Los arbustos con flores son muy utilizados para decorar jardines, parques y plazas, e incluso para reforestar los espacios previstos para el desarrollo ambiental de la ciudad. Existen una gran variedad, y su elección dependerá de las condiciones del suelo, el lugar en el que será plantado y lo que se quiera ver de él una vez desarrollado. Habrá quienes prefieran poblar su parcela con una única especie en sus diversos tipos, o quienes deseen conformar una pared natural provista de formas y colores diversos. La individualidad juega un papel fundamental en esto. Lo que sí es seguro, es que la oferta es amplia y cualquiera puede darse vida escogiendo el arbusto con flores que más le guste.
Tipos de arbustos con flores
Lo más hermoso de este tipo de especies son sus flores. Sus colores, sus aromas y la composición que hacen con sus ramas y hojas, son un regalo para los sentidos. Para los amantes de la naturaleza nada mejor que la suave caricia de una rosa o el hermoso “atavío” de una azalea.
Dentro o fuera de la casa, los arbustos con flores alcanzan un protagonismo único, especialmente si se opta por una de estas especies:
- Gardenia: Es una de las favoritas, requiere de constante riego o humedad, eso sí debe cuidarse del agua cargada de cal, pues seca sus hojas. Se recomienda dejar reposar el líquido antes de usar, o bien utilizar el agua de lluvia.
- Rosal: Amerita sol y un poco de sombra en lugares con climas muy templados. También requiere espacio suficiente para su desarrollo, y se aconseja sembrar en zigzag.
- Espirea: Crece dos metros aproximadamente y sus pequeñas flores se exhiben en grandes y abundantes ramilletes de color blanco. Su suelo debe permanecer bien abonado y contar con un buen drenaje. Se utilizan mucho para formar setos.
- Azalea: Aunque es de crecimiento lento, su tamaño -no superior al metro y medio de altura- la hace ideal para muchos espacios. Estos arbustos con flores deben contar tanto con sol como con sombra. Ellos florecen al inicio de la primavera, pero su follaje es perenne. Los hay de flores blancas, rosadas, jaspe y violáceas.
- Camellia X Williamsil: Sus hojas verdes, brillantes y ovaladas hacen juego con sus múltiples flores de color rosado, con forma de peonía, y pueden vérsele durante toda la primavera. Requiere de un suelo ácido y es sensible al frío excesivo.
- Callistemon: Es ideal para terrenos muy pobres, ya que no requiere de mayores condiciones. Eso sí, debe estar bajo el sol y ser plantada de manera que no le afecten las corrientes muy frías. Las hay con flores de diversos tonos.
- Forsythia: Floreada es todo un espectáculo que luce bajo el sol, resiste a todos los climas, frío, calor, sequía… pero agradece suficiente agua en verano. Se aconseja podarla después de la floración.
- Ave del paraíso: Las flores de esta belleza tropical tienen forma de pájaro y surgen prácticamente todo el año en climas cálidos. En zonas frías se deben proteger con invernaderos.
- Hibiscos: Necesitan un ambiente en el que les de sol, pero también sombra. Se adaptan a todo tipo de terreno, pero les va mejor en tierras fértiles o abonadas frecuentemente.
- Hortensia: Se expande con naturalidad y belleza bajo la sombra, jamás florece en verano, pero sí donde su tierra sea ácida, rica y húmeda, condiciones que lo convierten en un gran arbusto con flores.
Arbustos con flores resistentes al frio ¡para todo el año!
Dentro de la gama de arbustos con flores, existe una buena parte de ellos que sobrevive a todas las estaciones. Son resistentes al frío y al calor. Especies que no exigen mayores cuidados a lo largo del año, pues pertenecen a una clase de vegetación superviviente. Algunos de ellos son:
- Abelia: Estos arbustos con flores se mantienen verdes durante todo el año e impregnan el ambiente con un aroma exquisito.
- Adelfa: Es muy fuerte ante la sequía y resiste bien los fríos intermedios. No obstante, no es recomendable tenerlo en zonas donde hayan niños o mascotas, pues todas sus partes, incluyendo las flores, son tóxicas si se les consume.
- Cotoneaster: Es fácil de cultivar y crece rápido. El color rojo de sus vayas imprime alegría a todo espacio o jardín. Son arbustos con flores para todas las estaciones, inclusive para aquellas de mucho frío.
- Fotinia: Crece unos tres metros de altura y no se inmuta con el frío, por lo que es favorita en jardines donde desean separarse espacios de forma natural.
- Rosa mosqueta: Conocido por sus propiedades cosméticas, estos arbustos con flores merecen ser protegidos durante su etapa temprana, pero luego no requieren de mayores cuidados. Además de sus bellas y pálidas flores de color rosa, dan frutos ovalados, que los caracterizan.
- Aladierno: Siempre verde y de hojas recias, crece en cualquier tipo de suelo y es autóctono de los países ribereños del mediterráneo. Este arbusto con flores prospera finalizando el invierno o en primavera.
- Jara negra: Estos arbustos con flores miden un metro o un poco más. Están siempre verdes, sus hojas son rugosas y pubescentes, y sus flores blancas tienen el centro amarillo. Son nativos de Europa y crecen desde el nivel del mar hasta los 1.400 msnm. Existen otros tipos de jara, como la Amagante de Pinar, cuyas flores son más grandes, de color rosa, con estambres amarillos. Entre sus hojas verdes y vellosas aflora un fruto verde que luego se torna marrón al madurar. También está la Jara Montpelier, pero esta tiene la particularidad de no tolerar el frío.
