El aliso, también conocido como aliso común o aliso negro es un árbol típico de Europa y en el sudeste de Asia. Es posible verlos crecer allí donde predominan los climas húmedos y en las zonas de riberas. Pertenece a la familia de las Betuláceas, al igual que el abedul. Su nombre científico es Alnus glutinosa. Durante muchos años, este árbol fue muy apreciado por su madera y también se le adjudican propiedades medicinales debido a la importante presencia de taninos. Sus características particulares hacen que el aliso haya formado parte de las creencias de antiguas culturas, como la nórdica.
Principales características del aliso
Este es un árbol caducifolio. Podemos ubicarlo entre los de mediana altura, suele alcanzar entre 20 y 30 metros. Su tronco es derecho y está recubierto por una corteza pardo grisácea en los ejemplares adultos y pardo rojiza en los más jóvenes.
Las hojas del aliso presentan una diversidad de tonalidades. Verde oscuro y sumamente intenso en el haz y marcadamente más claro en el envés. El largo de las hojas alcanza los 12 centímetros y sus pecíolos son cortos. Su forma es redondeada y abovedada, con los bordes aserrados o dentados. Si bien es un árbol cuyo follaje es caducifolio, las hojas se mantienen verdes hasta su caída. Los brotes y las hojas más jóvenes presentan unas glándulas resinosas que le dan una textura pegajosa muy particular.
Florece cuando aún no han comenzado a aparecer sus hojas. Las flores se presentan en amentos. Los masculinos miden entre 5 y 10 centímetros, son delgados, de forma cilíndrica y aparecen de manera pendular, presentan un vistoso y particular color rojizo. Los amentos femeninos, en cambio son pequeños, no mayores a los 2 centímetros, de color marrón y una contextura leñosa.
Las raíces del aliso
El aliso posee un sistema radicular muy particular. Son muy extendidas en la superficie, pero rápidamente, este árbol pierde la raíz principal, dando paso al desarrollo de numerosas rices secundarias que crecen en forma oblicua, luego raíces terciarias de tipo vertical que actúan como anclaje de la planta, permitiéndole soportar las crecientes de los ríos cercanos. En épocas de inundaciones continuas, el aliso despliega un conjunto de raíces que crecen de manera ramificada desde el tronco, son conocidas como raíces adventicias.
Las raíces del aliso, poseen nódulos que le permite absorber el nitrógeno de la atmósfera y fijarlo. Este tipo de árboles necesita mantener sus raíces embebidas en agua, soportando perfectamente los encharcamientos.
El uso de la madera de aliso
En la antigüedad, se pensaba que era un árbol mágico o embrujado, ya que su madera una vez cortado el árbol, cambiaba de color, pasando un marrón claro a un rojizo bien profundo. Los pueblos nórdicos consideraban que era un árbol de la resurrección, por estas mismas características. De hecho, la mitología nórdica considera que los primeros hombres fueron creados a partir de alisos y fresnos.
Sin embargo, más allá de las consideraciones mitológicas o mágicas, la madera del aliso es sumamente resistente al agua, antiguamente se la utilizaba para la fabricación de pilares o estacas donde se asentaban las casas en zonas ribereñas. Se dice que los cimientos de las casas más antiguas en Venecia están fabricados con madera de aliso.
También se utiliza su madera para extraer tintes que son usados en la industria tipográfica. Su color permite la elaboración de contrachapados para revestimientos de otras maderas. La madera de aliso se usa como imitación de la caoba.
Por tratarse de un árbol colonizador, y por su intrincado sistema radicular, el aliso fue utilizado para fijar dunas.
Propiedades medicinales del aliso
Los taninos contenidos por el aliso, han convertido a eta planta en una gran ayuda para disminuir los niveles de colesterol en sangre. Por otro lado, la cocción de la corteza permite obtener un potente antiinflamatorio que combate anginas y otras inflamaciones de garganta.
Las hojas, cuyo uso debe hacerse de manera estrictamente externo, son astringentes, galactagogas y vermífugas; se usan para ayudar a reducir la producción de leche materna, y su decocción se usa para tratar cáncer de pecho, duodeno, esófago, cara, píloro, páncreas, recto, garganta y otros, siempre hablando de creencias populares.
En la actualidad, el principal uso que se le da a estos árboles es el de la ornamentación de parques y plazas, su fruto es atractivo y vistió, al igual que sus amentos florales masculinos. También, en algunas regiones se los utiliza como cortavientos.
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