Una de las plantas más llamativas, pero peligrosas que existen, recibe el nombre de acónito. Sus flores azules, casi púrpura, le dan un gran valor ornamental, pero es preciso tener cuidado con su manipulación, ya que puede ser venenosa. Si se consume, las consecuencias pueden ser fatales.
Su denominación científica es Aconitum napellus, pero es más conocida como acónito común, matalobos, casco del diablo, tora, anapelo de flor azul, casco de Júpiter, vedegrande y yerba del lobado… Es originaria de Europa, específicamente de la zona norte del continente. Pertenece al género Aconitum, de la familia Ranunculaceae, y la clase Magnoliopsida.
El acónito contiene una serie de alcaloides que resultan tóxicos para la salud. Se dice que es una de las especies más venenosas de Europa, en vista de que su consumo ocasiona un colapso en los sistemas nervioso y cardíaco.
Se da en pastos de alta montaña, en sitios frescos y con sombra. También en la cercanía de los rios y riachuelos. Los prados de montaña se engalanan con esta planta, al igual que los Pirineos, Sierra Nevada y Cordillera Cantábrica.
Características de la planta acónito
Acónito es una hierba perenne, de tallo recto que llega a crecer hasta alcanzar un poco más de un metro de altura. De su tallo brotan los racimos de flores, de forma alargada, y con atractiva tonalidad. Caen como una cascada, son simétricas y desarrollan de dos a 10 pétalos. También poseen cinco sépalos, pero uno (el de atrás), parece un cilindro. Estos ramilletes se ven en verano, y al llegar el otoño desprenden sus hojas, para que sus raíces agarren vida nuevamente en primavera.
Su raíz gruesa, es de unos 15 centímetros de extensión. Tiene hojas verdes, pecioladas, un poco duras, de silueta palmeada. Son alternas, con la orilla semidentada, y miden entre 5 y 7 centímetros de largo. La planta echa frutos con apariencia de cápsula, que contienen muchas pepitas adentro.
Toxicidad del acónito
La planta acónito presenta de 0.2 a 1.2% de alcaloides. En ciertas partes (hojas y flores) alberga una sustancia llamada aconitina, que puede ser letal. Estudios clínicos han revelado, que este compuesto es capaz de generar complicaciones en el sistema cardíaco y disminución de la presión sanguínea.
Es tan alto el porcentaje de peligrosidad del acónito, que la Organización mundial de la Salud no recomienda su uso. No obstante, en el continente asiático acostumbran a usarla para el tratamiento de diversas patologías y hasta incluyen las raíces en la gastronomía, razón por la cual se han presentado muchos fallecimientos.
Efectos del envenenamiento
Los síntomas de envenenamiento por ingesta de acónito no aparecen al instante, sino después de media hora. La persona comienza a sentir un picor en la lengua, exceso de salivación, y hormigueo en la cara, brazos y piernas.
Además, puede presentar ganas de vomitar, diarrea, debilidad de los huesos, dificultad para respirar, baja temperatura del cuerpo, adormecimiento de la boca y problemas de visión. Es tan dañina, que puede colapsar el sistema nervioso y respiratorio, provocando el fallecimiento en el peor de los casos.
Si la acónita se ingiere de forma interna causa neurotropismo, si se aplica de forma externa, afecta las terminaciones nerviosas, porque la piel la absorbe. Es muy raro que un animal se vea afectado por la planta acónito, debido a que casi no tienen acceso a este tipo de plantas.
Tratamiento
El tratamiento que se debe aplicar ante el consumo de la planta acónito, es un lavado estomacal. Asimismo, se debe inducir el vómito para expulsar la cantidad que se ha ingerido. Si la persona presenta una deshidratación y una descompensación electrolítica, se debe dar suero para subir los niveles y compensar la pérdida. Igualmente, se debe suministrar un antiarrítmico para mejorar la función cardíaca, así como lidocaína, amiodarona y flecainida. Sin embargo, ninguna de estas acciones se debe ejecutar sin la supervisión y aprobación de un especialista, mucho menos si se trata de niños.
Usos del acónito
Pese a los altos índices de toxicidad de la planta, la raíz del acónito es empleada en algunas regiones con fines medicinales. Hay quienes aseguran que relaja los nervios, tiene efectos diuréticos, calma las dolencias de la reuma y regula las pulsaciones. Ademas, afirman que se puede usar como antipirético y para descongestionar las vías respiratorias.
Aplicada de forma externa la emplean contra la alopecia, como desinflamatorio y para aliviar los dolores que produce el lumbago. No obstante, ni esta ni otras plantas deben ser consumidas sin autorización facultativa.
Quienes la utilizan dicen que se debe recoger entre otoño y verano. Posteriormente, es preciso sacar las raíces y dejar secar muy bien al sol, a una temperatura de entre 40 y 50° C. Por último, deben almacenarse en un envase bien cerrado e identificado, para que no haya un contacto peligroso. Tras un proceso riguroso, se usa para la elaboración de ciertos productos «medicinales» o para terapias de homeopatía. Sin embargo, es preciso mantener la cautela.
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