Cuidar el delicado equilibrio de los ecosistemas es vital para garantizar su funcionamiento. Sin embargo, no siempre es posible evitar que ciertos contaminantes dañen el medioambiente. En este sentido, la biorremediación es una alternativa eficaz para acelerar la biodegradación de estos agentes.
La biorremediación permite aligerar el proceso que llevan a cabo ciertos microorganismos para transformar, reducir el tamaño de las moléculas y eliminar su toxicidad. Este procedimiento implica la utilización de hongos, bacterias o enzimas derivadas, para devolverle a un entorno alterado su condición natural.
La biorremediación también se conoce como “biocorrección”, y puede ser utilizada tanto en el suelo como en el agua. Por lo general, en el ecosistema se introducen cepas muy definidas de hongos y bacterias, que atacan contaminantes específicos, como por ejemplo los hidrocarburos provenientes de un derrame de petróleo.
Tipos de biorremediación
Todo contaminante que pueda ser degradado o transformado por seres vivos es susceptible de eliminarse por medio de la biorremediación. Este proceso es tan versátil que puede ser aplicado a casi cualquier estado de la materia.
Existen tres tipos de procedimientos para realizar la biorremediación:
- Degradación enzimática: Este mecanismo consta del uso de enzimas en el sitio que ha sido contaminado, para degradar los elementos nocivos. Dichas encimas provienen de bacterias sometidas a alteraciones genéticas, a través de compañías de biotecnología dedicadas a ello.
- Remediación microbiana: Implica la colocación de microorganismos directamente en el lugar de la contaminación. Estos pueden o no pertenecer al entorno contaminado, en cuyo caso deben ser inoculados. Cuando es necesario verter los microorganismos, se mezcla con otros nutrientes como fósforo y nitrógeno para que el proceso se desarrolle mucho más rápido.
- Fitorremediación: El éxito de este proceso depende del empleo de plantas para limpiar ambientes que han sido contaminados. Aunque no es muy utilizado actualmente porque se encuentra en fase de investigación, científicos sugieren que es una estrategia importante, ya que muchas especies vegetales tienen la capacidad de absorber altas concentraciones de metales o compuestos radiactivos. Al compararlos con la degradación enzimática o la remediación microbiana, ofrece ventajas adicionales como su bajo costo y rapidez de degradación.
Acción de hongos y bacterias
Existen diversas bacterias y hongos que pueden romper la estructura del petróleo y sus derivados, convirtiéndolos en una fuente de carbono, tanto en condiciones aeróbicas como anaeróbicas. Incluso, pueden degradar parcialmente otros compuestos químicos como el PCB o el arsénico. Metales pesados como el uranio, cadmio o mercurio no son biodegradables. No obstante, algunas bacterias pueden aislarlos y concentrarlos de modo que sea más fácil su eliminación.
Ventajas y desventajas de la biorremediación
La biorremediación facilita el acceso a lugares contaminados y remotos del suelo sin necesidad de cavar. Por ejemplo, si ha ocurrido un derrame petrolero, que ha sido absorbido por la tierra y amenaza con alterar la capa acuífera, aplicar este mecanismo resultará más barato que incinerar la zona, que es la otra alternativa probable.
La elección de desechos orgánicos, que se degradan con mayor facilidad, como aditivos y correctores, es altamente atractiva, factible y viable para contrarrestar los efectos de contaminantes en el suelo, por medio del composteo. Los nutrientes que éstos aportan, permiten un mejor desarrollo y crecimiento de poblaciones microbianas.
La tecnología de biorremediación no es intrusiva y tampoco exige componentes estructurales o mecánicos que haga falta mencionar.
Infortunadamente, este proceso también tiene desventajas que pueden empeorar la situación del entorno donde es aplicado, especialmente si se hace de forma incompleta. Esto acarrearía la producción de intermediarios inaceptables, que pueden ser tan contaminantes, o incluso mucho más, que el agente de partida.
Por otro parte, algunos compuestos son resistentes a la biorremediación. Sin mencionar que es difícil medir el tiempo y controlar la velocidad del proceso. Es algunos casos se requiere disposición de los desechos que genera el procedimiento ambiental.
Por otro lado, los fluidos usados para la extracción pueden acelerar la movilidad de los contaminantes. Verificar la toxicidad de los productos a utilizar es vital, pues no pueden ser elegidos si no favorecen el crecimiento de microbios.
La biorremediación En la actualidad
Sin duda, la utilidad de la biorremediación no se reduce sólo al control de contaminantes en un ecosistema. Este mecanismo ha permitido estudiar otras herramientas biotecnológicas referidas a las bacterias en la biominería (para extraer metales). También para la confección de bioplásticos o biopolímeros.
Sustancias farmacológicas tienen su cuota de interés entre los científicos, lo mismo cuando se trata de enzimas en procesos químicos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Otros usos de las bacterias implican biosensores, detección de sustancias irregulares de forma rápida y eficaz que los ya conocidos análisis químicos.
Conforme pasan los años y los avances tecnológicos alcanzan su potencial, la biorremediación cobra fuerza como método para contrarrestar los efectos de accidentes ambientales que atentan contra la flora y fauna de cualquier ecosistema. Por ello, se efectúan constantes análisis para determinar sus alcances en distintas áreas.
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