se disemina fácilmente. El riego debe ser constante pero moderado. Se recomienda el riego por goteo para lograr una mejor floración y cuajado del fruto.
Frambueso
El frambueso, originario del Norte de Asia y Europa del Este, es un arbusto perenne altamente valorado por sus deliciosos frutos, conocidos como frambuesas. Perteneciente a la familia de las Rosáceas, su nombre científico es Rubus Idaeus. Debido a sus características de fácil cultivo, el frambueso se ha extendido a diversas partes del mundo. Su uso en la gastronomía, especialmente en la repostería, le otorga un gran valor económico, convirtiéndose en la base de numerosas economías regionales.

Características del frambueso
El frambueso es un arbusto perenne que puede alcanzar hasta 2 metros de altura. Es considerado una especie oportunista, ya que ocupa los espacios vacíos dejados por otras especies vegetales. Sus tallos son leñosos, de color rojizo y erectos, con ramas colgantes que presentan espinas delgadas y rectas. A pesar de su similitud, estas espinas son más débiles que las de la zarzamora.
Las hojas del frambueso son pinnadas, con 7 folíolos dentados y una notable pilosidad blanca en el envés. Las flores, pequeñas y blancas, miden aproximadamente 1 cm de diámetro y se agrupan en inflorescencias de 10 flores.
El fruto: La frambuesa
La frambuesa es el fruto del frambueso y su principal atractivo. Se caracteriza por ser un agregado de drupas, comúnmente denominado polidrupa. A diferencia de las zarzamoras, que se tornan negras al madurar, las frambuesas maduras presentan un color rojo no brillante. Son ricas en vitamina C, ácido fólico, potasio, sodio y magnesio, y pueden consumirse crudas o emplearse en la elaboración de mermeladas y confituras.

En algunas regiones, no solo se consume la frambuesa sino también la raíz del frambueso, que, después de lavada y hervida, es comestible.
Beneficios para la salud
Las frambuesas no solo son deliciosas, sino que también aportan numerosos beneficios para la salud. Su alto contenido en antioxidantes contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y a mejorar el sistema inmunológico. Además, su consumo regular puede ayudar a mejorar la digestión gracias a su alto contenido en fibra.
Cómo cultivar frambueso
Estos arbustos son fáciles de cultivar, adaptándose a diferentes climas aunque son sensibles a las heladas. Prefieren suelos densos con abundante materia orgánica, capaces de retener humedad sin presentar encharcamientos. Los suelos calizos no son recomendables, mientras que los suelos arenosos permiten un buen drenaje y el desarrollo adecuado de sus raíces. Antes de plantar, se recomienda trabajar el terreno hasta una profundidad de medio metro, incorporando estiércol y compost.

Existen varias alternativas de cultivo:
- Semillas estratificadas: Consiste en recolectar las semillas en otoño, manteniéndolas a una temperatura de 3°C a 6°C hasta la primavera. En climas frescos, se pueden colocar en un semillero cubierto de turba en exteriores, siempre que las temperaturas no superen los 6°C. En caso contrario, se conservan en el refrigerador hasta la siembra.
- Acodos: Al final del verano, se entierra la punta de una rama tierna a unos 6 cm de profundidad, lo que originará raíces para una nueva planta que podrá ser trasplantada.
- Turiones: Método más común, utilizando vástagos tiernos adquiridos en viveros o recogidos de la primera siembra. Los turiones se plantan a una distancia de 60 cm entre ellos y las hileras deben separarse por 3 metros.
Riego y cuidados del frambueso
Para el desarrollo óptimo de los frambuesos, es necesario proporcionar un riego abundante en verano, asegurando un buen drenaje para evitar encharcamientos que pudran flores y frutos. El riego debe intensificarse en climas ventosos y secos. Aunque toleran la sombra, prefieren la exposición directa al sol, pero deben estar protegidos del viento. Son poco tolerantes a las heladas, especialmente en primavera cuando comienzan a aparecer flores y frutos.
Para evitar que los frambuesos crezcan torcidos o sean afectados por los vientos, es recomendable usar soportes o vástagos que favorezcan su crecimiento.
Plumbago
Originaria de Sudáfrica, el jazmín azul, también conocido como Plumbago auriculata, es uno de los arbustos ornamentales más populares en los jardines debido a sus exquisitas flores de un hermoso color azul cielo. El plumbago hace referencia a un género de unas 20 especies de plantas fanerógamas que prosperan en climas cálidos y templados. Su nombre proviene de la Antigua Grecia, donde se creía que esta planta podía combatir los efectos del envenenamiento por plomo. Hoy en día, el cultivo de estos arbustos se ha extendido a todas las regiones con un clima adecuado para su supervivencia.

