La flora nos brinda una amplia variedad de tipos y nombres, que tal parece nunca terminaremos de descubrir. En esa diversidad destaca la anémona, una planta con 120 especies conocidas que florea durante todo el año. Se le puede hallar en muchísimos países de Europa, pero también en zonas de Norteamérica y en el lejano Japón. Algunos expertos incluyen en el género de anémona a la flor de pasque y a la Hepatica Nobilis o hierba del hígado.
El primer dato curioso es que hay un depredador marino, relacionado con las medusas y corales, que lleva su mismo nombre, y el segundo es el origen de esa denominación. Historiadores aseguran que fueron los griegos quienes se decantaron por la palabra anémona, que significa flor del viento, al corroborar que al secarse sus pétalos, estos se debilitan, se desprenden y vuelan lejos con la brisa.
Características particulares de la anémona
La anémona está comprendida de un tubérculo subterráneo que la convierte en una hierba bastante fuerte cuando echa sus raíces al suelo. Las hojas poseen cortes muy finos. La forma de la flor es sencillamente preciosa y sus colores múltiples atraen la atención en cualquier parte donde se cultive. Van desde azul, blanco, rojo, rosado, morando y largo etc. La amarilla es muy poco común y, por ende, una de las más cotizadas.
Los tallos alargados de la anémona le permiten soportar varias flores en un mismo lugar. Tiene una textura parecida a la pelusa, que quizás pueda producir picazón o estornudos a las personas alérgicas. Existen muchas variedades que son populares por sus características. Por ejemplo, la anémona japonesa que suele florecer en época de otoño y la anémona silvestre amarilla, popularmente conocida como botón de oro. Son flores más pequeñas y es muy raro encontrarlas en cualquier parte.
Asimismo, se mencionan como las más vistosas las anémonas de amapola, la china, de narciso, de Wood, viento escarlata, pasque, de invierno y Canadá, entre otras.
En ciertos países, la anémona es utilizada en tratamientos de salud por sus propiedades medicinales que contribuyen a aliviar calambres, malestares propios de la menstruación y depresión.
¿Cómo cultivar la anémona?
La anémona es una planta que tiene la virtud de poder cultivarse en diferentes estaciones climáticas, pero para que crezca más linda, se recomienda su plantación al finalizar el otoño.
La anémona de viento conviene sembrarla en tierra fértil, pero quienes prefieran conservarla en una maceta, deben escoger una que le brinde un desagüe apropiado. Se sugiere mantenerla en un área donde abunde la sombra, pues los rayos del sol la debilitan.
Hay anémonas que tienen raíces en forma de tubérculos. Ese tipo debe sembrarse durante la primavera. Antes de proceder a plantarla, se debe mojar las raíces la noche anterior, para luego enterrarla. Lo ideal es sembrar unos cuatro tubérculos a una profundidad de entre ocho y diez centímetros para asegurar que se aferre bien a la tierra.
Cuidados para garantizar el desarrollo de la anémona
Después que la anémona se siembra viene la parte más difícil: el mantenimiento para que comience a echar las primeras hojas y luego, sus hermosas flores. Para obtener buenos resultados con esta hierba, se debe regar de manera regular y con un horario establecido, al menos los primeros días. El agua debe llegar perfectamente hasta la raíz y se sugiere que sea antialcalina o si es de lluvia, mucho mejor.
Cada vez que se marchiten pétalos y hojas, es importante ir eliminándolos para que los nuevos tengan oportunidad de crecer sin ningún problema.
La anémona es una flor tan estilizada y elegante que suele ser utilizada para adornar ramos y bouquet de novias. Los comercializadores preferiblemente las ofrecen cuando los pétalos están completamente abiertos, porque en caso contrario, no se extenderán jamás y su esplendor no será igual.
En caso de que se desee cultivar la mata en un invernadero, es indispensable contar con la temperatura adecuada para ello. Si en el invernadero prevalece lo caliente, entonces se recomienda que cuando llegue el invierno, el espacio se mantenga por encima de los 0 grados con una ventilación. Y si el cultivo comienza en enero, la temperatura debe llegar a unos 13 grados, aproximadamente.
Es buena idea colocar un poco de abono a la maceta de anémona para que se desarrolle y florezca de manera óptima. No obstante, en caso de que se plante en tierra bastante fértil, no será necesario el uso de este complemento porque más bien causaría enfermedades y debilitamiento.
Son las ciudades de Francia e Italia en las que se ve con mayor frecuencia la siembra y cultivo de la anémona. La preciosidad de las flores se muestra en parques, paseos y espacios recreativos por donde suelen caminar propios y turistas. Sin duda, es una planta muy colorida que hasta el menos fanático de la naturaleza se sentirá atraído por ella.