De nombre científico “Corylus avellana”, la avellana es un fruto seco que aporta altas cantidades de magnesio, fibra, calcio y grasas saludables. Pertenece a la familia Betulaceae, género Corylus, y brota de un pequeño arbusto llamado avellano.
La etimología de la palabra avellana provine del latín “nux abellana”, que significa fruto seco o nuez avellana, y hace referencia a la provincia italiana de Avellino, donde solía abundar este producto.
En Europa, específicamente en Irlanda, la avellana simboliza sabiduría. Se ha extendido la creencia de que quienes la consumen logran desarrollar esa virtud. Y de alguna manera es cierto, pues su generoso contenido de grasas buenas favorece la actividad cerebral.
Características de la Avellana
Las avellana es uno de los frutos secos más deliciosos que existe. Su sabor es dulce y muy suave al paladar.
Es pequeño, redondeado u ovoide. Su cáscara es dura, leñosa, delgada y de color canela. La semilla es comestible, y se caracteriza por su tonalidad blanca, casi amarillenta. Es oblongo, su extremo tiene forma de ápice (pico) y puede medir dos centímetros de diámetro. Es muy aceitoso, y está envuelto por una capa castaña fácil de retirar.
Diversos estudios coinciden en que la avellana es originaria de Asia Menor, aunque abunde en Europa. Incluso, existen manuscritos chinos de hace un poco más de cinco mil años, que mencionan a este alimento.
Se dice que fueron los griegos y los romanos quienes la difundieron por todo el continente europeo.
Algunas de las variedades de avellana que se cultivan actualmente, fueron obtenidas en el siglo XIX, tiempo en el que se desarrolló el interés por la hidratación y selección de este ejemplar.
Hoy día, la producción mundial comprende entre 650 y 700 mil ejemplares, siendo Turquía, Italia, España y Estados Unidos los principales países de exportación.
Tipos
La avellana posee tres subespecies que se agrupan en:
- Corylus avellana racemosa Lam: son avellanas agrupadas en racimos, redondas, voluminosas y estriadas.
- Corylus avellana glandulosa Lin: parece una bellota. Es de tamaño variable, y tiene forma de cono, con una base más estrecha y un ápice acuminado. La cáscara es blanda.
- Corylus avellana máxima Lam: es redonda, gruesa y mediana, de cáscara dura. Se le denomina avellana Napolitana.
Las variedades de estas subespecies son conocidas como:
- Negret: es una avellana pequeña, que crece agrupada en tres o cuatro unidades. Su cáscara es dura, y proviene de España.
- Fértil: es gruesa y brota en racimos de dos a tres. Es una antigua variedad originaria de Francia.
- Ennis: se caracteriza por poseer una cáscara medianamente gruesa. Proviene del continente americano, específicamente de Estados Unidos.
- Tonda: es una de las más grandes y su cáscara es gruesa. Es una de las más antiguas, y proviene de Italia.
El árbol de avellano
La avellana “nace” del avellano o Caducifolio, perteneciente a la familia de las Betuláceas.
Puede alcanzar de dos a cinco metros de altura y posee hojas alternas, grandes y pelosas, con bordes acerrados.
Es bajo y de aspecto zarzoso, debido a su tendencia de producir varas ramificadas en el cuello. Su corteza es lisa, con matices marrones o rojizos y lunares claros. Las ramas jóvenes suelen ser erectas recubiertas de pelos rojos.
Posee flores masculinas (sin gineceo) y femeninas (con gineceo). Las masculinas están agrupadas en amentos, mientras que las femeninas se reúnen en cabezuelas.
Los frutos del avellano maduran entre agosto y septiembre. Requiere de un clima templado, pero húmedo para formarse adecuadamente.
Usos de la avellana
La avellana puede consumirse de diferentes formas: cruda, fresca, frita, salada, tostada o como ingrediente de diferentes recetas, generalmente postres, aunque también se utiliza para la preparación de ensaladas y salsas.
De este producto se extrae un aceite comestible que es usado para la elaboración de cremas, licores y postres.
De igual modo, se obtiene una harina para hacer chocolate, y una bebida llamada “horchata, para la cual se debe macerar con agua y azúcar.
De la avellana se aprovecha casi todo. La cascara es comestible, las hojas sirven de sustento para el ganado, y la corteza es empleada en los laboratorios farmacéuticos para la fabricación de coagulantes.
Es comercializada de distintas maneras: con cáscara o sin ella, pelada o sin pelar, entera, troceada, molida, al natural, tostada y salada.
La avellana debe ser guardada en recipientes herméticamente cerrados, en lugares frescos y secos. Se conserva mucho mejor si es adquirida con cáscara. Cuando están peladas, debe refrigerarse para que puedan durar de cuatro meses a un año congeladas.
Beneficios y propiedades de la Avellana
La avellana disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, debido a su gran aporte de lípidos mono insaturados.
Se compone de vitaminas liposolubles (A y E), que previenen problemas visuales, contribuyen a la buena salud de la piel, retardan el envejecimiento y evitan la infertilidad.
Asimismo, aportan magnesio, fósforo, potasio y vitamina B, que garantizan el buen funcionamiento del sistema nervioso y el cuidado de la musculatura. Además, reducen los riesgos de hipertensión y mala circulación.
Como si fuese poco, la avellana es rica en calcio, que combate la osteoporosis.
Su consumo es recomendado para las mujeres embarazadas, debido a su contenido de ácido fólico, una vitamina cuyo requerimiento aumenta durante el período de gestación, por su poder para prevenir las malformaciones en el feto (espina bífida).
Su ingesta es indicada también para los deportistas, personas con cuadros de estrés o riesgos cardiacos, niños en edad de crecimiento, y mujeres postmenopaúsicas.
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