Características del plumbago
Este género comprende plantas herbáceas y arbustos que pueden medir desde 50 cm hasta alcanzar una altura máxima de 2 metros. Las hojas son espirales, simples, enteras, de 0,5 a 12 cm de largo, con una base que frecuentemente tiene márgenes pilosos. Las flores pueden ser blancas, azules, púrpuras, rojas o rosadas, con la corola tubular y cinco pétalos, dispuestas en inflorescencias llamadas racimos. En el caso del plumbago auriculata, el azul de sus flores es tan profundo que de él se extrae un pigmento de uso industrial.
El plumbago posee un cáliz con pelos glandulares que secretan un mucílago pegajoso, lo que les permite atrapar y matar insectos. Aún se desconoce el propósito exacto de este mecanismo, si es una forma de protección para evitar ciertos tipos de polinizaciones no deseadas, o si es una característica de una especie subcarnívora.

Historia y uso del plumbago en la cultura
El plumbago no solo es popular por su belleza ornamental, sino también por su utilidad en diversas culturas. En la medicina tradicional africana, se usaba para tratar diversas dolencias, aunque su eficacia no ha sido comprobada científicamente. Además, su capacidad para producir un pigmento azul lo ha hecho valioso en la industria textil para tintes naturales. En la actualidad, su uso ornamental se ha expandido globalmente, convirtiéndose en una planta común en paisajismo y decoración de jardines.
Cultivo del plumbago auriculata
Al plantar el jazmín azul, es esencial elegir cuidadosamente su ubicación para un crecimiento óptimo. El plumbago auriculata debe plantarse en un lugar bien soleado, pero protegido de vientos y corrientes de aire, ya que sus ramas son frágiles. Se recomienda colocarlo contra un muro o en las esquinas de los jardines, ya que el plumbago tiende a adherirse a los muros. Durante el invierno, es conveniente protegerlo de las heladas usando materiales que permitan la respiración de la planta.
Para multiplicar el plumbago, existen dos métodos efectivos: la siembra de semillas en macetas al final del invierno, que tardan aproximadamente 10 días en germinar, y el uso de esquejes. Estos últimos deben ser tallos tiernos con hojas, cortados del tallo principal. Sumergirlos en fertilizante líquido antes de plantarlos en un almácigo puede facilitar el enraizamiento. En pocas semanas, estarán listos para ser trasplantados a su ubicación definitiva. La variedad alba del plumbago auriculata proporciona flores blancas, lo que permite combinar ambas variedades para dar más vistosidad al jardín.

Cuidados a tener en cuenta
El plumbago, al ser un arbusto de climas templados y cálidos, requiere riego diario durante la primavera y el verano. En zonas con vientos fuertes, es crucial asegurarse de que el suelo no se seque. Las hojas amarillentas son un signo de falta de agua. Durante el otoño e invierno, el riego puede ser más esporádico.
Es recomendable añadir fertilizante líquido al agua de riego cada 10 días durante la primavera y el verano para proporcionar todos los nutrientes necesarios. Esta práctica no es necesaria en otoño e invierno.
El plumbago es susceptible a plagas como pulgones, ácaros y hormigas. Un método natural para combatirlas es rociar las plantas con una mezcla de agua y jabón líquido. Este tratamiento ayuda a mantener la salud y la apariencia del plumbago.
Con los cuidados adecuados, esta planta brinda hermosas flores casi todo el año, exceptuando el invierno.