No hay objeto decorativo que compita con la belleza de una flor, especialmente si se encuentra en su hábitat natural. Con su destellante tonalidad amarilla o rojiza, la allamanda puede cautivar la atención de cualquiera. Esta planta siempreverde (término para definir a aquellas que son perennes y longevas), se usa para embellecer vallas y muros.
La allamanda es un arbusto tropical de semillas peludas, oriundo de Centroamérica y Suramérica, específicamente de Brasil. Forma parte de la familia Apocynaceae, la cual categoriza un total de 32 especies, de las cuales solo la mitad son reconocidas como tal. Entre algunos ejemplares “cercanos” se cuentan la plumería y la pervinca.
Se trata de una planta trepadora, aunque no cuenta con raíces aéreas, que le permitan adherirse a las superficies. Asimismo, la allamanda posee una base leñosa, que puede alcanzar los dos metros. Sus flores tienen forma de trompeta y alcanzan un diámetro de cinco a siete centímetros. Según su cultivo, estas pueden llegar a ser de colores naranjas, púrpuras, blancas o rosadas.
Especies conocidas de la allamanda
La allamanda, muy apreciada en la jardinería, recibió su nombre del botánico suizo, Frédéric Louis Allaman, quien la descubrió a finales del siglo XVIII. Sin embargo, sus distintas clases indican el nombre binomial del investigador que las estudió. Algunas de las más relevantes son:
- Allamanda cathartica: proviene de la Amazonia y está dotada de largas hojas, que pueden medir hasta 15 cm. Lucen verdes y rígidas, mientras que sus flores hacen aparición en el verano. Sin embargo, en su sitio de origen, florecen todo el año. En la actualidad, es el tipo más cultivado y esparcido en todo el mundo.
- Allamanda neriifolia: florece de forma irregular durante el año. Puede distinguirse por sus hojas rústicas y lanceoladas, mientras que sus flores amarillas, tienen estrías rojas en el cono interior.
- Allamanda blanchetti: también recibe el nombre de violacea, debido a su llamativo color rosa. Por lo general, no requiere demasiados cuidados, así que es ideal como planta ornamental.
Allamanda schotti: guarda gran similitud con la cathartica, pero sus frutos suele ser mucho más pequeños.
Técnicas de cultivo
Aunque la allamanda es una planta resistente, hay que prestar atención a ciertos aspectos que ayudarán a que crezca fuerte y saludable, ya sea que esté plantada directamente en la tierra del jardín, a lo largo de una pared o en una maceta:
- Plantación: El suelo donde permanezca la allamanda debe tener un buen drenaje y no ser alcalino. Adicionalmente, debe obtener tanta luminosidad como sea posible, sin permitir que las hojas se quemen. Si esto sucede, se notarán pequeñas manchas en sus pétalos. Si la tiene en un jarrón, bastará con colocarla cerca de la ventana.
- Abono: Se sugiere que el abono para la allamanda contenga gran cantidad de potasio y azufre, lo que repercutirá directamente en una floración más intensa. Este debe cambiarse cada 15 días, sobre todo en primavera y verano. Si este no es apropiado, la planta pronto mostrará deficiencias nutricionales con un color poco agradable en sus hojas.
- Hidratación: este pequeño arbolito puede estar sometido a pleno sol, pero necesita ser regada con mucha regularidad durante el año, con agua no caliza. La intención es que el terreno en el que se encuentra permanezca húmedo todo el tiempo. Durante la época de frío, conviene colocarla en un porrón, para trasladarla a un sitio cálido dentro de la casa.
- Poda: procedimiento esencial para su adecuado desarrollo, debe hacerse justo al finalizar el invierno (en febrero), disminuyendo el tamaño de ramas y tallos, especialmente aquellas que tienen mayor antigüedad. De esta forma, se favorecerá la aparición de nuevos brotes. Si la emplea como planta de interiores, con recortar sus tallos una vez al año bastará.
- Uso de pesticidas: Para prevenir la aparición de hongos y plagas, se recomienda la colocación de sustancias para tal fin, pues la mosca blanca, el pulgón, la araña roja y la cochinilla estarán al acecho. Asimismo, los hongos proliferan en climas húmedos y frescos.
usos de la allamanda En la actualidad
La allamanda es una planta ornamental que ha adquirido gran notoriedad en el mundo gracias a su atractivo visual. No solo puede ser empleada para adornar sitios calurosos, como un jardín en pleno, también puede mantenerse adecuadamente en sitios con semisombra.
Recibe algunos nombres como Copa de oro, trompeta dorada, trompeta amarilla, alamanda, trompeta de oro o jazmín de Cuba. Precisamente por su versatilidad, ya es común encontrarla en casi cualquier lugar del mundo, en donde haya un área tropical. Habitualmente está a las orillas de los caminos, cubriendo muros o superficies.
En Europa, España ostenta el primer lugar como productor de Allamanda cathartica, cuyas plantaciones más importantes están en Almería y Granada, provincias andaluzas. Por lo general, su cultivo se realiza en el entorno controlado de un invernadero.
Adquirir una allamanda en un invernadero especializado, le permite al comprador elegir no solo el tamaño, sino también recibir el asesoramiento de expertos. Sea cual sea el motivo de elección, esta planta crece en popularidad.