Árboles 136
Anacardo
El anacardo es un árbol tropical de grueso tronco, originario de la región amazónica, el nordeste de Brasil y el sur de Venezuela. Su nombre oficial es Anacardium occidentale, y tiene denominaciones populares dependiendo del país, entre ellas cajú, merey, nuez de la india, castaña de cajú, caguil y marañón. Pertenece a la familia Anacardiáceas.
Guisantes
El guisante es un árbol de poco crecimiento. Su raíz se hunde verticalmente en la tierra, como una prolongación del tronco. Sus hojas tienen forma de zarcillos, y pueden medir hasta 4 centímetros. Sus semillas están protegidas en vainas, y pueden producir hasta 10 unidades.
Melocotonero
Vamos a conocer un árbol muy conocido por sus exquisitos frutos. Es originario de China, Irán y Afganistán. En muchos países del mundo se lo conoce como melocotonero, por sus frutos denominado melocotón. En otros países, como varios de Sudamérica, se lo conoce como duraznero. El fruto del melocotonero es muy conocido y utilizado en la gastronomía. Una de sus principales características, es su piel aterciopelada, con una suerte de pelusa en la cáscara. En la actualidad, el cultivo de estos árboles está extendido por casi todo el mundo. Es una fuente importante de ingresos para muchos países y podemos encontrar sus frutos en las tiendas, tanto frescos como en conservas.
Avellano
El avellano es un árbol de los conocidos como caducifolios. Sus frutos, al que todos conocemos como avellana, durante siglos ha sido muy apreciado para el consumo humano y es parte de los que se denominan frutos secos, junto a la nuez, las almendras, las castañas y los pistachos. El cultivo del avellano se extiende por casi toda la parte continental de Europa y Asia septentrional. Su nombre científico es Corylus avellana y pertenece a la familia de las Betuláceas. Desde hace miles de años, el avellano es parte de la tradición de muchos pueblos originarios de Europa, considerándolo un árbol mágico.
Pistacho
Se conoce como pistacho al fruto del alfóncigo, un árbol de la familia Anacardiáceas que pertenece a la especie pistacia vera. Las hojas del alfóncigo pasan por diferentes colores en otoño, hasta tomar un tono rojo naranja que le atribuye gran interés decorativo. Es originario de Siria. Fue llevado a Roma durante el reinado de Tiberio, (60. A. C) y actualmente se consigue en países como Iraq, Irán y Túnez, entre otros.
Nectarina
Su nombre proviene de la palabra griega nektar, que significa bebida de los dioses. Su fruta es de pulpa carnosa, dulce y jugosa. La nectarina es una variedad del melocotón que pertenece a la familia de las Rosaceae, especie Prunus pérsica.
Encina
Es conocido como el árbol de la sombra, por su frondosidad y la perennidad de sus hojas. Es llamado encina, pero su nombre científico es Quercus ilex. Pertenece a la familia de las Fagáceas y se le conoce también como carrasca, chaparra o chaparro. Es un árbol originario de la región mediterránea, perennifolio mediano o arbustivo, que se ajusta a las características pluviales o del terreno donde se cultive.
Álamo
El álamo, también conocido como chopo, es un árbol caducifolio que puede alcanzar grandes alturas. Estas especies pertenecen al género Populus, de la familia de las Salicáceas. Son árboles originarios de Europa, Asia y norte de África, aunque en la actualidad pueden encontrarse ejemplares allí donde el clima les es favorable. Sus grandes hojas ofrecen un espectáculo visual llamativo en el otoño, antes de perder su follaje, porque adquieren un color dorado intenso. El álamo es apreciado por su madera y porque se le reconocen algunas propiedades medicinales. En algunas regiones su cultivo está extendido para su aprovechamiento.
Aliso
El aliso, también conocido como aliso común o aliso negro es un árbol típico de Europa y en el sudeste de Asia. Es posible verlos crecer allí donde predominan los climas húmedos y en las zonas de riberas. Pertenece a la familia de las Betuláceas, al igual que el abedul. Su nombre científico es Alnus glutinosa. Durante muchos años, este árbol fue muy apreciado por su madera y también se le adjudican propiedades medicinales debido a la importante presencia de taninos. Sus características particulares hacen que el aliso haya formado parte de las creencias de antiguas culturas, como la nórdica.
Fresno
El fresno es considerado por muchos como el “árbol de la buena suerte”, un apelativo que le fue otorgado por creencias antiguas, basadas en que atraía la fortuna y alejaba las desgracias. Su tamaño relativamente grande y su amplio follaje, lo convierten en una de las plantas más bondadosas en cuanto a sombra se refiere. Es muy común observar a personas refugiándose del sol, a los pies de su tronco, sobre todo en otoño, cuando sus frutos maduran y éste adquiere un tono amarillo, digno de admirar.
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