La naturaleza nos ofrece múltiples opciones para conectarnos con su energía. Sin duda, tener plantas en casa es la forma más adecuada, y nada mejor que contar con un ejemplar que se adapte tanto Al entorno exterior como AL interior. El abutilon cumple con esta característica, además de ofrecer sus llamativas flores para alegrar la vista.
También conocido como Pelotazo, farolillo chino o Monacillo, el abutilon pertenece al género de las Malvaceae y proviene de países con clima tropical como Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay. Se cree que su nombre deriva del árabe y fue el naturalista y filósofo griego, Teofrasto, quien lo utilizó por primera vez. El botánico francés, Michel Adandon, la bautizó formalmente en 1763.
El abutilon es un arbusto apropiado para decorar balcones, porches y terrazas, aunque la elección del sitio en el que estará condicionará su crecimiento. Dado que sus ramas son muy flexibles, también es empleado como planta trepadora, alcanzando un tamaño reducido. Sus flores coloridas roban la atención en cualquier estancia.
Características del abutilon
El árbol de abutilon puede crecer metro y medio de alto si se siembra en maceta, mientras que en plena tierra puede llegar a medir cinco metros. Su longitud dependerá tanto de su especie como del soporte que se le provea. Especialmente, debido a que sus ramas son maleables y tienden a caer de forma natural.
El abutilon guarda cierta similitud con el arbusto de zarza, debido a sus ramificaciones y dimensiones. Se trata de una planta siempreverde, con hojas de tonalidad verde intenso, dentadas y caducas. Sus llamativas flores, lucen como pequeñas campanas, que pueden ser de color carmín, naranja o amarillo.
El follaje del abutilon se cae con facilidad y se le considera perenne o semiperenne, dependiendo de la especie, el clima de su entorno y su cultivo. En algunos casos, las hojas pueden ser de un matiz verde suave o con ciertos detalles en gris y amarillo o, incluso, con algunas manchas.
Variedades
Existen alrededor de 90 especies de abitulon. Sin embargo, sólo siete son comercializados con frecuencia. Entre ellas destacan:
- Abutilon grandifolium: Se encuentra con facilidad. Sus hojas tienen aspecto ovalado, márgenes dentados y moteados de color blanco. Sus flores, amarillas y naranjas, salen en primavera y otoño cuando el clima es favorable.
- Abutilon striatum o pictum: Proviene de Uruguay y suele tener las dimensiones de un pequeño arbolito. Sus hojas son de un característico gris verdoso, palmeadas, mientras que sus flores son de colores rojizos y naranjas.
- Abutilon megapotamicum: es oriunda de Brasil y puede superar los dos metros y medio de altura. Sus flores son amarillas y brotan de una pequeña base, de color rojo intenso. De esta, en particular, existen numerosas subespecies, algunas en combinaciones de blanco y amarillo.
Cuidados y necesidades del abutilon
Aunque el abutilon es un arbusto de fácil cultivo, requiere algunos cuidados para crecer adecuadamente. La temperatura a la que permanece el ejemplar tiene vital importancia, pues no resiste los climas invernales, lo ideal es que esta permanezca por encima de los 13 °C. Cuando está en un ambiente mediterráneo, puede volverse rústica.
Soporta muy bien el calor del verano y ansía tener mucha luz, pues ésta favorece su floración. Sin embargo, el sol no debe golpearle en forma directa. Aunque prefiera las zonas secas, la planta puede deshidratarse severamente. En espacios frescos, se puede colocar junto al muro más cálido y resguárdarla del viento excesivo.
Con respecto al suelo, el abutilon no es exigente, pero requiere un buen drenaje, profundidad y no calcáreos. Si se emplea un buen compost para plantas de interiores, que contenga hierro, crecerá saludablemente. Escoja los días finales del invierno si planea trasplantarla a una maceta.
Regar el abutilon es necesario para su desarrollo y para mantener el sustrato húmedo. Debe realizarse con frecuencia durante el verano y reducirse durante la época de frío. Cuando esté en periodo de floración, abone cada 15 días con un abono mineral disuelto en el agua.
Para estimular el crecimiento del abutilon, conviene podarle al final del invierno. Si desea multiplicar los ejemplares, esta técnica se ejecuta a través de esquejes apicales, poco antes de que suceda la floración. Con cuidado, corte el extremo terminal de la rama, que posea tres nudos, durante las fechas entre abril y agosto.
Plagas y amenazas
El abutilon es susceptible a la proliferación de la araña roja, sobre todo cuando hay mucho calor. Asimismo, las cochinillas también pueden aparecer. En ambos casos, estos pequeños animalitos se adhieren a la dermis de la hoja para succionar la salvia.
Para prevenir su aparición, se sugiere revisar las hojas y ramas de la planta con regularidad y adquirir productos de jardinería para hacerles frente. Es posible encontrarlos en casi cualquier tienda especializada, pues son los que producen las afecciones más comunes del abutilon.
Los cuidados de esta planta no son tan exhaustivos ni complejos, por lo que un jardinero inexperto puede encargarse de ella sin problema. Tome en cuenta que con un clima benigno, tendrá abutilon para rato y disfrutará de su belleza ornamental por mucho tiempo. Cuando quiera hacerla resaltar, colóquela delante de plantas de follaje oscuro.
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