La bardana es una planta herbácea bienal, que suele tener más de un metro de altura. Su nombre científico es Actium Lappa, pertenece al género Arctrium y a la familia de las Asteráceas.
Por sus nutrientes y propiedades medicinales, la bardana es muy cultivada a nivel mundial, aunque hay regiones donde suele crecer de manera espontánea, especialmente en áreas baldías, con una cantidad considerable de nitrógeno.
Características de la bardana
Esta planta posee hojas verdes, rugosas, alternas, de gran tamaño. Su forma es oval y posee extremidades redondeadas, con peciolos grandes. En su parte inferior, las hojas son blancas y están recubiertas por una pelusa.
Las flores de la bandana se congregan en corimbos, y son púrpura o roja.
El fruto de la bardana es una bola con garfios, que se pegan a los animales para su difusión y se dan en el área superior, así como en los abrogues (áreas donde surgen los frutos), que contienen las semillas.
Durante su primer año de vida, la bardana crece a ras del piso en forma de roseta. En los siguientes 12 meses, comienza a dar frutos y flores, sujetas de un tallo que puede ascender a los dos metros.
Origen de la bardana
La bardana es una planta oriunda de Asia y Europa, que ha sido distribuida por América. Generalmente suele proliferar en suelos baldíos, escombreras, bordes de caminos, y en las inmediaciones de áreas habitadas.
A la bardana también se le conoce como antelón, agarrocha, agarrucha, arrancamoños, cachorrera, cachurro, cadillo, carbano, cardinches, hoja de sapo, hoja de lampazo, lapa mayor, pegote, peyizos, respigón, sarapico, zarapón y zarrapotillo.
Cultivo DE LA BARDANA
Para que puedan ser sembradas, las bardanas necesitan tierras bien abonadas y trabajadas.
Si se emplean matas silvestres, debe cuidarse que no existan contaminantes, tráfico vehicular o deyecciones animales en las cercanías.
De la bardana suelen aprovecharse las hojas y las raíces. Se descartan los tallos de las hojas, ya que concentran los principios amargos.
Durante su recolección, se recomienda tomar las raíces, preferiblemente, de las plantas de un año, y antes del período de floración, que suele darse entre los meses de julio y septiembre.
Para almacenarla se debe limpiar muy bien. El corte debe ser longitudinal, y se debe secar al sol, aunque lo aconsejable es que no se exponga a más de 35 °C. Poco antes de terminar de secarse, se debe sumergir en agua hirviendo, para que conserve la mayor dosis posible de sustancias activas.
Beneficios DE LA BARDANA
A lo largo de los años, se ha comprobado que la bardana tiene propiedades depurativas, diuréticas, estomacales y sudoríficas.
La raíz puede generar la producción de bilis, logrando tener un efecto colagogo, hipoglucemiante (beneficioso para los diabéticos), y antimicrobiana. Las hojas, por otra parte, son cicatrizantes y vulnerarías.
La bardana ofrece la posibilidad de poder limpiar el sistema linfático y la sangre, al ser depurativa. También puede disminuir los abultamientos y las congestiones, y eliminar toxinas, ya sea por la orina o por la piel. De igual modo, precipita el ácido úrico.
Esta planta tiende a ser indicada para tratar la artritis, reuma, gota, ciática, acidez sanguínea, cálculos vesiculares y renales, edemas, erupciones, acné, eccemas, dolores de garganta, enfriados con fiebre, problemas gástricos, urinarios, hepáticos y biliares, así como diabetes, herpes, nefritis y cistitis.
Asimismo, tonifica y fortalece las funciones del hígado, mejora la seborrea tanto en el rostro como en el cuero cabelludo, y elimina o mitiga las hemorroides.
Contraindicaciones
No se recomienda el uso de la bardaba durante los períodos de embarazo y lactancia. Las personas alérgicas deben consultar a un especialista para determinar si resulta o no conveniente su ingesta.
De igual forma, se sugiere tener precaución con los pacientes que sufren de hipoglicemia y diabetes, así como con aquellos que beben hierbas, drogas, o suplementos que alteran el azúcar en la sangre.
Utilización y más nutrientes de la bardana
La mejor manera de aprovechar los beneficios de la bardana es cocinando 20 gramos por cada litro de agua. Se pueden tomar hasta tres tazas por día, antes de cada comida.
Puede ser aprovechada también de forma comprimida, para tratar quistes sebáceos, abscesos, herpes, furúnculos, y enfermedades eruptivas, tales como el sarampión, la varicela y la escarlatina.
La raíz posee algunas vitaminas esenciales para el organismo como Vitamina C, Vitamina E, ácido fólico, y niacina. Así mismo, contiene varios minerales como el hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo, selenio y calcio.
Recientemente se ha comprobado que puede ayudar a calmar algunas emociones fuertes, como la agresividad y la ira, y que contribuye a mejorar la claridad mental.
Por si fuera poco, la bardana sirve para perder peso gracias a que contiene un principio nutritivo, llamado inulina, que al momento de consumirse, acompañado de un líquido, se hincha y espesa, provocando una sensación de saciedad que disminuye las ganas de comer y, por ende, favorece el adelgazamiento.