Existen hierbas y plantas que al usarlas en nuestros platillos, ofrecen un exotismo, gusto y sabor inigualables. Tal es caso del cardamomo, la segunda especia más costosa del mundo, después del azafrán, un ingrediente de común utilización en la elaboración de infinidad de comidas saladas, postres y bebidas.
La semilla de color verde se obtiene de la vaina de la planta de cardamomo, que es parecida al jengibre, la cúrcuma y la canela.
Es una especia aromática que se cultiva y comercializa en varios países, pues además de sus usos en la cocina también tiene propiedades medicinales.
Se origina en la India y otras regiones del sureste asiático. La mayor cantidad se produce en su país nativo y en Sri Lanka. También se siembra de forma importante en Tanzania y Guatemala.
El cardamomo verde es el más común. Su nombre científico es Elettaria cardamomum. Otras variedades son el cardamomo negro y el de Madagascar.
Cultivo del Cardamomo
El cardamomo se desarrolla en un clima húmedo y lluvioso, comparable al de las junglas.
Si queremos cultivarlo en casa, se debe ubicar en un área con buena luz o en la sombra, pero siempre lejos de los rayos directos del sol.
La planta tiene un tamaño estimado de dos a cuatro metros de altura, y requiere de una temperatura constante entre los 18ºC y 22 ºC.
El suelo donde se siembre debe mantenerse siempre húmedo (no soporta la sequía), pero no encharcado, pues la planta se marchita. El terreno necesita un buen contenido de materia orgánica, drenajes, livianos y con cobertura vegetal (que otras plantas lo protejan).
Como ya sugerimos, el riego debe ser constante, especialmente en verano, cuando debe regarse casi todos los días. Además, se le debe proveer de un buen abono orgánico para simular su hábitat natural de la selva. Se recomienda hacerlo dos veces al año, para aprovechar al máximo sus beneficios. Los mejores para el cardamomo, son los de alta concentración de nitrógeno.
Un suelo húmedo y rico en materia orgánica le evitará problemas al cardamomo, ya sea enfermedades o ataques de mosquitos o plagas.
Semillas
La obtención de semillas es el objetivo principal del cultivo de cardamomo, pues ellas son las que se emplean en la cocina como especia. Esa misma semilla se usa para reproducir las plantas. Su vencimiento es rápido, por eso inmediatamente después de sacarlas de la vaina se deben poner a secar a la sombra y plantarlas en menos de 15 días.
La germinación es un proceso lento que debe realizarse en condiciones adecuadas de humedad y temperatura.
Aproximadamente en un mes, empieza a aflorar y crece lentamente hasta convertirse en una plántula que puede trasplantarse a los tres o cinco meses. Para evitar frustraciones, lo ideal es sembrar los hijos de una planta madre. Si se elige esta opción, hay que seleccionar los que conserven todas las partes, es decir las hojas, el tallo y las raíces. Luego, se separa y se vuelve a plantar bajo las mismas condiciones de riego, humedad y abonado que la planta original.
Propiedades del cardamomo
El cardamomo además de añadir aroma y sabor a comidas y bebidas, se utiliza desde hace muchos años como remedio natural.
Entre las propiedades de la semilla de cardamomo se encuentra su función como digestivo y reparador de enfermedades estomacales.
En la India, los nativos lo aprovechan para aliviar la bronquitis, el asma y otras patologías respiratorias.
Entre otros usos, se halla su poder para brindar energía cuando se ingiere en las bebidas y comidas. Hay personas que lo fuman para recibir sus beneficios.
Estudios científicos reseñan su acción como estimulante digestivo, su efectividad para disminuir los síntomas de resfriados, fiebres, bronquitis y patologías del hígado.
Investigaciones de la Universidad del Centro Médico Maryland, en los Estados Unidos, señalan que tomar té de cardamomo previene los parásitos intestinales.
En la antigüedad, los egipcios masticaban las semillas para limpiar sus dientes. Se dice que la semilla combate los gérmenes de la boca y como consecuencia, el mal aliento. Igualmente, promueve la higiene de las encías y las piezas dentales.
Contraindicaciones del cardomomo
Aunque se trata de un remedio natural, hay que tomar ciertas precauciones con el cardamomo.
Se recomienda que los pacientes que padecen de cálculos biliares eviten usar el cardamomo, pues podría aumentar los dolores y complicar el problema, produciendo sangrados o infecciones.
Igualmente, los individuos sometidos a tratamientos con fármacos que “adelgazan” la sangre, tal como la aspirina, anticoagulantes y antiagregantes plaquetarios, no deben ingerir la semilla. Se han registrado casos en los que el cardamomo interactúa con dichos medicamentos de manera desfavorable o inhibiendo sus efectos.
Aunque es raro, algunas personas presentan reacciones alérgicas como dificultad para respirar, dolor en el pecho y garganta.
También se aconseja que las mujeres embarazadas eviten la ingesta de cardamomo.
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