El árbol de alcanfor, también conocido como alcanforero, es una planta originaria de Asia, principalmente de China, Japón y Taiwán. En China, este árbol es venerado y considerado el “árbol de la vida”. Su madera, noble, es apreciada para la fabricación de muebles, pero su reconocimiento a nivel mundial proviene de las excelentes propiedades medicinales de aceite que se extrae de él, conocido como alcanfor. El carácter perenne de su follaje lo convierte en un importante ornamento en jardines de envergadura debido a que se trata de un árbol que puede adquirir importantes dimensiones.
Descripción del alcanfor: Sus características
Cinnamomum Camphora es el nombre científico que recibe el alcanfor. Éste proviene del término griego Kinnamomon que significa madera dulce, mientras que camphora es un vocablo latino que significa alcanfor. Este árbol pertenece a la familia de las Lauráceas.
Es un árbol de dimensiones importantes. Puede alcanzar los 20 metros de altura, siendo sus ramas muy frágiles y un follaje dotado de hojas perennes.
Las hojas de este árbol se presentan de forma alternada en sus ramas, son ovaladas y pecioladas, coriáceas y acuminadas. Se destaca su color verde brillante. Si bien son hojas perennes, algunas de ellas, en otoño pueden adquirir un llamativo color rojizo. Las hojas están provistas de 3 nervios principales y presentan unas pequeñas glándulas en sus axilas.
Sus flores se disponen en panículas corimbosas en sus axilas. Éstas aparecen a finales del otoño y principios de la primavera. En tanto el fruto es considerado una baya. Su forma es globosa, de color rojizo, que adquiere una tonalidad negra en su madurez.
Este árbol, además de cumplir un rol ornamental, en jardines, actúa como repelente de polillas y otros insectos.
El alcanfor es una planta que resiste climas extremos, incluyendo fuertes heladas. Crece mejor si no está expuesto a solo directo, y se elige para él un lugar de semisombra.
¿Qué es el alcanfor?
Del alcanforero, se extrae un aceite por destilación de la madera, conocido como aceite de alcanfor.
El alcanfor como tal, es un producto semisólido que se obtiene a partir de la madera de estos árboles. Su fórmula química es: C10H16O. posee una consistencia cristalina, cerosa y un fuerte aroma acre. En la actualidad el alcanfor ha logrado ser sintetizado.
El uso de este producto extraído del árbol de alcanfor se remonta a la antigüedad, pero diversos estudios fueron limitando algunas de sus aplicaciones. En la actualidad, el alcanfor es utilizado en productos repelentes de polillas, como bálsamo para aplicaciones sobre áreas inflamadas, de manera externa y para la pirotecnia. En la entomología se utiliza para prevenir los daños que otros insectos puedan llegar a provocar sobre las colecciones.
Los geles elaborados a base de alcanfor son utilizados para aliviar síntomas de golpes y torceduras ya que provoca una sensación refrescante, similar a la del mentol. Es decir que actúa como un anestésico leve, de manera localizada.
En forma de pastillas, es utilizado para ahuyentar a aquellos animales domésticos que tienen por costumbre marcar, a través de la orina, sus territorios. Se colocan las pastillas en las zonas que se quieren proteger y su fuerte aroma limita el accionar de los animales.
Debido a sus principios activos posee ciertas restricciones en su uso. Entre sus propiedades más destacadas, podemos señalar que posee acciones antisépticas, actúa como analgésico local y es un antipruriginoso. Se lo utiliza en forma de linimentos, soluciones a base de alcoholes, geles y pomadas. Su acción colabora en mitigar dolores articulares y musculares.
Algunos medicamentos contienen pequeñas dosis de alcanfor debido a sus propiedades expectorantes. Aunque algunos lo desaconsejan, se utiliza como descongestivo nasal, pero puede provocar irritaciones de la mucosa.
Ha sido sometido a rigurosas revisiones por parte de diversas entidades dedicadas a la optimización en el uso y los riesgos de medicamentos. Sus estudios han concluido que este producto no debe incluirse en medicamentos destinados al tratamiento de problemas hepáticos, cálculos biliares y afecciones de tipo renal. De igual manera su uso no es aconsejable por vía parental, debido a efectos tóxicos de sus componentes.
El alcanfor en el jardín
Finalmente, si deseamos contar con este imponente árbol ornamental, debemos señalar que es una planta que prefiere los suelos arenosos, bien drenados, pudiendo colaborar, añadiéndole un poco de material orgánico que actúe como abono. La multiplicación del alcanfor se realiza mediante semillas, a las que, previamente, habremos despojado de toda su pulpa. Las semillas deben aprovecharse ni bien estén disponibles ya que su capacidad germinativa es bastante corta. Como método alternativo de reproducción, pueden utilizarse esquejes, pero éstos deben ser semi leñosos para facilitar su enraizamiento. Un riego moderado es lo que necesitan este tipo de ejemplares.
Una última recomendación. Por sus principios activos, el árbol de alcanfor suele resultar tóxico para algunas aves, por ello algunos prefieren el cultivo de otras especies del género cinnamomum.