Arbustos con flores para elegir
Si quieres darle un toque exótico a tu estancia, el ave del paraíso será perfecta. En las regiones de clima templado, la Strelitzia espera a los meses cálidos para florecer. Podrás disfrutar de su esplendor casi todo el año entero. Necesitará estar a pleno sol para mantenerse resplandeciente. Eso sí, cuando llegue el frío lo mejor será resguardarla en el invernadero o la casa.
En contraste con ella la camelia tiene buena tolerancia al invierno. Claro, siempre que cuente con un acolchado en su base. Alcanza hasta cinco metros de altura. Sus hojas son verdosas oscuras, pero brillantes. Las flores pueden ser rojizas o níveas, de gran tamaño, y se asoman durante la primavera. Precisa suelos ácidos, sombra parcial y riegos frecuentes.
Amapola, cayena o hibisco
A esta planta le beneficia el ambiente tropical, aunque se acopla también al mediterráneo. Se alza con unos cinco metros de alto y prefiere estar a sombra parcial. Sus hojas son de un esmeralda vivo muy llamativo, y sus flores de cinco pétalos y 12 cm, muestran tonos como carmesí, rojizo, naranja, pajizo y blanco. Duran desde las fechas primaverales hasta las otoñales.
Un excelente drenaje es imprescindible para que se conviertan en el centro de atención de tu jardín. En el verano los riegos deben ser cada 48 horas y abundantes. En las demás estaciones puedes hacerlos cada seis días.
Hortensia
En los suelos ácidos la hortensia dará flores azules. Las rosadas son propias de una alcalinidad suave, mientras que a mayores niveles, la floración será blanca. Para un óptimo crecimiento opta por ubicarlas a sombra o a sombra parcial, a menos que vivas en ambientes de alta humedad. Con la llegada del invierno, necesitarás resguardar sus tallos envolviéndolos en hojas secas y plástico. Cuidado con la tierra caliza porque sufrirá de clorosis, carencia de hierro, y sus folios se tornarán amarillos. Este ejemplar crece unos dos metros de altura. Puedes regarlo cuatro veces a la semana durante el verano. Para conseguir la acidez del agua, puedes añadir el zumo de ½ limón.
Campanita china
Su floración robará todas las miradas. Posee hojas caducas, y un porte rústico y fuerte. Lo mejor es ubicarla a pleno sol para que se desarrolle completamente. Resiste sequías, calor y frío, pero exige agua abundante durante el verano. Sus flores son doradas, muy bonitas.
Con la llegada del otoño hay que proveerle de un humus orgánico, y en primavera fertilizantes minerales. El podado se reserva para finales de la floración, así promoverás el crecimiento de nuevos brotes.
más arbustos con flores
La estructura y belleza de la gardenia parece una obra maestra. Su color blanco se ve realzado por el esmeralda de sus hojas. Mantener la tierra húmeda, evitando concentraciones de cal es importante. De lo contrario se tornarán amarillentos sus folios.
Dignos de la realeza son los rosales. Los ambientes soleados o de sombra parcial serán idóneos para su correcta formación. Con ellos podrás crear bonitas composiciones. Sus flores rojas, amarillas, blancas, rosadas… seducen a cualquiera. El sol de lleno será lo mejor para ellos, así como los suelos carentes de cal. Abona un par de veces cuando esté en pleno desarrollo.
Elegancia y exotismo conseguirás con la grevillea. Te será sencillo embellecer tu patio con este arbusto, pero debes protegerla durante las heladas. Los ambientes calurosos son los más indicados para ella, aunque soporta las heladas nocturnas.
Para un efecto de cuento de hadas, el arbusto de las mariposas será extraordinario. Durante la época veraniega florece, convirtiéndose en un imán para estos animales. Se desarrolla rápidamente hasta contar con cinco metros de altura. Resérvale un espacio amplio con buena incidencia de sol. Se ajusta sin problemas a los distintos tipos de suelo, siempre y cuando posea un drenaje óptimo. Las tierras calcáreas, por ejemplo, le van muy bien.
Top 3 de arbustos florales para inexpertos
Si te estás iniciando en el mundo de la jardinería, hazlo sin miedo. Toma nota de estas variedades que le darán una pincelada única a tus áreas verdes.
- Verónica o hebe. Su altura oscila entre los dos y siete metros. Sus flores se presentan como espigas de colores varios: púrpuras, rosas o blancas. Te sugerimos colocarla a sol parcial, bien protegida contra las ventiscas o heladas. Riega tres veces a la semana en la época de calor.
- Celinda. De naturaleza caducifolia, puede llegar a los tres metros de altura. Sus hojas son ovaladas, mientras que las flores se distribuyen por racimos. Cada flor mide cerca de 3 cm. Al brotar-en primavera-llenan el aire de su dulce fragancia. Resguárdala de los rayos UV. Hay que regarla tres veces a la semana.
- Bola de nieve. También se le llama mundillo y crece unos 5 metros de alto. Su floración es blanca y ocurre durante la primavera. Podrás cultivarla en tiestos o en tu patio. Puede estar a sombra parcial o en pleno sol. En fechas veraniegas precisa de un riego tres veces por semana. Del resto, puede hacerse cada cinco días.
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